Renzi pretende aprobar el presupuesto el mi¨¦rcoles y marcharse

Pero, antes de indagar en la pregunta, merece la pena detenerse un momento en el juego pol¨ªtico italiano. La v¨ªa que ha elegido Renzi para que el Senado apruebe los presupuestos r¨¢pidamente es la ¡°cuesti¨®n de confianza al Gobierno", un procedimiento al que ha acudido con frecuencia para evitar el debate. Tiene el inconveniente te¨®rico de que si la mayor¨ªa de los senadores vota en contra, no solo caen los presupuestos, sino tambi¨¦n el Gobierno. En la pr¨¢ctica, Renzi ¨Cque dispone de una exigua mayor¨ªa contando con el Nuevo Centroderecha de Angelino Alfano, su ministro del Interior¡ª ha gobernado desde febrero de 2014 a golpe de cuestiones de confianza.

Y no deja de tener cierta belleza pol¨ªtica que su Gobierno caiga despu¨¦s de recibir la confianza del Senado, precisamente la instituci¨®n milenaria que Renzi pretendi¨® cargarse y que los italianos impidieron. El joven exalcalde de Florencia, cuna de Maquiavelo, ha elegido un hermoso epitafio para sus 1.000 d¨ªas de Gobierno.

La oposici¨®n, aunque satisfecha por la victoria del no en el refer¨¦ndum y por la dimisi¨®n de Renzi, ha criticado la ¨²ltima jugada del primer ministro y se niega a tenderle un puente de plata. Tanto el Movimiento 5 Estrellas como Forza Italia y la Liga Norte pretenden que el Gobierno quite del proyecto de presupuestos algunas partidas con ¡°claro sabor electoral¡± que, seg¨²n denuncian, ¡°Renzi introdujo antes del refer¨¦ndum para ganarse a los ciudadanos¡±. El Gobierno tiene de margen hasta el 31 de diciembre para aprobar los presupuestos. El a?o pasado lo hizo el d¨ªa 28.

La aprobaci¨®n de los presupuestos consentir¨¢ a Renzi formalizar su renuncia ante el presidente Mattarella, que iniciar¨¢ entonces su ronda de contactos con los distintos partidos para buscar un primer ministro de transici¨®n que consiga conducir al pa¨ªs de la forma m¨¢s estable posible hasta las pr¨®ximas elecciones. Y, a partir de aqu¨ª, todo son conjeturas. Empezando por qui¨¦n ser¨¢ el candidato elegido por Sergio Mattarella ¨Cel ministro Pier Carlo Padoan parece seguir siendo el mejor colocado, aunque tambi¨¦n se habla del presidente del Senado, Pietro Grasso¡ª, siguiendo por la fecha de las elecciones y continuando por qu¨¦ ley electoral se utilizar¨¢. Hay que tener en cuenta que el Gobierno de Matteo Renzi aprob¨® una ley electoral ¨Cllamada Italicum¡ª enfocada a dar mayor estabilidad a los Gobiernos garantizando un premio de mayor¨ªa ¨Cel 55% de los esca?os¡ªa la lista que superase el 40% de los votos y contemplando la posibilidad de una segunda vuelta en el caso de que ning¨²n partido alcanzase ese umbral.

El problema es que el Italicum fue construido como un complemento de la reforma del Senado rechazada por los ciudadanos el domingo. De tal forma, el Tribunal Constitucional tendr¨¢ que decidir en enero si en las pr¨®ximas elecciones los italianos podr¨¢n utilizar el Italicum para elegir la C¨¢mara de Diputados mientras que para elegir la composici¨®n del Senado habr¨¢ que recurrir a la antigua ley ¨Cconocida por Porcellum, ¡°cerdada¡±¡ªque ha sido declarada inconstitucional en parte. Un l¨ªo muy italiano y muy dif¨ªcil de entender incluso para buena parte de los italianos.

Entonces, ?por qu¨¦ tiene tanta prisa en marcharse? Ni los analistas ni los peri¨®dicos se ponen de acuerdo. El todav¨ªa primer ministro se ha encerrado en el silencio. M¨¢s que de inestabilidad, hay sensaci¨®n de vac¨ªo. Italia no tiene primer ministro ni oposici¨®n con capacidad de sustituirlo. Por tanto, no conviene dar por amortizado a Matteo Renzi.

El todav¨ªa primer ministro sigue siendo secretario general del Partido Democr¨¢tico (PD), y aunque la derrota del domingo fue muy dura, tambi¨¦n es cierto que el panorama pol¨ªtico italiano no anda sobrado de l¨ªderes capaces de reunir por s¨ª solos el 40% de los votos. Ni en el PD ni en la oposici¨®n. Aunque a¨²n no ha hablado expresamente de sus planes de futuro, los peri¨®dicos italianos aseguran que Renzi ya est¨¢ trabajando para que, tras su dimisi¨®n, se constituya un Gobierno de ¡°responsabilidad nacional¡± con representaci¨®n de todos los partidos. El objetivo ser¨ªa sacar adelante una nueva ley electoral y convocar elecciones la pr¨®xima primavera. O sea, justo lo contrario de lo que ha hecho hasta ahora. Durante su Gobierno, Renzi no trat¨® de tender puentes ni con los cr¨ªticos de su partido ni con la oposici¨®n. Ni mucho menos buscar en las urnas la legitimidad democr¨¢tica que le faltaba para emprender las delicadas reformas constitucionales. Ahora se ver¨¢ si aprendi¨® de la derrota.