Luis Alberto Monge, expresidente de Costa Rica
El mandatario tuvo relaci¨®n directa con Fidel Castro y luego fue aliado de Reagan
El ¨²ltimo redactor de la Constituci¨®n de Costa Rica de 1949 y presidente del pa¨ªs centroamericano entre 1982 y 1986, Luis Alberto Monge ?lvarez, muri¨® la medianoche del martes, cuatro d¨ªas despu¨¦s del fallecimiento de Fidel Castro. La correlaci¨®n temporal no es fortuita. Monge fue quien, como secretario de una organizaci¨®n internacional de dirigentes sindicalistas, conoci¨® en M¨¦xico al entonces opositor de la dictadura de Fulgencio Batista y lo invit¨® a Costa Rica en 1956, recuerda a EL PA?S Francisco Morales, amigo ¨ªntimo y socio pol¨ªtico de toda la vida del exgobernante. En San Jos¨¦ present¨® a Castro al entonces mandatario Jos¨¦ Figueres Ferrer, quien luego enviar¨ªa el primer contingente de armas a Sierra Maestra, una ayuda determinante para encauzar la Revoluci¨®n cubana. Luego Monge y Figueres la criticar¨ªan con dureza por su tendencia comunista, hasta el punto de que el primero llegar¨ªa incluso al extremo de ser un aliado de Ronald Reagan en la regi¨®n en los ochenta.
Monge, nacido en 1925 sin pap¨¢ ni alcurnia en el pueblo de Palmares (en el oeste del Valle Central) se pas¨® su vida pol¨ªtica aplicando un malabarismo que ahora, un mes antes de cumplir 91 a?os, imposibilita situarlo en la derecha o en la izquierda. El ejemplo con m¨¢s resonancia internacional fue la declaratoria de ¡°neutralidad perpetua, activa y no armada¡± de Costa Rica, emitida el 17 de noviembre de 1983, como aparente distancia frente a los conflictos armados centroamericanos, a pesar de que su gobierno colabor¨® con el amigo Reagan y, por tanto, con las fuerzas contrarrevolucionarias de Nicaragua que en ese momento intentaban sacar del poder a los sandinistas dirigidos por Daniel Ortega.
¡°Fue una estrategia que se sac¨® de la manga¡±, recuerda Francisco Morales, entonces ministro de Agricultura, a pesar de que en 2014 los diputados elevaron la declaratoria de neutralidad a rango de ley. Esa decisi¨®n le permit¨ªa continuar su activismo antisandinista de la mano de Reagan sin parecer tampoco demasiado entregado a EE UU. Argucia o no, era una medida que casaba a la perfecci¨®n con el discurso pacifista de Costa Rica, que desde 1948 hab¨ªa abolido el Ej¨¦rcito.
Tampoco quer¨ªa Monge desairar a las corrientes neoliberales a las cuales abr¨ªa la puerta con programas de reformas econ¨®micas para levantar al pa¨ªs de una grave crisis que sufri¨® durante el gobierno de Rodrigo Carazo (1978-1982). Impuls¨® programas de ajuste estructural a cambio de cr¨¦ditos internacionales para apalancar la recuperaci¨®n junto a la promoci¨®n del cooperativismo y de pol¨ªticas de impulso agr¨ªcola acordes con el lema ¡°volvamos a la tierra¡± de su campa?a electoral. Ah¨ª estaba el exsindicalista, el mismo que como diputado promovi¨® la creaci¨®n del aguinaldo para la clase trabajadora, abriendo las ventanas al Consenso de Washington.
¡°Luis fue anticomunista, defensor de la democracia y admirador de Israel, m¨¢s que los mismos israelitas¡±, recuerda Morales. Su ¨²ltima esposa fue Doris Yankelewitz, jud¨ªa. Cuando en su campa?a presidencial fracasada de 1978 le criticaron su inestabilidad marital y le preguntaban por cu¨¢ntas esposas hab¨ªa tenido, ¨¦l respond¨ªa: ¡°preg¨²ntenle eso a Armando Arauz¡± (el abogado que se encargaba de sus divorcios).
En 2007, Monge cay¨® enfermo y casi no opinaba m¨¢s que para apoyar de palabra las diferentes candidaturas presidenciales, en dos casos las de sus sobrinos Rolando y Johnny Araya Monge. La sencillez de su personalidad, su extracci¨®n campesina y hasta su falta de estudios universitarios, le hicieron ganarse el cari?o popular por encima de los rivales y de los cuestionamientos por corrupci¨®n que tambi¨¦n quedaron despu¨¦s de su mandato.
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