Matrimonio entre violador y v¨ªctima, ilegal pero a¨²n extendido en Marruecos
El esc¨¢ndalo con el programa de maquillaje para esconder los golpes refleja la impunidad ante los agresores
Ya han pasado cinco d¨ªas desde que la cadena 2M emitiera un programa donde aconsejaba c¨®mo maquillar los golpes en el d¨ªa mundial contra la violencia machista. El canal estatal, el segundo m¨¢s visto del pa¨ªs, pidi¨® disculpas el viernes pasado. La direcci¨®n aleg¨® que esa secci¨®n de belleza hab¨ªa incurrido en un ¡°error de apreciaci¨®n¡±, prometi¨® que tomar¨ªa medidas contra los responsables de la difusi¨®n del programa, pero nada ha ocurrido hasta ahora. El esc¨¢ndalo refleja la realidad de una sociedad donde las costumbres tardan mucho tiempo en adaptarse a las leyes contra la violencia de g¨¦nero y donde solo el 1% de los agresores machistas son perseguidos penalmente, seg¨²n una encuesta publicada en 2011 por el Alto Comisariado del Plan, el organismo oficial de estudios estad¨ªsticos.
En la p¨¢gina de Facebook, donde el canal pidi¨® disculpas a¨²n se pueden leer los comentarios de los internautas escandalizados: ¡°?Usted no tiene verg¨¹enza? ?Un error de apreciaci¨®n?¡±, comenta un internauta. Y otra se?ala: ¡°Puedo organizar una visita de vuestra maquilladora a un centro de acogida de mujeres v¨ªctimas de la violencia. El maquillaje es bastante ineficaz contra las heridas de navaja¡±. Y otro ¡°Entonces, ?cada cronista escribe y trata el tema que quiere sin ning¨²n control? ?No hay reuniones antes de la difusi¨®n? ?Ni aprobaci¨®n por parte del jefe de la redacci¨®n, ni de la presentadora del programa ni de nadie?¡±.
El c¨®digo penal marroqu¨ª no reconoce la violencia dom¨¦stica como crimen, seg¨²n denunci¨® el a?o pasado Human Rights Watch. Y hasta hace solo dos a?os el c¨®digo permit¨ªa a los violadores librarse de la c¨¢rcel si se casaban con la v¨ªctima.? La ley fue derogada en 2014, despu¨¦s de que en 2012 se suicidara Amina Filali, una menor de 16 a?os forzada a casarse con su violador. El c¨®digo penal fue modificado, pero la realidad social tarda m¨¢s tiempo en cambiar. Y la realidad es que las mujeres con hijos fuera del matrimonio, ya sea de forma consentida o por la fuerza, suelen ser repudiadas hasta por sus propias familias. Y les quedan muy pocas opciones donde elegir.
En noviembre, cuando Alhucemas se encontraba bajo el trauma de la muerte de un vendedor de pescado triturado en un cami¨®n de la basura sin que a¨²n se hayan aclarado las circunstancias, Habida Yakubi,de 38 a?os, estaba a punto de tomar una de las decisiones m¨¢s importantes de su vida: ?retirar¨ªa la denuncia contra el hombre que la hab¨ªa violado y as¨ª permitir¨ªa que ¨¦l saliera de la c¨¢rcel? Yakubi tiene un hijo de ocho meses producto de aquella supuesta violaci¨®n. ?l le hab¨ªa prometido que si sal¨ªa se casar¨ªa con ella. Y si ella retiraba su denuncia, ¨¦l podr¨ªa salir.
Una de cada dos mujeres casadas ha sufrido violencia en Marruecos
Las ¨²ltimas cifras oficiales de que dispone Marruecos provienen de una Encuesta Nacional sobre Violencia a las Mujeres publicada en 2011 por el principal organismo de estad¨ªsticas del pa¨ªs, el Alto Comisariado del Plan.
Ese estudio revel¨® que una de cada dos mujeres casadas (el 55%) ha sufrido violencia conyugal, ya sea psicol¨®gica o f¨ªsica. Tambi¨¦n dej¨® en evidencia que solo el 3% de las mujeres v¨ªctimas de maltrato presentan denuncia y solo el 1% de los hombres culpables son perseguidos penalmente.
Habida Yakubi llevaba ocho meses acogida en una casa de la Uni¨®n Nacional de Mujeres Marroqu¨ªes. Le pidi¨® consejo a Naz¨ªha Boukhiar, la directora del centro. ¡°Y yo le dije que eso era algo muy personal que solo podr¨ªa decidir ella¡±, relata Boukhiar. Los hermanos hab¨ªan abandonado a Yakubi, no ten¨ªa adonde ir y solo contaba con esa casa de acogida.
¡°?ramos novios desde hac¨ªa tres a?os¡±, coment¨® Habida Yakubi, ¡°pero cada vez que yo le hablaba de casarnos ¨¦l me dec¨ªa que no ten¨ªa dinero o me daba cualquier otra excusa. Hasta que me forz¨®¡±.
¡°Habida no ten¨ªa nada cuando lleg¨® aqu¨ª¡±, relata Naz¨ªha Boukhiar. ¡°Un hermano que tiene en Espa?a dej¨® de hablarle. Y dej¨® claro que si ella no arregla los papeles para casarse, ¨¦l no quiere saber nada de ella. Otro hermano que tiene en Marruecos ha venido a verla alguna vez, pero no quiso acogerla. Y el beb¨¦, si el padre no le da su apellido, estar¨¢ muy mal visto en la sociedad. A esos ni?os se les llama hijos del pecado¡±.
Finalmente, la familia de Habida y la de su supuesto violador acordaron que si ella retiraba la denuncia ¨¦l se casar¨ªa. Habida la retir¨®, ¨¦l sali¨® de la c¨¢rcel y ahora ella vive en casa de su suegra. El pr¨®ximo 25 de diciembre tendr¨¢n que presentarse ambos en el juzgado para otorgarlo el apellido al ni?o.
¡°A pesar de todo¡±, explica Naz¨ªha Boukhiar, ¡°Habida ha tenido mucha suerte. Si los gendarmes y los jueces no hubieran cre¨ªdo que fue violada ella estar¨ªa tambi¨¦n en la c¨¢rcel, porque en Marruecos est¨¢n prohibidas las relaciones fuera del matrimonio. Los jueces le creyeron y ordenaron que se hiciera una prueba de ADN al padre del ni?o, que negaba ser su padre. Y tuvo suerte tambi¨¦n por haber encontrado un centro que la acogiera durante tanto tiempo. Esto no es normal. Aqu¨ª la hemos ense?ado a leer y le hemos dado todos los alimentos y la ropa que necesitaban ella y su hijo. Si no, el ¨²nico destino de Habida habr¨ªa sido la calle¡±.
La forma de combatir en cualquier lugar la violencia es la denuncia contra el agresor. Pero a veces la ley no lo pone f¨¢cil y la sociedad tampoco.
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