El Congreso de Colombia refrenda el acuerdo de paz con las FARC
El Gobierno podr¨¢ iniciar la implementaci¨®n de lo acordado despu¨¦s de cuatro a?os de negociaciones
El Congreso de Colombia refrend¨® este mi¨¦rcoles el segundo acuerdo de paz firmado por el Gobierno y las FARC la pasada semana en Bogot¨¢. Despu¨¦s de dos maratonianas sesiones, en el Senado el martes y en la C¨¢mara de Representantes un d¨ªa despu¨¦s, cargadas de debates acalorados entre los defensores y los detractores del pacto, se consuma el paso necesario para implementar los acuerdos que ponen fin a m¨¢s de 52 a?os de guerra.
Los debates de esta semana fueron una continuaci¨®n de lo que han sido los ¨²ltimos cuatro a?os de negociaciones entre el Ejecutivo y la guerrilla. El Gobierno de Juan Manuel Santos cuenta con mayor¨ªa en las dos c¨¢maras del Congreso, por lo que la refrendaci¨®n del nuevo texto, como todas las medidas que se han tomado estos a?os referentes al proceso de paz, era un hecho. El Senado respald¨® el acuerdo con 75 votos a favor y ninguno en contra; en la C¨¢mara de Representantes, la victoria fue por 130 votos a favor. Tampoco hubo votos en contra porque como ocurri¨® un d¨ªa antes los representantes del Centro Democr¨¢tico, el partido de ?lvaro Uribe, se ausentaron de la votaci¨®n.
Los cr¨ªticos con el proceso, que abanderaron la victoria del ¡®no¡¯ en el plebiscito del 2 de octubre, encabezados Uribe, mantuvieron su posici¨®n de rechazo frontal al acuerdo, pese a que se han incluido algunas de las objeciones que hab¨ªan hecho tras el refer¨¦ndum. Los acuerdos ¡°necesitan de un balance entre paz y justicia, pero en este hay impunidad total¡±, asegur¨® el martes Uribe durante su comparecencia en el Senado, de 40 minutos. Para el exmandatario, que ha pedido un nuevo plebiscito, la refrendaci¨®n del acuerdo por parte del Congreso sustituye el ¡°mandato popular¡±.
Dos meses despu¨¦s, Colombia regresa al escenario que hubiese supuesto una victoria del ?si? en el plebiscito. Lo hace, no obstante, en un ambiente de fractura pol¨ªtica absoluta y de des¨¢nimo generalizado en la poblaci¨®n, dos de los grandes retos a revertir a partir de este jueves, cuando se inicie el proceso de implementaci¨®n de lo pactado con las FARC. Un desaf¨ªo ingente que, c¨®mo no, estar¨¢ repleto de obst¨¢culos. Tambi¨¦n de dudas y de versiones encontradas entre ambas partes.
Santos asegur¨® este mi¨¦rcoles que a partir de ma?ana [por el jueves] comenzar¨ªa el famoso d¨ªa D, es decir, el arranque de la implementaci¨®n. Seg¨²n afirm¨® en un acto militar, ¡°en cinco d¨ªas comienza el desplazamiento de las FARC hacia las Zonas Transitorias Veredales, para que all¨¢ se concentren todos los miembros de las FARC antes del 30 de diciembre. All¨¢ comienza el proceso de desarme. En el D¨ªa D m¨¢s 150, todas las armas de las FARC estar¨¢n en manos de las Naciones Unidas y las FARC dejar¨¢n de existir como grupo armado ilegal. En seis meses tendremos el conflicto totalmente finiquitado¡±.
Las expectativas de Santos chocan con los planteamientos de la guerrilla. Las FARC han sido tajantes a la hora de se?alar que mientras no se apruebe la liberaci¨®n de sus presos, no van a desmovilizarse en esas zonas que estar¨¢n monitoreadas por la misi¨®n de la ONU, encargada de verificar el cese al fuego. ¡°El d¨ªa D inicia despu¨¦s de que se ejecuten las primeras acciones... refrendarse el acuerdo y las primeras leyes de indulto y amnist¨ªa¡±, ha dicho en los ¨²ltimos d¨ªas, entre otros, Pastor Alape, miembro del secretariado de la guerrilla.
Para agilizar los tr¨¢mites de la implementaci¨®n del acuerdo el Congreso aprob¨® hace casi un a?o el llamado Acto Legislativo para la Paz, que concede facultades extraordinarias al presidente para expedir, durante seis meses, decretos relacionados con el proceso de paz. Esas nuevas leyes ser¨¢n tramitadas a trav¨¦s del fast track, un mecanismo especial que requiere de menos debates en el Congreso y que evitar¨ªa que las normas se pospongan un a?o, algo a lo que las FARC no estaban dispuestas, porque consideran que les deja en un limbo jur¨ªdico.
La viabilidad del fast track es uno de los asuntos, otro m¨¢s, sobre los que hay m¨²ltiples versiones y que puede llegar a ser un obst¨¢culo. Al depender de la refrendaci¨®n popular para que sea v¨¢lido, queda ver si la aprobaci¨®n por parte del Congreso es suficiente despu¨¦s del rechazo del plebiscito o, como defiende, el Centro Democr¨¢tico, quedar¨ªa invalidado. Mientras algunos miembros Gobierno se han mostrado cautos hasta que la Corte Constitucional se pronuncie, otros, como el senador Roy Barreras, negociador en la ¨²ltima etapa con las FARC, consideran que el ¡®fast track¡¯ est¨¢ vigente.
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