Las aerol¨ªneas de bajo coste buscan competir en los cielos argentinos
Cinco compa?¨ªas piden autorizaci¨®n al Gobierno de Macri para volar en el pa¨ªs suramericano
Un billete de avi¨®n para recorrer los 1.400 kil¨®metros que separan Buenos Aires de la norte?a ciudad de Salta cuesta 75 d¨®lares. Volar entre Madrid y Londres, que est¨¢n a una distancia equivalente, se reduce a 20 d¨®lares en una compa?¨ªa de bajo coste, casi una cuarta parte. El Gobierno de Mauricio Macri acaba de dar el primer paso para permitir el ingreso de aerol¨ªneas low cost en Argentina y reducir esa brecha de precios, tal y como ha ocurrido gran parte del mundo en los ¨²ltimos 15 a?os. Cinco compa?¨ªas que aspiran a competir en el mercado argentino defendieron sus argumentos en una audiencia p¨²blica no vinculante convocada por el Ejecutivo, mientras que sindicatos y empresas nacionales se mostraron en contra.
En Argentina, el 80% de los vuelos dom¨¦sticos est¨¢n operados por el grupo Aerol¨ªneas, nacionalizado por la expresidenta argentina Cristina Fern¨¢ndez en 2008. "Es uno de los ¨²ltimos mercados de este tama?o que no tiene una compa?¨ªa low cost", dice a EL PA?S Julian Cook, titular de Flybondi (en lunfardo bondi es autob¨²s), una de las empresas que solicitan entrar en el mercado local. Con una inversi¨®n inicial de 75 millones de d¨®lares, la aerol¨ªnea fundada por este ejecutivo suizo prev¨¦ comenzar a operar en el segundo semestre de 2017 con ocho aeronaves para trayectos dom¨¦sticos y en 2019 tener 27 aviones repartidos entre rutas locales y regionales. Cook cree que Argentina tiene potencial para triplicar en una d¨¦cada el n¨²mero de pasajeros, de 10 a 30 millones, tal y como hizo Brasil desde la irrupci¨®n de Gol.
Junto a Flybondi, aspiran a repartirse el pastel argentino otras cuatro firmas, tres de ellas argentinas: Andes L¨ªneas A¨¦reas, que ya vuela a cuatro destinos del pa¨ªs y solicita otras siete rutas; American Jet, que pide 13 rutas; Alas del Sur, que quiere volar a 21 destinos; y la colombiana Avianca, que el pasado marzo compr¨® MacAir, la empresa aeron¨¢utica de la familia Macri. La ¨²ltima licitaci¨®n para nuevos operadores data de 2005, bajo la presidencia de N¨¦stor Kirchner. Algunas que lo intentaron en la ¨²ltima d¨¦cada, como Air Pampas, del espa?ol Antonio Mata, no llegaron a despegar por la falta de autorizaci¨®n.
Las low cost quieren operar desde aeropuertos secundarios para beneficiarse de menores costos operativos y de apoyo provincial, lo que facilitar¨¢ su competencia contra los grandes, Aerol¨ªneas Argentinas (AA) y Latam. La empresa estatal minimiza en p¨²blico el impacto de la decisi¨®n gubernamental. "Primero hay que esperar que lleguen y ver si pueden volar desde alg¨²n aeropuerto que tal vez no tiene toda la infraestructura como tiene Aeroparque", respondi¨® el gerente de Finanzas de AA, Pablo Miedziak, en un encuentro reciente con periodistas. La compa?¨ªa de bandera argentina ha reducido a la mitad su d¨¦ficit operativo, pero a¨²n pierde un mill¨®n de d¨®lares por d¨ªa y la competencia con nuevos jugadores volver¨ªa a agravar su situaci¨®n.
Desconfianza sindical
"Queremos ser impulsores del desarrollo de nuestro pa¨ªs a partir de una pol¨ªtica a¨¦rea en la cual generemos m¨¢s empleo, m¨¢s oportunidades para la Argentina y m¨¢s frecuencias", dijo el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, durante la audiencia. Dietrich neg¨® que el macrismo busque imponer "una pol¨ªtica de cielos abiertos" que suponga la entrada de empresa extranjeras que vuelen en el pa¨ªs con personal for¨¢neo, sino que las aerol¨ªneas deber¨¢n radicarse en Argentina y acatar las normas laborales y de seguridad nacionales.
Los sindicatos desconf¨ªan. Integrantes de la Asociaci¨®n Argentina de Aeronavegantes (AAA), que aglutina a tripulantes de cabina, no pudieron ingresar en la audiencia y protestaron fuera del recinto contra "la entrega de los cielos argentinos a empresas extranjeras".
Para Natalia Fontana, portavoz de AAA, la llegada de las compa?¨ªas de bajo coste "abre la puerta a la precarizaci¨®n laboral" en todo el sector del transporte, uno de los m¨¢s poderosos de Argentina, capaz de paralizar el pa¨ªs. Fontana admite que se crear¨¢n nuevos puestos de trabajo, pero sostiene que las low cost, tal y como han hecho en otros pa¨ªses, presionar¨¢n para una reforma laboral que flexibilice el mercado de trabajo y baje los salarios.
Por ahora, solo el gremio que representa al personal de tierra, APTA, se ha mostrado partidario del ingreso de las low cost. Expertos del sector, como Luis Franco, director de la revista Aeromarket, ven a los sindicatos como uno de los mayores obst¨¢culos para su r¨¢pida integraci¨®n, pero las compa?¨ªas se muestran m¨¢s optimistas. "Quisi¨¦ramos contar con los sindicatos porque se trata de una buena noticia. Vamos a crear 1.500 puestos de trabajo directos y unos 20.000 indirectos", apunta el titular de Flybondi. Para Cook, el principal enemigo es a d¨ªa de hoy la desbocada inflaci¨®n -por encima del 40%- y el atraso cambiario del peso frente al d¨®lar, que se mantiene sin grandes variaciones desde principios de a?o.
Escuchadas todas las partes, el Ejecutivo espera ahora un dictamen de la autoridad competente antes de pronunciarse. En caso afirmativo, las aerol¨ªneas tendr¨¢n alrededor de medio a?o para adaptarse a toda la normativa local y comenzar a volar.
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