Donald Trump rompe con la cautela de Barack Obama ante el terrorismo
La reacci¨®n del presidente electo a los ataques en Berl¨ªn y Ankara anticipa el giro en la pol¨ªtica de EE UU
Los ataques en Berl¨ªn y Ankara han expuesto las diferencias profundas que separan al todav¨ªa presidente estadounidense, Barack Obama, de su sucesor, Donald Trump. El dem¨®crata Obama ve el terrorismo como un fen¨®meno que afecta tanto a sociedades de mayor¨ªa cristiana y musulmana, pero que no supone una amenaza existencial para Estados Unidos. El republicano Trump habla en t¨¦rminos de lucha de civilizaciones entre islamistas radicales y sus v¨ªctimas cristianas y aboga, sin concretar c¨®mo, por ¡°erradicarlos de la faz de la tierra¡±.
Parece, leyendo los comunicados de ambos sobre los atentados del lunes, que hablen de realidades paralelas, y en nombre de pa¨ªses y valores distintos. El periodista Peter Beinart realiz¨® en The Atlantic un an¨¢lisis textual de la reacci¨®n de los dos presidentes, y concluy¨® que las palabras y el tono revelaban el contraste entre ambas visiones.
¡°El equipo de Obama define la lucha contra el terrorismo como un conflicto que enfrenta a pa¨ªses de todo tipo ideol¨®gico y religioso contra un enemigo sin estado, mientras que el equipo de Trump lo define como un conflicto entre la cristiandad y el islam¡±, escribe Beinart. ¡°La implicaci¨®n natural de la visi¨®n del mundo de Obama es que prevenir el terrorismo requiere la cooperaci¨®n entre naciones muy distintas. La implicaci¨®n natural de la de Trump es que prevenir el terrorismo requiere mantener a los musulmanes fuera [de EE UU]¡±.
La transici¨®n entre Obama y Trump es un momento excepcional.?Conviven dos presidentes, dos mensajes, dos voces para un solo pa¨ªs. El primero, de retirada. El segundo, en pleno aterrizaje. Los nuevos presidentes siempre prometen cambiar las cosas al llegar al poder. Ocurri¨® con Obama en 2009, tras los a?os de George W. Bush. Siempre hay diferencias. Pero es menos habitual que la discrepancia entre ambos sea tan n¨ªtida y que se exponga a la luz p¨²blica con tal claridad.
Obama, cauto, habl¨® el lunes, cuando se conoc¨ªan pocos detalles, de un aparente ataque terrorista para referirse a la matanza con un cami¨®n en un mercado navide?o de Berl¨ªn. Trump habl¨® del ¡°horrible ataque terrorista¡±, sin condicional. Obama, como se?ala Beinart, no caracteriza a las v¨ªctimas por su religi¨®n, y dirige el mensaje al ¡°pueblo y al Gobierno de Alemania¡±, pa¨ªs al que describe como uno de los aliados m¨¢s pr¨®ximos de EE UU.
No hay menci¨®n de Alemania en el comunicado de Trump y s¨ª de los ¡°terroristas isl¨¢micos que continuamente masacran a cristianos en sus comunidades y lugares de culto como parte de la yihad global¡±. Los alemanes, en su diccionario, se definen como cristianos. ¡°?El mundo civilizado debe cambiar su manera de pensar!¡±, a?adi¨® en un mensaje en la red social Twitter, su medio favorito para comunicar sus posiciones de pol¨ªtica internacional.
Hasta el 20 de enero, cuando jure el cargo, no se sabr¨¢ con seguridad si las palabras de Trump se traducen en un giro efectivo de la pol¨ªtica antiterrorista, y tampoco est¨¢ claro c¨®mo quiere ejecutar sus vagas propuestas, que no s¨®lo rompen con la pol¨ªtica de Obama sino tambi¨¦n con la de Administraciones republicanas como la de Bush hijo. Pero los indicios est¨¢n a la vista.
Trump agit¨® en la campa?a la islamofobia al identificar al islam con el terrorismo y anunciar el cierre de las fronteras estadounidenses a las personas de esta confesi¨®n, una medida que despu¨¦s enmend¨® y matiz¨® de manera confusa. En su equipo de asesores m¨¢s cercanos figuran personalidades que han hecho carrera teorizando sobre estas cuestiones, como el general retirado Michael Flynn, su consejero de seguridad nacional, un cargo que en el pasado han ostentado eminencias de la geopol¨ªtica como Brent Scowcroft, Zbigniew Brzezinski y Henry Kissinger.
¡°Estamos en una guerra mundial, pero muy pocos americanos lo reconocen, y , menos a¨²n, tienen una idea de c¨®mo ganarla¡±, escriben Flynn y el coautor Michael Ledeen en el libro The field of fight (El campo de lucha), publicado en julio de 2016. ¡°Este tipo de guerra no es del todo nueva. Cre¨® nuestro mundo. Me atrevo a decir que la mayor¨ªa de americanos no se da cuenta de que la transformaci¨®n pol¨ªtica y religiosa en Europa que llamamos la Reforma supuso siglos de lucha muy sangrienta. Las personas religiosas que colonizaron Am¨¦rica en los siglos XVII y XVIII escapaban de esta sangr¨ªa terrible. El mundo necesita desesperadamente una Reforma Isl¨¢mica, y no nos deber¨ªamos sorprender si implica violencia. Es normal¡±
As¨ª es el mundo seg¨²n este asesor de Trump, un eco en negativo de las palabras que Obama pronunci¨® hace unos d¨ªas en su ¨²ltimo discurso sobre la seguridad nacional: ¡°Los terroristas pueden matar a personas inocentes, pero no son una amenaza existencial a nuestra naci¨®n, y no podemos cometer el error de elevarlos como si lo fuesen¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.