Una paridad desinflada

Chile siempre recibe atenci¨®n. Podr¨ªa explicarse por el m¨¦rito de sus procesos pol¨ªticos y econ¨®micos, pero tambi¨¦n por su naturaleza tel¨²rica o por hechos como la sobrevivencia, contra todo pron¨®stico, de un grupo de mineros rescatados de las entra?as del desierto. Sin embargo, fue una mu?eca inflable, desnuda y con un cartel en la boca el motivo de su reciente y muy amplia cobertura internacional.

Result¨® ser un obsequio de la Asociaci¨®n de Exportadores y Manufacturas (Asexma) al titular de la cartera de Econom¨ªa, quien lo recibi¨® con una oronda sonrisa. Fue secundado por el senador independiente Alejandro Guillier y por Jos¨¦ Miguel Insulza, ex secretario general de la OEA. Siendo ambos aspirantes a presidir el pa¨ªs, su actitud de comparsa suscita leg¨ªtimas dudas acerca de su compromiso con la igualdad de g¨¦nero.

Al d¨ªa siguiente del grotesco regalo, el pa¨ªs tuitero estallaba en llamas y con raz¨®n. Se reprob¨® masivamente que empresarios, ministros y candidatos contribuyeran con sus gestos a naturalizar la violencia contra la mujer. Vale recordar que, en lo que va de a?o, se reportan 34 femicidios.

Para los involucrados, al parecer, la alegor¨ªa resultaba obvia. La mu?eca representaba la econom¨ªa chilena, necesitada de est¨ªmulos ya que sus proyecciones de crecimiento ascienden a un magro 2%. Desde 2008, a?o en que se desat¨® la crisis subprime, proliferan los estudios que muestran el aporte que las mujeres hacen a la econom¨ªa. Sin ir m¨¢s lejos, McKinsey concluye que la igualdad de g¨¦nero aportar¨ªa 12 billones de d¨®lares al PIB mundial en una d¨¦cada. Para Chile, las estimaciones son concluyentes acerca del impacto negativo que representa que su fuerza laboral femenina sea s¨®lo de 48%, la brecha salarial de g¨¦nero ascienda a m¨¢s del 20% y que la proporci¨®n de mujeres en directorios de empresas IPSA sea 5,8%.

Por su parte, en el sub¨ªndice de participaci¨®n y oportunidades econ¨®micas del r¨¢nking de brecha de g¨¦nero del Foro Econ¨®mico Mundial (WEF), Chile ocupa el lugar 119 entre 144 pa¨ªses. Un reciente estudio de la Subsecretar¨ªa de Econom¨ªa arroja que, por cada 100.000 mujeres adicionales que se incorporen al mercado de trabajo, el PIB se incrementar¨ªa en promedio 0,65 puntos porcentuales.

La propia presidenta Bachelet hab¨ªa participado d¨ªas antes del suceso en un seminario internacional de cierre del 2016, declarado "a?o de la productividad". Adem¨¢s, encabez¨® la presentaci¨®n oficial de la denominada Iniciativa de Paridad de G¨¦nero. Se trata de una alianza p¨²blico-privada para cerrar las brechas econ¨®micas. En presencia de autoridades del BID y del Foro Econ¨®mico Mundial (WEF) se dio a conocer un grupo conformado por representantes de empresas, autoridades de gobierno y actores de la sociedad civil quienes se comprometieron a colaborar y a darle sustentabilidad. Existen, por otra parte, grandes expectativas de poder replicarla en el resto de la regi¨®n.

En un momento de la vida del pa¨ªs donde las reformas estructurales del gobierno generan incertidumbre en el empresariado, la igualdad de g¨¦nero es vista como estrat¨¦gica para acercar posiciones. Igualmente, le permite a la mandataria reflotar la paridad que enarbol¨® para conformar su primer gabinete, en el a?o 2006, nombrando el mismo n¨²mero de hombres que de mujeres. Que no perseverara en ella a su regreso a La Moneda result¨® curioso, habida cuenta de que los marcos legislativos de Am¨¦rica Latina avanzan en su consagraci¨®n como principio orientador de democracias m¨¢s igualitarias.

La reacci¨®n de molestia de la mandataria ante el episodio de la mu?eca inflable fue vista como tibia frente a una situaci¨®n que ameritaba, cuando menos, la petici¨®n de renuncias. Ello invita a reflexionar sobre la medida en que se considerar¨¢ efectiva su agenda de g¨¦nero. Su gesti¨®n, al menos formalmente, puede exhibir avances. Las cuotas de g¨¦nero para la conformaci¨®n de listas electorales debutar¨¢n en las elecciones parlamentarias de 2017, se aprob¨® la creaci¨®n del Ministerio de la Mujer y la Equidad de G¨¦nero y se ha insistido en un proyecto de ley que despenaliza el aborto en tres causales, a¨²n con diferencias al interior de su coalici¨®n, entro otras iniciativas.

Pero, por contraste, las chilenas perciben que sus condiciones de vida poco cambian. En once a?os de aplicaci¨®n de la encuesta de la Corporaci¨®n Humanas, persiste la percepci¨®n de discriminaci¨®n, con un 86%, siendo en el mundo del trabajo donde se observan los niveles m¨¢s altos (90%).

El exceso de expectativas en una presidenta que hizo de la defensa de los derechos de las mujeres su marca personal, combinadas con una sociedad m¨¢s compleja, condici¨®n a la que no escapa un feminismo a su vez diverso y fragmentado podr¨ªan explicar, en parte, tal percepci¨®n. Lo cierto es que el caso de Michelle Bachelet, desde el punto de vista del liderazgo pol¨ªtico y el g¨¦nero, est¨¢ lejos todav¨ªa de generar evaluaciones concluyentes.