La legalizaci¨®n del cannabis en Uruguay se atasca
La venta en farmacias de la marihuana sufre continuos retrasos
Tres a?os despu¨¦s de voto de la legalizaci¨®n de la marihuana en el Parlamento de Uruguay, el cap¨ªtulo m¨¢s ambicioso de la reforma, la producci¨®n bajo control del Estado y la venta en farmacias, sigue sin ponerse en marcha y el proyecto camina hacia el fracaso. Oficialmente, las autoridades trabajan intensamente en la puesta en marcha de un supuesto dispositivo de gran complejidad. En la pr¨¢ctica, los anuncios sobre la apertura del registro a los consumidores y la venta en establecimientos se suceden: mayo, junio, septiembre¡ y 2017.
Oficialmente tambi¨¦n, las razones del retraso var¨ªan: problemas de seguridad, detalles t¨¦cnicos, resistencia de los farmac¨¦uticos, una huelga en los servicios de correo (donde se har¨ªa el registro de usuarios) y por ¨²ltimo, una especie de aplazo por las pr¨®ximas fiestas navide?as. En el cap¨ªtulo de la seguridad, los campos del Estado situados a unos 100 kil¨®metros de Montevideo est¨¢n custodiados por las fuerzas del orden. Pero habr¨ªan surgido diferencias con las empresas privadas encargadas del cultivo sobre el transporte de la marihuana, ya que la custodia armada pedida por el Gobierno aumenta los costos.
El otro gran problema son las farmacias, el lugar donde supuestamente se expender¨ªa el cannabis. Muchos locales se han negado a aceptar la sustancia, que estar¨ªa presente en Montevideo pero no en todos los departamentos del pa¨ªs. Seg¨²n datos del pasado mes de junio, s¨®lo 50 de las 1.200 farmacias que tiene el pa¨ªs habr¨ªan aceptado.
La ley prev¨¦ que cada usuario registrado pueda retirar 10 gramos semanales con un tope de 40 mensuales, a un precio que ronda el d¨®lar por gramo. La tarifa, pensada para competir con el mercado ilegal, es tambi¨¦n evocada como una dificultad porque dejar¨ªa escaso margen a las empresas que cultivan la marihuana. Pero fuentes de una de las dos empresas concernidas (y seleccionadas entre un grupo de 22 en una licitaci¨®n p¨²blica) confirman que tienen todo listo para salir al mercado: la cosecha fue buena, el cannabis est¨¢ seco y disponible.
De Mujica a Tabar¨¦
La inversi¨®n que hicieron esas compa?¨ªas peligra con el continuo retraso de la implementaci¨®n, pero los responsables de las mismas prefieren mantener el perfil bajo: no aportan datos de p¨¦rdidas, no quieren comunicar cu¨¢ndo estar¨¢ permitida la marihuana si no se vende, tampoco comentan nada sobre el complejo proceso de negociaciones que llevan a cabo con las autoridades.
El secreto y la falta de informaci¨®n son otro de los factores de este ins¨®lito proceso uruguayo, que deb¨ªa traer la transparencia de lo legal al mundo de las drogas. Es del dominio p¨²blico que la iniciativa del expresidente Jos¨¦ Mujica nunca fue del agrado de su sucesor, Tabar¨¦ V¨¢zquez, a pesar de que ambos forman parte del izquierdista Frente Amplio.
Por ello la legalizaci¨®n adopta a veces los contornos de una gran farsa. Uruguay se ha dotado de un Instituto de Regulaci¨®n y Control del Cannabis, dos universidades tienen centros de estudios sobre la cuesti¨®n, Montevideo es sede de congresos y muestras internacionales y hasta se acaba de abrir un Museo del Cannabis, pero lo cierto es que lo ¨²nico que ha funcionado realmente en estos ¨²ltimos tres a?os es el autocultivo. En Uruguay hay registrados actualmente 5.446 autocultivadores, adem¨¢s de 27 clubes cann¨¢bicos, cuya existencia se desarrolla sin mayores incidentes.
Pero, ?ha bajado el consumo de marihuana ilegal?, ?hay cambios en el mercado y en los precios?, ?se venden menos drogas duras como la pasta base, ese derivado de la coca¨ªna que ha destruido a varias generaciones de j¨®venes uruguayos? La falta de implementaci¨®n de la ley hace imposible el balance que deb¨ªa resultar de la primera legalizaci¨®n de la venta y cultivo de marihuana en el mundo.
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