Al menos 23 muertos en un atentado junto a la catedral cristiana copta de El Cairo
Una bomba ha estallado junto a una de las puertas del complejo religioso
Al menos 23 personas fallecieron y otras 49 resultaron heridas de diversa gravedad el domingo por la ma?ana a causa de la explosi¨®n de una bomba de gran potencia en una iglesia de El Cairo, seg¨²n ha informado el ministerio de Sanidad egipcio. El artefacto estall¨® en la secci¨®n dedicada a las mujeres de la iglesia de San Pedro y San Pablo, adyacente a la catedral de San Marcos, sede del patriarca de la Iglesia Ortodoxa Copta, la principal confesi¨®n cristiana del pa¨ªs. Este es el ataque m¨¢s violento padecido durante las ¨²ltimas a?os por la minor¨ªa cristiana copta, que representa aproximadamente un 10% de la poblaci¨®n egipcia, y se a?ade al continuo degoteo de atentados perpetrados por la insurgencia islamista desde verano de 2013.
La bomba deton¨® aproximadamente a las 10.00 (9.00 hora de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica), con el templo repleto de fieles y mientras se celebraba la tradicional misa dominical. De acuerdo con fuentes de la polic¨ªa citadas en los medios locales, el explosivo estaba compuesto por 12 kilos de TNT. De momento, ning¨²n grupo ha reivindicado la acci¨®n, pero todo apunta a que se trata de alg¨²n grupo islamista. Los coptos han sido anteriormente v¨ªctimas de ataques por su apoyo al presidente del pa¨ªs, e? mariscal Abdelfat¨¢ al Sisi, que lidera una cruzada contra el islamismo.
En un v¨ªdeo que circul¨® ampliamente por las redes sociales, se pod¨ªa ver c¨®mo la bomba revent¨® varias ventanas de la iglesia e incluso provoc¨® desperfectos en el techo. El suelo del recinto se llen¨® de escombros y manchas de sangre. "Tan pronto como el cura nos inst¨® a preparar la plegaria, sucedi¨® la explosi¨®n ... El polvo cubri¨® la sala y buscaba la puerta, pero no pod¨ªa ver nada ... Al final, pude salir en mitad de gritos, hab¨ªa mucha gente tirada en el suelo ", explic¨® a Reuters Emad Shukri, un testigo del atentado.
La polic¨ªa enseguida acordon¨® las inmediaciones de la catedral, donde se congregaron decenas de personas. De acuerdo con varios testimonios, se produjeron algunas escenas de tensi¨®n con la polic¨ªa y algunos conocidos periodistas oficialistas. Los concentrados expresaron su frustraci¨®n por la falta de protecci¨®n policial del recinto, y se llegaron a escuchar gritos contra el Gobierno, algo poco habitual en la era de al Sisi, caracterizada por una f¨¦rrea represi¨®n de cualquier disidencia.
En un comunicado p¨²blico, el mariscal al Sisi decret¨® tres d¨ªas de duelo oficial y censur¨® un acto que inscribi¨® en "la guerra del gran pueglo egipcio contra el terrorismo"."Esto solo reforzar¨¢ la determinaci¨®n y cohesi¨®n de Egipto para hacer frente a estas circunstancias", reza la nota. Tanto los representantes de la Iglesia Copta como de la Universidad del Azhar, la instituci¨®n religiosa musulmana m¨¢s importante del pa¨ªs, condenaron en¨¦rgicamente este ataque sectario.
Un insurgencia islamista plural
El atentado sucede tan solo dos d¨ªas despu¨¦s de que otra bomba provocara la muerte de seis polic¨ªas que estaban apostados en un puesto de control en una avenida que conduce a las Pir¨¢mides de Guiza, al oeste de El Cairo. La acci¨®n fue reivindicada por un oscuro grupo llamado Movimiento de los Brazos de Egipto-Hasm (¡°Determinaci¨®n¡±). Durante los ¨²ltimos meses, esta banda terrorista ha realizado diversos atentados, siempre dirigidos contra agentes de las fuerzas de seguridad o altos cargos del Estado, como el ex muft¨ª Al¨ª Gomaa.
