Bruselas eleva la presi¨®n a Polonia pero sin aplicar medidas dr¨¢sticas
Los comisarios europeos planean nuevos avisos tras los ¨²ltimos incidentes en Varsovia
Polonia vulnera cada vez m¨¢s normas democr¨¢ticas sin que la UE sepa c¨®mo afrontarlo. Dos meses despu¨¦s de que venciera el ultim¨¢tum que le dio Bruselas, Varsovia ha ahondado su deriva autoritaria, al restringir el acceso de periodistas al Parlamento y aprobar casi en secreto los presupuestos de 2017 como ¨²ltimos hitos. La Comisi¨®n Europea dar¨¢ el mi¨¦rcoles otro toque de atenci¨®n al pa¨ªs, pero no le retirar¨¢ sus derechos de voto en la UE, como prev¨¦ el procedimiento.
Bruselas mide al mil¨ªmetro cada paso que da con Polonia, la gran potencia del Este. Por una parte, sabe que se juega su credibilidad si no es capaz de penalizar las violaciones del Estado de derecho, uno de los principales pilares de la UE. Por otra, los dirigentes comunitarios admiten que el Gobierno polaco ha utilizado el procedimiento que le lanz¨® la Comisi¨®n el pasado enero para fortalecerse, esgrimiendo su soberan¨ªa nacional y aprobando medidas a¨²n m¨¢s desafiantes para los socios comunitarios.
Tras los disturbios del fin de semana, el presidente de la Comisi¨®n, Jean-Claude Juncker, ha pedido que el caso polaco se trate ma?ana en la reuni¨®n semanal del colegio de comisarios. Juncker est¨¢ ¡°muy preocupado¡± por lo que observa en Varsovia y su n¨²mero dos, Frans Timmermans ¡ªencargado de negociar con el Gobierno polaco¡ª, muy irritado con la deriva de los acontecimientos, seg¨²n las fuentes consultadas. Con ese clima, la Comisi¨®n har¨¢ nuevas llamadas de atenci¨®n, algo que ha hecho en el pasado sin resultado. Pero se inclina por no activar ¡ªal menos de momento¡ª el art¨ªculo 7 del tratado europeo, que contempla despojar a un pa¨ªs de sus derechos de voto cuando incumple los principios comunitarios. Ese es el m¨¢ximo castigo previsto en la UE y nunca se ha aplicado.
Bruselas abri¨® en enero un procedimiento para reconvenir ¡ªy en su caso sancionar¡ª a Polonia por los incumplimientos. El detonante fue la reforma del Tribunal Constitucional, que reduc¨ªa los mandatos del presidente y el vicepresidente y endurec¨ªa la posibilidad de que este ¨®rgano rechazara normas del Gobierno. Ayer expir¨® el mandato del hasta ahora presidente, uno de los s¨ªmbolos de la resistencia al Ejecutivo polaco, sin que Varsovia haya atendido ninguna de las advertencias europeas (ni de la Comisi¨®n ni del Consejo de Europa, organismo que supervisa el cumplimiento de los derechos humanos).
La crisis pol¨ªtica se agrav¨® la semana pasada, cuando el Gobierno de Ley y Justicia (PiS) anunci¨® una medida para limitar la entrada de los periodistas al Parlamento. La iniciativa, otro paso del Ejecutivo nacionalista para controlar a¨²n m¨¢s la informaci¨®n divulgada por los medios, provoc¨® la movilizaci¨®n de la oposici¨®n y de miles de personas que se concentraron ante las puertas del Parlamento. El viernes, cuando los partidos opositores ocupaban la tribuna del hemiciclo como medida de protesta, el presidente de la C¨¢mara orden¨® la votaci¨®n de los presupuestos p¨²blicos para 2017 en una habitaci¨®n contigua, con la ¨²nica presencia del partido del Gobierno.
Un episodio hasta ahora in¨¦dito, que revela la deriva autoritaria del Gobierno nacionalista y euroesc¨¦ptico del PiS, presidido por Beata Szydlo pero dirigido pol¨ªticamente por Jaroslaw Kaczynski ¡ªel l¨ªder del partido¡ª, que desde su llegada al poder hace un a?o ha emprendido una serie de reformas para recortar los derechos civiles, controlar a los medios, purgarlos de periodistas cr¨ªticos, ampliar la vigilancia de la Red o bloquear el Tribunal Constitucional.
Manifestaciones
Desde el viernes, Polonia vive una de las crisis pol¨ªticas m¨¢s graves desde la ca¨ªda del comunismo, en 1989. Mientras los diputados de la oposici¨®n cumplieron ayer su cuarto d¨ªa ocupando el Parlamento, las manifestaciones se suceden en Varsovia y otras ciudades polacas.
Sin embargo, pese a las protestas ¡ªestas no son las primeras¡ª y los continuos toques de atenci¨®n desde Bruselas, el PiS sigue gozando de gran popularidad entre los ciudadanos. Los ¨²ltimos sondeos le dan un 36% de apoyo, m¨¢s del doble que al principal partido de la oposici¨®n Plataforma C¨ªvica. Y es que, el Gobierno, con un discurso cada vez m¨¢s nacionalista y populista, ha impulsado una serie de medidas que le han reportado enormes r¨¦ditos entre muchos de sus ciudadanos. Entre ellas la reducci¨®n de la edad de jubilaci¨®n o una ayuda por cada hijo, iniciativas que cuidan, adem¨¢s, a su electorado y potenciales votantes: las personas mayores y las familias tradicionales ¡ªformadas por un matrimonio entre un hombre y una mujer y con cuantos m¨¢s hijos, mejor¡ª, seg¨²n el PiS, el verdadero estandarte de Polonia.
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