Radiograf¨ªa de la derecha racista que apoya a Donald Trump

En la derecha racista de Estados Unidos, hay un sentimiento generalizado: la victoria del republicano Donald Trump avala su ideolog¨ªa. Varios grupos supremacistas blancos han celebrado su ¨¦xito electoral, lo que ha forzado a Trump a condenarlos p¨²blicamente por primera vez. Pero el magnate inmobiliario ha lanzado gui?os a esos colectivos con su ret¨®rica divisiva en campa?a -contra latinos, musulmanes o la ¨¦lite pol¨ªtica- y algunos de sus primeros nombramientos en el gobierno del futuro presidente.

La extensa protecci¨®n a la libertad de expresi¨®n en EE UU, blindada en la Constituci¨®n, concede un amplio rango de actuaci¨®n a extremistas. No es ilegal, por ejemplo, quemar la bandera o libros del Cor¨¢n, ni que grupos neonazis protesten frente al Capitolio en Washington.

En EE UU, hay 892 grupos de odio, seg¨²n el ¨²ltimo registro, de 2015, del Southern Poverty Law Center, la instituci¨®n de referencia en el an¨¢lisis del extremismo. La cifra es superior a la del a?o anterior, pero se sit¨²a por debajo de los 1.018 de 2011. Como grupo de odio, se entiende aquel que tiene creencias o lleva a cabo pr¨¢cticas que atacan o difaman a una clase entera de personas. Los grupos m¨¢s populares son los relacionados con el Ku Klux Klan (hay un total de 190, seg¨²n la instituci¨®n) y separatistas negros (180).

Estas son las principales corrientes de la derecha racista que ha apoyado a Trump:

Alt-right

La llamada alt-right (derecha alternativa) ha sido una de las protagonistas del debate pol¨ªtico tras la victoria del candidato republicano. Richard Spencer, el considerado padre del concepto, celebr¨® la victoria electoral con consignas nazis en un evento el pasado 19 de noviembre. ¡°Heil Trump. Heil el pueblo. Heil la victoria¡±, proclam¨®. Tambi¨¦n dijo que la alt-right tiene una ¡°conexi¨®n f¨ªsica¡± con Trump y que el grupo ha sido una ¡°cabeza sin cuerpo¡± del mismo modo que el republicano, al inicio de su campa?a, era como un ¡°cuerpo sin cabeza¡±.

Spencer, de 38 a?os, simboliza el intento de proyectar una cara moderna y joven al extremismo racista y antisemita. ¡°Es una alternativa al descaro de los grupos supremacistas blancos. Una versi¨®n de traje y corbata al odio cl¨¢sico que se tiende a asociar a skinheads¡±, sostiene desde Nueva York Oren Segal, director del Centro de Extremismo de la Liga Antidifamaci¨®n. ¡°Es un esfuerzo de hacer una presentaci¨®n m¨¢s aceptable de su odio¡±.

En 2010, Spencer acu?¨® el t¨¦rmino al bautizar como derecha alternativa una publicaci¨®n en Internet. Al a?o siguiente, empez¨® a dirigir el National Policy Institute, un peque?o centro de opini¨®n cuya misi¨®n es defender el ¡°legado, identidad y futuro de la gente de origen europeo¡±.

El Southern Poverty Law Center lo define como un ¡°racista acad¨¦mico¡± que trata de vestir de argumentos intelectuales el separatismo blanco. Eso le asemeja a la referencia antisemita Kevin MacDonald, profesor universitario de psicolog¨ªa en California. Tambi¨¦n a Jared Taylor, que promueve una visi¨®n acad¨¦mica del supremacismo blanco a trav¨¦s de su think tank The New Century Foundation.

Spencer, que vive en Montana, un Estado popular entre grupos de odio, se convirti¨® r¨¢pidamente en una referencia en colectivos universitarios racistas y defiende una v¨ªa alternativa a los medios conservadores tradicionales, como la cadena FOX News. Considera un ¡°fraude¡± y ¡°s¨ªmbolo de la desposesi¨®n blanca¡± al reverendo negro Martin Luther King, el icono del movimiento de los derechos civiles en los a?os sesenta. Ha dicho que su ¡°sue?o¡± es una ¡°nueva sociedad, un estado ¨¦tnico que ser¨ªa un punto de encuentro para todos los europeos¡±.

La derecha alternativa es un concepto vago, lo que atrae desde fundamentalistas religiosos a blancos. Pero existen dos pilares: la oposici¨®n a la inmigraci¨®n como amenaza al predominio demogr¨¢fico blanco y al establishment pol¨ªtico. ¡°Rechazan expl¨ªcitamente el conservadurismo moderno porque creen que los conservadores convencionales no abogan por los intereses de la gente blanca como grupo¡±, se?ala la Liga Antidifamaci¨®n.

