El ala dura y los moderados republicanos echan un pulso por la Secretar¨ªa de Estado
Mitt Romney se perfila como pr¨®ximo secretario de Estado pese a sus cr¨ªticas a Trump
La lucha por uno de los puestos m¨¢s visibles y codiciados del Gobierno estadounidense, la Secretar¨ªa de Estado, se ha reducido fundamentalmente a dos nombres: Mitt Romney y Rudolph Giuliani. Todo apunta a que el presidente electo, Donald Trump, quiere elegir a uno de los dos en las pr¨®ximas horas o d¨ªas. La decisi¨®n, sin embargo, va m¨¢s all¨¢ de las tareas que esperan al futuro responsable de la diplomacia norteamericana y su capacitaci¨®n para ese puesto. La selecci¨®n se ha convertido en un debate sobre lealtades internas.
Ver salir sonriente a Romney del campo de golf en Nueva Jersey donde Trump celebr¨® el pasado fin de semana algunas de sus entrevistas con posibles miembros de su futuro Gabinete se le atragant¨® a m¨¢s de un republicano del c¨ªrculo ¨ªntimo del presidente electo. Hasta hace solo unas semanas, antes de la victoria electoral de Trump el 8 de noviembre, el tambi¨¦n excandidato presidencial republicano era uno de los cr¨ªticos m¨¢s feroces del magnate.
Durante la larga campa?a, lo m¨¢s amable que Romney dijo de Trump fue que era un ¡°fraude¡±. El tambi¨¦n empresario multimillonario, derrotado por Barack Obama en 2012, pidi¨® hasta el ¨²ltimo momento a los republicanos elegir a cualquier candidato menos al magnate, al que consider¨® ¡°no apto¡± para la presidencia. Incluso en el mensaje de felicitaci¨®n a Trump tras el triunfo lanz¨® una advertencia impl¨ªcita cuando manifest¨® su deseo de que el conciliador discurso de victoria sea ¡°su gu¨ªa¡± y que se comprometa a ¡°preservar la Rep¨²blica¡±.
Gui?o al establishment
Trump, cuyo equipo dijo que mantuvo una conversaci¨®n ¡°extremadamente positiva y productiva¡± con Romney, es consciente de que elegir a su antiguo cr¨ªtico ser¨ªa un gui?o al establishment republicano. Romney tambi¨¦n dar¨ªa un respiro a una comunidad internacional que ve con gran preocupaci¨®n los mensajes proteccionistas y aislacionistas del presidente electo. Frente a las alabanzas que Trump ha dedicado a Vlad¨ªmir Putin, tener a Romney, que ya en 2012 asegur¨® que Rusia era la principal amenaza geopol¨ªtica de Estados Unidos, como jefe de la pol¨ªtica exterior podr¨ªa suponer adem¨¢s un cierto equilibrio en la posici¨®n de Washington. Fuentes del equipo de Trump dijeron a The New York Times que el presidente electo considera que Romney tiene un perfil apropiado para el puesto y que ser¨ªa un buen secretario de Estado.
Pero en las filas trumpistas no todos ven esas ventajas. Elegir a Romney ¡°ser¨ªa un aut¨¦ntico insulto a todos esos votantes de Donald Trump que trabajaron tan duro¡±, advirti¨® esta semana el exgobernador de Arkansas Mike Huckabee, que ha sido rival en las primarias presidenciales tanto de Romney, en 2008, como del magnate, a quien luego apoy¨®. Huckabee y Newt Gingrich, otro peso pesado, prefieren para el puesto al exalcalde de Nueva York Rudolph Giuliani. Su lealtad est¨¢ fuera de duda, ya que el tambi¨¦n ex aspirante presidencial ha sido durante toda la campa?a uno de los m¨¢s fieles defensores de Trump, fuera cual fuera la acusaci¨®n contra el magnate neoyorquino. Giuliani no ha ocultado su deseo de ocupar la Secretar¨ªa de Estado. Seg¨²n medios estadounidenses, esto no ha gustado a Trump.
Sobre Giuliani pesan sus propios conflictos de intereses. En 2001 fund¨® la compa?¨ªa Giuliani Partners, que asesora a empresas y gobiernos extranjeros en pol¨ªtica, seguridad y lucha antiterrorista. El exalcalde considera que eso le hace apto para la pol¨ªtica exterior, pero diplom¨¢ticos y expertos en ¨¦tica han manifestado sus dudas sobre la idoneidad de que el representante diplom¨¢tico de Washington sea alguien con intereses personales en el extranjero, destaca The Wall Street Journal.
Dos militares y un senador en las quinielas
La divisi¨®n entre los trumpistas por la Secretar¨ªa de Estado se ha agudizado desde que una de las principales asesoras del presidente electo, Kellyanne Conway, se hiciera eco en las redes sociales de las cr¨ªticas a Mitt Romney e hiciera referencia a la importancia de la "lealtad" pol¨ªtica. Entre los que podr¨ªan colarse gracias a esas discrepancias hay dos militares: el general John Kelly, exjefe del Comando Sur; y el general retirado y exdirector de la CIA David Petraeus, que fue muy reconocido por su papel en Irak pero que cay¨® en desgracia por un l¨ªo de faldas. Junto a ellos, hay un nombre m¨¢s de la pol¨ªtica tradicional, el senador Bob Corker, actual presidente del Comit¨¦ de Relaciones Exteriores del Senado.
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