Entre Putin y Trump

Ocurri¨® recientemente y no es una an¨¦cdota intrascendente. Vlad¨ªmir Putin entregaba en una ciudad rusa los premios de un concurso escolar de geograf¨ªa. El presidente ruso se dirigi¨® al peque?o Timofey Tsoi, de nueve a?os, ge¨®grafo en ciernes, y le pregunt¨® d¨®nde acababa la frontera de Rusia. El ni?o respondi¨®: ¡°En el estrecho de Bering que nos separa de Estados Unidos¡±. Putin corrigi¨® al asombrado muchacho: ¡°Rusia no tiene fronteras limitadas¡±. Putin bromeaba solo a medias.

Donald Trump pone en duda la doctrina de la OTAN de acudir en ayuda de sus aliados si sufren alguna agresi¨®n por parte de Rusia. No es descabellado pensar que el nuevo presidente de EE UU sea despertado por su consejero de Seguridad Nacional, en plena madrugada, para anunciarle alg¨²n tipo de acci¨®n sorpresa de Mosc¨² en uno de los peque?os pa¨ªses b¨¢lticos, para garantizar la seguridad de los nacionales rusos. ?Qu¨¦ har¨ªa Trump, que ha declarado su admiraci¨®n por Putin y su forma autoritaria de gobierno? ?Y los europeos miembros de la OTAN, Alemania, Francia o Italia, donde la mayor¨ªa de la opini¨®n p¨²blica cre¨ªa, el pasado a?o, que no deb¨ªan acudir en ayuda de un pa¨ªs del este de Europa, aliado de la OTAN, si este era atacado por Rusia? La Rusia de Putin, empobrecida a pesar de su riqueza en petr¨®leo y gas, pero capaz de inmiscuirse en las elecciones americanas, o interferir mediante ciberataques, propagando desinformaci¨®n, en las cruciales elecciones alemanas de 2017, conserva un arsenal nuclear aun capaz de destruir buena parte de EE UU.

El expediente Putin, que no es un loco imprevisible, pero que quiere devolver el orgullo nacional a los rusos, lavando la humillaci¨®n sufrida tras la implosi¨®n de la URSS, es el m¨¢s importante para la nueva Casa Blanca. Y sin duda tambi¨¦n para los pa¨ªses de la UE. Putin apoya los populismos europeos y financia al Frente Nacional de Marine Le Pen en Francia. Persigue la erosi¨®n de nuestros valores y la divisi¨®n de Europa. El doble Brexit angloamericano est¨¢ acelerando la destrucci¨®n de Occidente, en opini¨®n del historiador brit¨¢nico sir Michael Howard. Nuestro mundo, que ¡°quiz¨¢s solo fuera una burbuja en el oc¨¦ano¡±. Europa debe preguntarse a d¨®nde va frente a la Am¨¦rica de Trump, la China de Xi Jinping, la Rusia de Putin, o la Turqu¨ªa de Erdogan.

Ante el previsible repliegue de EE UU (¡°Am¨¦rica primero¡±), ?qui¨¦n contendr¨¢ a Rusia si es necesario? La UE, desmadejada, en su peor momento hist¨®rico, se encuentra en la pinza formada por Trump y Putin. La eventual elecci¨®n de Fran?ois Fillon a la presidencia de Francia en primavera presagia la b¨²squeda de una acomodaci¨®n con Rusia, que tambi¨¦n se presiente en Alemania. Una suerte de nueva ostpolitik, una posici¨®n de equilibrio europeo entre el Este y el Oeste, seg¨²n explica The Economist en un reciente ensayo. Acomodarse a la idea de que Rusia tiene una esfera privilegiada de influencia sobre pa¨ªses que estuvieron bajo el manto imperial de la URSS y que luego escaparon de la dominaci¨®n sovi¨¦tica. Nada diferente a un nuevo Yalta.