Entre Fidel, Mitterrand y Felipe Gonz¨¢lez
Todas las comparaciones son odiosas, pero equiparar a dos genuinos personajes, constructores de la Europa moderna, defensores a ultranza de la democracia, de las instituciones pol¨ªticas, de los derechos universales del hombre y de la voluntad popular, amantes de la libertad de expresi¨®n, luchadores incansables de la creaci¨®n de empleos y de la generaci¨®n de riqueza nacional, escrupulosos protectores de los intereses de los excluidos de la evoluci¨®n econ¨®mica, social y cultural, aut¨¦nticos socialistas, con un s¨¢trapa como Fidel Castro, constituye un atentado en contra de la inteligencia, de la raz¨®n y de la obviedad.
Felipe cancel¨® empresas quebradas y anacr¨®nicas, extendi¨® cr¨¦ditos p¨²blicos y privados de cara a la introducci¨®n de avances tecnol¨®gicos destinados a aumentar la productividad con el objetivo de hacerlas m¨¢s competitivas, en el entendido que a m¨¢s empresas sanas, m¨¢s empleos, m¨¢s consumo de productos nacionales, m¨¢s equilibrio social, m¨¢s divisas, m¨¢s utilidades, m¨¢s recaudaci¨®n tributaria en todos los niveles de gobierno, m¨¢s crecimiento econ¨®mico y m¨¢s capitalizaci¨®n: unas empresas fuertes hablan de un fisco fuerte y por ende, de un pa¨ªs fuerte al contar con m¨¢s presupuesto p¨²blico para construir m¨¢s obras de infraestructura, dotar con m¨¢s y mejores servicios a la comunidad, m¨¢s y mejores sistemas de impartici¨®n de justicia, m¨¢s solidez institucional, m¨¢s y mejor educaci¨®n, m¨¢s democracia, m¨¢s desarrollo pol¨ªtico, m¨¢s certeza y oportunidades de negocios para los inversionistas nacionales y extranjeros, m¨¢s posibilidades de abrazar m¨¢s proyectos sociales, culturales y econ¨®micos y a la inversa.
Su ¨¦xito m¨¢s notable que dispar¨® la econom¨ªa espa?ola, adem¨¢s de la revoluci¨®n educativa, fue la inserci¨®n de su pa¨ªs en la as¨ª llamada Comunidad Econ¨®mica Europea. Resultaron afectadas las sobredimensionadas empresas p¨²blicas heredadas del franquismo. La "reconversi¨®n industrial" inclu¨ªa la privatizaci¨®n de empresas p¨²blicas, as¨ª como fuertes inversiones en infraestructura como una red de autov¨ªas y de autopistas, as¨ª como la construcci¨®n de la primera l¨ªnea de ferrocarril de alta velocidad entre Madrid y Sevilla, entre otros sorprendentes avances durante su hist¨®rica administraci¨®n.
Francois Mitterrand, en dos palabras y media, otro revolucionario socialista, ejecut¨® diversas reformas sociales, liberaliz¨® la radio y la televisi¨®n, aument¨® el salario m¨ªnimo para asegurar la supervivencia incluso de los desempleados e increment¨® la ayuda familiar, regulariz¨® masivamente a los inmigrantes "sin papeles" para incorporarlos al mercado de trabajo, instaur¨® una quinta semana de vacaciones pagadas, redujo la semana laboral de 39 horas y adelant¨® la edad de jubilaci¨®n a los 60 a?os, adem¨¢s de haber derogado la pena de muerte, despenalizado la homosexualidad y disminuido la duraci¨®n del servicio militar a 10 meses.
?Y Castro era de izquierda? Castro fue un tirano represor. Asesin¨®, o si se desea, fusil¨® a sus opositores, impidi¨® durante m¨¢s de medio siglo la celebraci¨®n de elecciones democr¨¢ticas, destruy¨® la econom¨ªa de Cuba, acab¨® con los empleos productivos de las empresas privadas, burocratiz¨® la econom¨ªa con recetas sacadas del bote de la basura, extingui¨® la libertad de expresi¨®n e impuso la obligaci¨®n de callar so pena de morir en un pared¨®n o de optar por huir en una balsa a Estados Unidos con el peligro de perecer ahogados en el mar Caribe. Ni Gonz¨¢lez ni Mitterrand dispon¨ªan ni deseaban una polic¨ªa secreta ni eran la encarnaci¨®n del embuste y del atraso ni representaban al poder judicial, al ejecutivo y al legislativo conjuntamente. Siempre pelearon por las garant¨ªas individuales.
Quienes hoy lloran al tirano caribe?o en el fondo ocultan tendencias tir¨¢nicas inconfesables. ?Fidel Castro era un pol¨ªtico de izquierda digno de ser imitado? Por supuesto que la historia no lo absolver¨¢, sino que lo condenar¨¢ por haber destruido generaciones de cubanos, gente noble y c¨¢lida que todav¨ªa no se ha liberado de la tiran¨ªa castrista. Al final cabe una pregunta: ?Existen las culpas absolutas? Si la pregunta es v¨¢lida, porque alguna responsabilidad deben tener los cubanos en la pat¨¦tica duraci¨®n de la tiran¨ªa, la comparaci¨®n de Fidel con Felipe Gonz¨¢lez y con Francois Mitterand, asimilando a los tres como hombres de izquierda, constituye un atentado en contra de la raz¨®n m¨¢s primitiva, adem¨¢s de una violenta negaci¨®n de la m¨¢s elemental evidencia. ?Que Castro jam¨¢s descanse en paz!
@fmartinmoreno
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.