Argentina y Jap¨®n proclaman el inicio de una nueva alianza comercial

La ¨²ltima vez que un primer ministro de Jap¨®n pis¨® Buenos Aires fue en 1959, cuando Nobusuke Kishi visit¨® al por entonces presidente Arturo Frondizi (1958-1962). Eran tiempos de pol¨ªticas econ¨®micas ¡°desarrollistas¡± y Argentina necesitaba imperiosamente inversiones. Ahora ha sido el nieto de Kishi, Shinzo Abe, quien lleg¨® para reunirse con otro presidente argentino, Mauricio Macri. Han pasado 57 a?os desde aquel viaje de su abuelo materno, pero las necesidades argentinas son las mismas. Macri quiere que el pa¨ªs sudamericano est¨¦ otra vez dentro del radar de los inversores internacionales y as¨ª se lo hizo saber a Abe. A cambio recibi¨® la promesa del inicio de una nueva ¡°alianza estrat¨¦gica¡±. Pero hubo algo m¨¢s. El premier japon¨¦s defendi¨® sin rodeos la apertura econ¨®mica impulsada por Macri y prometi¨® una etapa de intercambio econ¨®mico basado en valores compartidos, como ¡°la democracia, los derechos humanos y la supremac¨ªa de la ley¡±.

¡°Hoy hemos acordado construir una asociaci¨®n estrat¨¦gica para avanzar a¨²n m¨¢s la relaci¨®n entre nuestros pa¨ªses¡±, anunci¨® Abe en una rueda de prensa en la Casa Rosada y con Macri a su lado. ¡°Tambi¨¦n hemos decidido promover el comercio bilateral. Las empresas japonesas tienen mucho inter¨¦s en Argentina, un pa¨ªs que tiene mucha potencialidad. Macri ha promovido con firmeza medidas econ¨®micas de apertura y esas pol¨ªticas cuentan con el apoyo del gobierno japon¨¦s¡±, agreg¨® el primer ministro. Argentina y Jap¨®n tienen mucho para construir, sobre todo porque hay muy poco realizado. Seg¨²n datos de la ONU, el pa¨ªs sudamericano est¨¢ en el puesto 55 de los pa¨ªses que comercian con Jap¨®n y la balanza ha sido en 2015 deficitaria en casi 600 millones de d¨®lares para Argentina. Jap¨®n destin¨® s¨®lo el 6% de sus inversiones en Am¨¦rica Latina a Argentina. Sobre esa base Macri ha intentado seducir a la comitiva de empresarios que acompa?aron a Abe, entre ellos CEOs y directivos de Mitsubishi, Marubeni Corporation, Mitsui, The Bank of Tokyo, NEC, y Nippon Signal, adem¨¢s de representantes de Toyota y Honda, dos empresas que ya producen en el pa¨ªs. ¡°En septiembre, para responder al deseo de las empresas japonesas, se dio inicio a un acuerdo de inversiones con Argentina. Debo destacar la importancia de los constantes esfuerzos de ambos gobiernos para mejorar el clima de negocios¡±, dijo Abe.

El esp¨ªritu de la visita ha sido el mismo que el premier japon¨¦s trajo desde Lima, donde particip¨® de la cumbre de APEC, promotora de nuevas estrategias de apertura comercial ante lo que interpretan un escenario complejo tras el triunfo de Dondald Trump en Estados Unidos. Macri respondi¨® a esa expectativa con la promesa de que su pa¨ªs fomentar¨¢ una mayor integraci¨®n comercial con el mundo y dar¨¢ seguridad jur¨ªdica a los inversores, ¡°un nuevo tipo de v¨ªnculo para que los que vengan sean respetados y est¨¦n felices por la decisi¨®n que est¨¢n tomando¡±. La relaci¨®n entre Jap¨®n y Argentina durante el kirchnerismo estuvo marcada por una creciente falta de inter¨¦s, al punto que en 2010 Tokio retir¨® a su representante de la Japan External Trade Organization (Jetro), el organismo que promueve la internacionalizaci¨®n de las empresas japonesas en el exterior. Uno de los resultados de esta visita podr¨ªa ser el regreso de ese representante.

Antes de su encuentro con Macri, Abe se reuni¨® con la canciller argentina, Susana Malcorra y el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay. El encuentro se pens¨® como una verdadera rueda de negocios, con la presencia de los ministros de Transporte, Producci¨®n y Energ¨ªa y Miner¨ªa, los sectores donde Macri pretende atraer la mayor cantidad posible de inversiones japonesas. Malcorra repiti¨® lo que el Gobierno argentino muestra a cada visitante extranjero de peso: ¡°Esperamos contar con el inter¨¦s de Jap¨®n para que nuestro pa¨ªs sea parte de su portfolio de inversiones. Se cambiaron aquellas reglas que inhib¨ªan el comercio, el ingreso al mercado financiero y las condiciones b¨¢sicas de integraci¨®n al mundo. La transformaci¨®n que la Argentina est¨¢ teniendo ha venido para quedarse¡±.