El Asad da un vuelco a la guerra al recuperar un tercio del Alepo rebelde

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¡°Aqu¨ª en Alepo solo quedan los pobres, aquellos que no tienen ad¨®nde ir¡±

La tregua del f¨²tbol que no pudo ser en Alepo

?Sirven para algo 24 horas de tregua en Alepo?

Bachar el Asad empieza a ver hecha realidad su estrategia de apoderarse de las grandes ciudades ¡ªla llamada Siria ¨²til, donde habitan las dos terceras partes de la poblaci¨®n¡ª, mientras arrincona a los rebeldes en ¨¢reas rurales. Las tropas gubernamentales han culminado un avance que pone de relieve la fragilidad de las milicias de la oposici¨®n para seguir contando con influencia sobre las clases medias urbanas.

Con la reconquista de los distritos de Sakhur y Haidaria en el noreste de Alepo ¡ªconfirmada por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos y reconocida por jefes de la insurgencia¡ª, el r¨¦gimen ha vuelto a poder enlazar el aeropuerto con el centro de la ciudad mientras deja aislados a unos 8.000 combatientes en bolsas de asedio incomunicadas. Una fuente militar revel¨® a Reuters que ha quedado abierto un estrecho corredor para que los combatientes rebeldes que a¨²n resisten en el noreste huyan hacia el sureste. La poblaci¨®n civil est¨¢ respondiendo a la mayor derrota sufrida por los insurgentes en Alepo con un ¨¦xodo sin precedentes hacia zonas m¨¢s seguras bajo control gubernamental o del Frente Sirio Democr¨¢tico, coalici¨®n encabezada por milicias kurdas.

Las Unidades de Protecci¨®n del Pueblo (YPG en sus siglas en kurdo), respaldadas por Estados Unidos en su pugna con el ISIS y con una actitud neutral frente al Ej¨¦rcito, han aprovechado el desconcierto para ampliar su territorio en el norte de la ciudad con la ocupaci¨®n de los barrios de Halak y Bustan al Basha, reci¨¦n abandonados por las milicias islamistas rebeldes. Las fuerzas gubernamentales ya se hab¨ªan apoderado el s¨¢bado del distrito oriental de Hanano, y el domingo reconquistaron los barrios colindantes de Jabal Badro y Baidin.

Para el r¨¦gimen de Damasco, que se est¨¢ apresurando a consolidar sus avances mediante el desminado del frente y la retirada de bombas trampa, la victoria en el noreste de Alepo representa el ¨¦xito de una campa?a iniciada este verano. Las fuerzas de El Asad cortaron a mediados de julio?la principal l¨ªnea de suministro de los insurgentes desde Turqu¨ªa, a trav¨¦s de la llamada carretera Castelo (noroeste). Desde entonces, m¨¢s de 250.000 civiles (entre ellos 100.000 ni?os) han permanecido cercados en el frente oriental de Alepo, donde Naciones Unidas no ha podido hacer llegar convoyes con ayuda humanitaria. El mediador de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, y el coordinador de la ayuda internacional, Jan Egeland, reconoc¨ªan la semana pasada en Ginebra que los v¨ªveres ya se han agotado.

A pesar del contraataque lanzado a finales de agosto ¡ªtras abrir un nuevo frente en el ¨¢rea de Ramusa (suroeste)¡ª, las milicias rebeldes no pudieron reabrir la comunicaci¨®n con el exterior para poder recibir refuerzos y rearmarse. La ruptura de la tregua apadrinada el pasado septiembre por Estados Unidos y Rusia solo vino a confirmar la determinaci¨®n del presidente El Asad de reconquistar Alepo a cualquier precio.

La estrategia de Homs

Los misiles de sus cazas y las bombas de barril arrojadas desde sus helic¨®pteros han arrasado barrios enteros en una estrategia militar que fue anticipada hace dos a?os contra los insurgentes de Homs, en el centro del pa¨ªs. Aunque Mosc¨² niega estar interviniendo en los bombardeos a¨¦reos sobre Alepo, la oposici¨®n insiste en denunciar la participaci¨®n de la aviaci¨®n rusa en los ataques.

El Asad no est¨¢ luchando solo en la batalla de Alepo. A las unidades de ¨¦lite sirias con carros de combate y artiller¨ªa se han sumado miles de combatientes chi¨ªes procedentes de Ir¨¢n (Guardianes Revolucionarios), L¨ªbano (Hezbol¨¢) o Irak (milicias).La falta de suministro de armas y municiones desde la cercana Turqu¨ªa, el agotamiento de las reservas de alimentos y el colapso de los centros sanitarios tras los ¨²ltimos ataques han forzado el mayor repliegue rebelde registrado hasta hoy en Alepo.

Ha quedado patente en la batalla por la que fue capital econ¨®mica de Siria el respaldo pleno al r¨¦gimen de dos aliados de El Asad. Rusia, que se despleg¨® hace un a?o para proteger sus bases en el Mediterr¨¢neo, ha venido a Oriente Pr¨®ximo para quedarse. Ir¨¢n, que persigue la supremac¨ªa regional frente a las potencias musulmanas sun¨ªes, ampl¨ªa tambi¨¦n su espacio vital.

Arabia Saud¨ª y las monarqu¨ªas del Golfo han apoyado a los rebeldes con armas y dinero, pero no han intervenido sobre el terreno. Queda por ver cu¨¢l ser¨¢ la posici¨®n de Turqu¨ªa, que ya ha desplegado tropas contra el Estado Isl¨¢mico en el noreste de Siria.

EE UU, mientras tanto, asiste a la transici¨®n desde la Administraci¨®n dem¨®crata de Barack Obama, que ha ayudado sin entusiasmo a los insurgentes, a la republicana de Donald Trump, quien no se ha mostrado partidario de seguir rearmando a los rebeldes.

Desde que se inici¨® la actual ofensiva del Ej¨¦rcito, el pasado d¨ªa 15, han muerto al menos 225 civiles, seg¨²n un recuento efectuado por el Observatorio. Los cad¨¢veres que siguen atrapados bajo los escombros a¨²n no han sido contabilizados.