Desde el golpe de Estado de 2013, en el que fue derrocado el presidente islamista Mohamed Morsi, Egipto sufre de forma continuada los golpes de una variopinta insurgencia de inspiraci¨®n islamista que ha provocado cientos de v¨ªctimas mortales. Sin duda, el grupo m¨¢s mort¨ªfero es Wilaya Sina (provincia del Sina¨ª), que abandon¨® su antiguo nombre, Ansar Bait al Maqdis, cuando pas¨® a integrarse al autodenominado Estado Isl¨¢mico, en 2014. Si bien Wilaya Sina ha realizado alg¨²n atentado en El Cairo, su feudo y principal escenario de actuaci¨®n es la pen¨ªnsula del Sina¨ª.
Junto a este grupo, existe una nebulosa de peque?as organizaciones que act¨²an de forma discontinua, y que suelen reivindicar sobre todo los ataques en la zona metropolitana de El Cairo. Entre ellas, figura el Movimiento de los Brazos de Egipto-Hasm. Seg¨²n las autoridades, estos grupos est¨¢n controlados por los Hermanos Musulmanes, el movimiento del ex presidente Morsi, algo que la Hermandad siempre ha negado. Habitualmente, el blanco de los ataques terroristas son las fuerzas de seguridad, si bien el atentado m¨¢s brutal hasta la fecha fue el derribo de un avi¨®n de pasajeros ruso en la provincia del Sina¨ª, que provoc¨® la muerte de 225 personas, la mayor¨ªa turistas.
Se agrieta el apoyo de los coptos a Al Sisi
El atentado en la iglesia de San Pedro y San Pablo es el m¨¢s grave acto de violencia padecido? desde hace d¨¦cadas por la comunidad cristiana copta, que ha sido discriminada por los diversos r¨¦gimenes que se han sucedido en Egipto. Un ataque parecido tuvo lugar en enero del 2011, pocos d¨ªas antes del estallido de la Revoluci¨®n que puso fin a las tres d¨¦cadas de gobierno del dictador Hosni Mubarak. Aunque nunca remitieron, las tensiones sectarias se dispararon despu¨¦s del golpe de 2013, pues la comunidad copta fue se?alada como cabeza de turco por los seguidores de los Hermanos Musulmanes.
A mediados de agosto del 2013, horas despu¨¦s del brutal desalojo del campamento de protesta islamista de Rab¨¢ al Audawia, en el que fallecieron cerca de 1.000 simpatizantes de Morsi, en los feudos islamistas del sur se desat¨® una venganza que se sald¨® con la destrucci¨®n de unas 40 iglesias y diversas propiedades de cristianos. Un mes antes, el patriarca copto, Tawadros II, se hab¨ªa significado en su apoyo a la asonada y lleg¨® a flanquear al Sisi, entonces ministro de Defensa, mientras le¨ªa el comunicado de destituci¨®n de Morsi.
En aquel momento, el apoyo de la comunidad cristiana hacia al Sisi era abrumador. Sin embargo, en los ¨²ltimos meses, este apoyo se ha ido agrietando, sobre todo a ra¨ªz de la aprobaci¨®n de una ley en septiembre sobre la construcci¨®n de iglesias que no satisfaci¨® las hist¨®ricas demandas de las comunidad. "La incapacidad de proteger las iglesias es una violaci¨®n del contrato impl¨ªcito entre los coptos y el Estado, y est¨¢ claro que al Sisi no ha cumplido las expectativas de mejorar sus condiciones", explica el analista Wael Eskandar a trav¨¦s de un mensaje electr¨®nico. La ca¨ªda en la popularidad de al Sisi es perceptible tambi¨¦n en otros sectores de la soceidad egipcia, especialmente despu¨¦s de la reciente aplicaci¨®n de un riguroso plan de austeridad.
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