B¨¦lgica y Holanda modifican (pac¨ªficamente) sus fronteras

Pocas veces dos pa¨ªses vecinos se avienen a modificar por las buenas sus fronteras. B¨¦lgica y Holanda han dado una lecci¨®n de civismo este lunes al firmar un tratado por el que cada pa¨ªs cede al otro una peque?a parte de terreno fronterizo. El resultado es una p¨¦rdida neta de 10 hect¨¢reas terrestres para B¨¦lgica. ¡°En nuestra ¨¦poca, en la Uni¨®n Europea, eso no debe tener importancia¡±, relativiza Marcel Neven, alcalde de Vis¨¦, la localidad belga afectada por la modificaci¨®n, en declaraciones al diario franc¨®fono Le Soir. Los reyes holand¨¦s y belga han solemnizado el acuerdo con un acto conjunto en ?msterdam.

Aunque el impacto es muy limitado y obedece a razones geogr¨¢ficas, se trata del segundo cambio de fronteras entre pa¨ªses comunitarios desde la Segunda Guerra Mundial (el primero fue en 1990, con la reunificaci¨®n alemana; tambi¨¦n cambiaron las lindes en 1993 por la separaci¨®n entre la Rep¨²blica Checa y Eslovaquia, pero entonces estos territorios no formaban parte de la UE). Eso confiere simbolismo pol¨ªtico a la modesta correcci¨®n fronteriza entre los dos territorios.

El cambio permite a ambos pa¨ªses saldar un problema que arrastran desde el siglo XIX (y muy particularmente, desde los a?os sesenta). Cuando B¨¦lgica se independiz¨® de Holanda, en 1830, y dej¨® de ser parte de los Pa¨ªses Bajos, los dos Estados acordaron un reparto de terrenos que Holanda rechaz¨®. Pocos a?os despu¨¦s se firm¨® un nuevo tratado que situaba las fronteras teniendo en cuenta el curso del r¨ªo Meuse. Pero en los a?os sesenta unos trabajos para facilitar la navegaci¨®n de este r¨ªo modificaron los meandros, lo que situ¨® del lado belga unos terrenos que eran holandeses ante la ley y en Holanda unas hect¨¢reas de dominio belga.

Los terrenos no eran accesibles por v¨ªa terrestre desde el pa¨ªs al que legalmente pertenec¨ªan. El resultado fue que ninguno de los dos Estados se ocup¨® propiamente de esos terrenos. El enclave holand¨¦s en B¨¦lgica se deterior¨® (con problemas de drogas, altercados, fiestas ilegales¡­). Pero para cualquier acceso, las autoridades belgas deb¨ªan pedir permiso a las holandesas. A partir de ahora, el territorio (tres hect¨¢reas) ser¨¢ propiamente belga, enclavado en el municipio de Vis¨¦. Y Holanda recuperar¨¢ 13 hect¨¢reas de tierra, adem¨¢s de otras 20 o 30 del agua del r¨ªo, en las localidades de Eijsden-Margraten y Maastricht.

El pacto ha quedado ya sellado por los dos ministros de Exteriores y la bendici¨®n de la realeza. Pero no entrar¨¢ en vigor hasta el d¨ªa 1 de enero siguiente a la ratificaci¨®n del acuerdo por parte de los Parlamentos nacionales de ambos pa¨ªses. Con el a?o 2016 ya en su recta final, las nuevas fronteras no se ver¨¢n oficialmente reconocidas al menos hasta 2018.