La irrupci¨®n de Trump como outsider en el universo conservador conecta con el sentir de la alt-right. La web Breitbart News, con su periodismo pol¨ªticamente incorrecto, se present¨® el a?o pasado como la ¡°plataforma¡± de la derecha alternativa. Trump contrat¨® como jefe de campa?a y ahora como su futuro estratega jefe en la Casa Blanca a Steve Bannon, el presidente de la web. ¡°La alt-right cree que alg¨²n tipo de separaci¨®n entre la gente es necesaria para que una cultura sea preservada¡±, reza un manifiesto publicado en marzo en Breitbart. Esa separaci¨®n ser¨ªa racial y religiosa.

Neonazis

El presidente del Partido Nazi estadounidense, Rocky Suhayda, ha calificado la victoria de Trump como el despertar de la gente blanca. ¡°La Am¨¦rica blanca no es el cad¨¢ver que cre¨ªan que era¡±, escribi¨® en la p¨¢gina web del grupo al d¨ªa despu¨¦s de las elecciones del 8 de noviembre. En la web, entre reproches a negros y jud¨ªos, se advierte de que ¡°solo¡± es blanca el 23% de la poblaci¨®n estadounidense menor de 18 a?os. ¡°?Te incomodan estos datos? Deber¨ªan¡±, se lee.

El partido se fund¨® en 1959, a los 14 a?os de la ca¨ªda del r¨¦gimen de Adolf Hitler en Alemania, por un militar estadounidense. Se sabe muy poco de sus actividades. Suhayda se uni¨® al partido en 1967, cuando ten¨ªa 16 a?os, seg¨²n un an¨¢lisis de la publicaci¨®n independiente Mint Press.

Seg¨²n el Southern Poverty Law Center, hay 94 grupos neo nazis en EE UU. Una de las figuras emergentes es Andrew Anglin, nacido en 1984 y fundador de la web Daily Stormer, cuyo nombre proviene de una hoja propagand¨ªstica nazi. La web est¨¢ plagada de referencias nazis y antisemitas, y elogios velados a Trump.

Anglin dijo el pasado abril que, si el republicano ganaba las elecciones, ¡°jud¨ªos, negros y lesbianas¡± se marchar¨ªan de EE UU. ¡°Solo esto es raz¨®n suficiente para poner todo tu coraz¨®n y alma en apoyar a este hombre¡±, esgrimi¨®. Tras las elecciones, describi¨® las deportivas New Balance como los ¡°zapatos oficiales de la gente blanca¡± y la ¡°marca oficial de la revoluci¨®n Trump¡±. El motivo es que, tras la victoria del republicano, New Balance elogi¨® sus posiciones en proteccionismo comercial, lo que le vali¨® cr¨ªticas y aplausos de detractores y partidarios del mandatario electo.

Anglin tampoco esconde su racismo. En 2014, afirm¨®: ¡°Mi problema con los negros es que he llegado a entender que su naturaleza biol¨®gica es incompatible con la sociedad blanca. Y que nunca tendremos paz mientras est¨¦n entre nosotros dado que forman parte de su naturaleza los estallidos irracionales de violencia brutal¡±.

Ku Klux Klan

El Ku Klux Klan, el m¨¢s antiguo y popular grupo de odio de EE UU, no ha escondido su apoyo a Trump antes y despu¨¦s de las elecciones. Su diario oficial fue de los pocos que respaldaron al republicano antes de su victoria. Sac¨® en su portada un editorial de respaldo a Trump en que esgrim¨ªa que Am¨¦rica se hizo grande, en una referencia al lema del candidato, como una ¡°rep¨²blica blanca y cristiana¡±. La campa?a del republicano deplor¨® el editorial.

Tras las elecciones, una filial en Carolina del Norte del Ku Klux Klan ha convocado un acto de celebraci¨®n de la victoria presidencial con el lema: ¡°Trump = la raza de Trump une a mi gente¡±. David Duke, exl¨ªder del grupo, se atribuy¨® como propia la victoria del republicano. ¡°Nuestra gente tuvo un papel enorme en la elecci¨®n de Trump¡±, escribi¨® en Twitter Duke, que dijo que la victoria era uno de los momentos ¡°m¨¢s emocionantes¡± de su vida. Durante la campa?a, Trump declin¨® inicialmente rechazar el apoyo de Duke. Lo acab¨® haciendo cuando el asunto se convirti¨® en una pol¨¦mica medi¨¢tica.

Fundado en 1865 como una organizaci¨®n con lazos cristianos, el Ku Klux Klan est¨¢ mermado por problemas internos y judiciales desde los a?os setenta. Su ¨²ltimo apogeo fue una d¨¦cada antes con sus ataques a negros en un intento de frenar el movimiento de derechos civiles en el sur del pa¨ªs que acab¨® oficialmente con la segregaci¨®n racial. Los 190 grupos que usan el nombre de Klan cuentan con entre 5.000 y 8.000 miembros, seg¨²n el Southern Poverty Law Center.