La oposici¨®n venezolana pierde el paso
Maduro se oxigena con la divisi¨®n de la MUD y sus errores al utilizar su mayor¨ªa absoluta parlamentaria
Las prisas de la oposici¨®n venezolana por derribar a Nicol¨¢s Maduro son entendibles porque la ineptitud del gobernante es palmaria y las manipulaciones de la justicia, rutinarias cuando se dirimen disputas susceptibles de poner en peligro el poder bolivariano. No obstante, el atajo invocado por los flancos m¨¢s impacientes de la Mesa de la Unidad Democr¨¢tica (MUD) beneficia al oficialismo porque fragmenta al bloque opositor, percibido por una parte de la opini¨®n publica como una agrupaci¨®n dispersa y desorientada. Lo cierto es que al no encontrar utilidad al proceso de dialogo auspiciado por tres ex presidentes y el Vaticano, y desacatar al Tribunal Supremo de Justicia por su sumisi¨®n al Ejecutivo, el pa¨ªs petrolero se aboca hacia la confrontaci¨®n o al sometimiento del frente antigubernamental, dif¨ªcilmente a su victoria fuera de las urnas porque no demuestra fuerza para alcanzarla.
Sin haberlo conseguido durante 15 a?os, las partes deber¨¢n encontrar alguna f¨®rmula de entendimiento para no llegar de nuevo a la manos, a los muertos de febrero de 2014. Parece claro que la MUD no renunciar¨¢ a la expeditiva defenestraci¨®n de Maduro, aunque no sabe c¨®mo hacerlo despu¨¦s de haber fracasado en su objetivo de convocar un referendo revocatorio antes del 10 de enero de este a?o y adelantar las elecciones presidenciales. Ahora deber¨¢ reforzar cohesi¨®n, objetivos, replantear t¨¢cticas y armarse de paciencia. El Gobierno no parece dispuesto a ceder mucho porque, entre otras razones, no observa movimientos militares hostiles, y se oxigena con la divisi¨®n del contrario y sus errores al utilizar su mayor¨ªa absoluta en el Parlamento como una herramienta multiuso. Cuando se salen de sus competencias, las salas Electoral y Constitucional del Tribunal Supremo intervienen para anular sus decisiones.
Ocurri¨® el pasado a?o cuando se tom¨® juramento como diputados a tres ind¨ªgenas de la Amazonia. El Supremo fall¨® el 23 de noviembre que su elecci¨®n hab¨ªa sido ilegal y supedit¨® la ocupaci¨®n de esca?os a una nueva elecci¨®n en las jurisdicciones correspondientes. La Asamblea Nacional (AN) rechaz¨® la sentencia con el argumento de que no hab¨ªa ning¨²n poder por encima del parlamentario como representante de la voluntad popular. La mesa de di¨¢logo entre Gobierno y oposici¨®n, con el Vaticano y los ex presidentes Zapatero, Torrijos y Fern¨¢ndez como mediadores, emiti¨® un comunicado dando la raz¨®n al Supremo, reconociendo que la AN hab¨ªa incurrido en desacato. Los tres parlamentarios ind¨ªgenas pidieron por escrito su desincorporaci¨®n como diputados.
A partir de entonces casi todo han sido palos de ciego y cruce de declaraciones, a veces contradictoras, en el seno de la MUD. La presi¨®n internacional contra el autoritarismo gubernamental, la manipulaci¨®n de la justicia y en exigencia de la liberaci¨®n de Leopoldo Torres tiene un efecto limitado. El Vaticano y los ex presidentes har¨¢n lo que puedan y la justicia bolivariana liberar¨¢ presos cuando convenga pol¨ªticamente. Poco importa que la alianza opositora advierta de que volver¨¢ a las calles si no obtienen respuesta a sus demandas de reactivar el revocatorio y anticipar elecciones. El oficialismo le saldr¨¢ al paso con sus milicias y Venezuela regresara al cruento choque de sus dos mitades, atrincheradas desde que el redentor discurso de Hugo Ch¨¢vez transform¨® la contienda pol¨ªtica en una lucha de clases.
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