La inteligencia del mal
Los objetivos de Bachar el Asad y del ISIS est¨¢n m¨¢s cerca de lo que parece
El horror, como todo, tiene grados y matices. El mal puede actuar con refinada y perversa inteligencia o con descarnada e indiscriminada brutalidad. Es la diferencia entre las acciones del autodenominado Estado Isl¨¢mico (ISIS, por sus siglas en ingl¨¦s) y los bombardeos rusos sobre Alepo. Al ISIS le basta la acci¨®n de un terrorista solitario con un objetivo cuidadosamente elegido para producir el efecto apetecido, mientras que una potencia como Rusia destruye una ciudad en Siria, como antes hizo en Chechenia, con el fr¨ªo c¨¢lculo que le conviene a su estrategia de reaparici¨®n en la escena internacional.
Ahora el objetivo ha sido uno de los mercados navide?os que proliferan en las ciudades alemanas, y m¨¢s concretamente el que se instala junto a la iglesia del k¨¢iser Guillermo, testimonio de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y conocida como Ged?chtniskirche o iglesia conmemorativa. Si el terrorista buscaba meramente masas de compradores navide?os, ten¨ªa muy cerca a millares de personas con sus compras de Navidad, amontonadas en las aceras frente a los grandes almacenes.
La mente asesina buscaba algo m¨¢s. Como en Niza el 14 de julio, ah¨ª se trataba tambi¨¦n de atacar s¨ªmbolos que produjeran la m¨¢xima conmoci¨®n entre la poblaci¨®n y la mayor perturbaci¨®n a los gobernantes. En un caso contra la idea de la Rep¨²blica laica y de los derechos del hombre y del ciudadano a ella asociada, como en otro contra la Navidad, con lo que transmite de humanidad y fraternidad.
El califato terrorista tiene en su punto de mira las ideas y los valores europeos. Pudo verse en los atentados de Charlie Hebdo y del Bataclan y del Stade de France en 2015, en los que se produjo el se?alamiento de una sociedad fundamentada en las libertades individuales y en su expresi¨®n m¨¢s pol¨¦mica como es la libertad de expresi¨®n. Se ve tambi¨¦n en atentados como el de la fortaleza de Karak en Jordania, que buscan ahuyentar el turismo de los territorios donde el califato quiere asentar su hegemon¨ªa, como antes se ha visto en muchos atentados en T¨²nez, Egipto y Turqu¨ªa.
El mal que quiere infligir esa inteligencia sat¨¢nica tiene un profundo contenido pol¨ªtico. Ataca los s¨ªmbolos porque quiere erosionar los valores que representan y las pol¨ªticas que se deducen de ellos, como es la actitud de acogida de los refugiados emprendida por la canciller Angela Merkel. Ataca Alemania como antes atac¨® Francia, y as¨ª hiere el eje sobre el que gira hist¨®ricamente la construcci¨®n europea. Si quiere expulsar a los occidentales de su territorio, tambi¨¦n quiere que los occidentales expulsen a los musulmanes del suyo. Si destruye y mata, tambi¨¦n busca una reacci¨®n de destrucci¨®n y muerte en la que sus adversarios se pongan a su altura en cuanto a vulneraci¨®n de derechos y libertades. Para matar as¨ª la propia idea de Europa, algo que a Vlad¨ªmir Putin no puede desagradarle.
Los objetivos de Bachar el Asad, el aliado de Putin, y del ISIS, solo su adversario sobre el papel, est¨¢n m¨¢s cerca de lo que parece. Tambi¨¦n hay una sinergia del mal, que refuerza la inteligencia de los malvados.
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