La enga?osa tentaci¨®n de la anarqu¨ªa
Esta carta quer¨ªa pedir alg¨²n dulce en el zapato y se ha convertido en exhalaci¨®n de l¨¢stima y desasosiego
En una nueva guinda de la err¨¢tica administraci¨®n con la que vuelve a zozobrar quien se siente a flote, el presidente de M¨¦xico cay¨® nuevamente en el fango de tener que contradecir lo prometido y convertir en otra mentira una m¨¢s de las soberbias promesas que justific¨® en su momento el fallido Secretario de Hacienda, Luis Videgaray (que si le agreg¨¢ramos un de entre nombre y apellido sonar¨ªa a Virrey o m¨¢s bien, perfecto Mirrey del Sexenio).
Al tiempo que el presidente de M¨¦xico lo nombraba Secretario de Relaciones Exteriores, Don Luis de Videgaray volvi¨® a aparecer en p¨²blico con una barba que quiz¨¢ alguien sugiri¨® que insinuaba serios meses de reflexi¨®n mientras estuvo en las sombras, pero que a ning¨²n mexicano mayor de cinco a?os hizo olvidar que se trata del palad¨ªn de la diplomacia improvisada, el gozne imb¨¦cil que tuvo a bien orquestar la innecesaria y oprobiosa visita de Donald Trump a M¨¦xico, a la saz¨®n apenas candidato a la presidencia que parec¨ªa incre¨ªble (y que en mucho se benefici¨® precisamente por andarse paseando en Tenochtitl¨¢n como Tlatoani con copete amarillo con no pocos tamemes a sus pies).
Para colmo, se premia a Don Luis de Videgaray, Mirrey del M¨¦xico Nuevo y Podrido, con la cartera de la Canciller¨ªa a la que llega declarando que ¡°viene a aprender¡±, pues ¨¦l mismo acepta ¡°no ser diplom¨¢tico¡± en claro insulto o por lo menos desprecio a los muchos buenos diplom¨¢ticos de carrera que s¨ª saben de relaciones exteriores. Hay becarios de primer nivel que trabajan incansablemente en nuestras embajadas que soportan la verg¨¹enza de dar la mejor cara de nuestra dignidad cultural en un mundo que nos mira cada d¨ªa con m¨¢s preocupaci¨®n y el prejuicio ante la sangre troglodita de nuestras peores caras con las que inundamos de malas noticias al mundo, pero resulta que Don Luis de Videgaray es amigo ¨ªntimo de la familia Trump, socio potencial para un futuro en los cochupos que ya sue?a el yerno del que ser¨¢ el peor presidente en la historia de los Estados Unidos y eso ¨Cpalabras m¨¢s o menos¡ª es lo que quiso decir el presidente cuando justific¨® el nombramiento aludiendo a la coyuntura nueva que suscita el cambio de gobierno, color, ¨¢nimo, raz¨®n y cerebro del gigante pa¨ªs vecino. Un gobierno que ha intentado convencer en la ignominia la dizque necesidad inaplazable de evaluar a los maestros de sus escuelas (y quien no da la talla se queda desempleado) es sumamente vergonzoso y por dem¨¢s insultante que se nombre a un funcionario en un cargo que ¨¦l mismo acepta desconocer ¡°desde fuera¡± y fincar el ominoso precedente del ¡°amiguismo con un gringo¡± para que nos alivianen la chinga y de retro, ?no hubiera sido mejor escuchar a los miles de maestros que llegan todos los d¨ªas al aula tambi¨¦n ¡°con ganas de aprender¡±?
Entre la recurrente desfachatez con la que los funcionarios mexicanos se improvisan brincando de un ministerio a otro como si fueran expertos pol¨ªglotas de todo asunto, agregada la mediocridad constante con la que gobierna quien no sabe hablar en p¨²blico (peor a¨²n, leer en p¨²blico lo que se supone tiene que decir al pueblo) y el hartazgo acumulado por millones de ciudadanos pobres que nada saben de los precios internacionales de la gasolina, o la macro o la narcoeconom¨ªa, se asoma la enga?osa tentaci¨®n de la anarqu¨ªa con la que M¨¦xico llega a los primeros d¨ªas de lo que ser¨¢ uno de sus peores a?os anunciados de antemano.
Pobre del imb¨¦cil que intenta explicar con gr¨¢ficas de economista de Chicago lo que no pueden ya ni escuchar quienes no olvidan la casa de siete millones de d¨®lares en la que se enred¨® el coraje de la Primera Dama y los miles de millones de pesos que han saqueado los gobernadores de la nueva ola, tan novedosa que ha impactado ¨Cseg¨²n los sabios en numerolog¨ªa¡ªno s¨®lo el Producto Interno Bruto de un pa¨ªs que se duele, sino que incluso se ha robado m¨¢s en lo que va de este fallido sexenio que todo lo que se hab¨ªan robado en los anteriores y ese tipo de vibras son las que hinchan la saliva del vandalismo. Pobre del imb¨¦cil que cree que robando tres pantallas planas y dos Xbox a un comercio (que no es del Gobierno) logra una venganza tentativa ante el precio de la gasolina con la que alimenta su motoneta en la que lleva a cuestas la lavadora de ropa que acaba de robar. Televisi¨®n robada para seguir hipnotizado con la imbecilidad colectiva, la red de mentiras, las telenovelas donde el sue?o de una diva puede llegar a cumplirse ya no s¨®lo como Primera Dama sino como Presidenta de un pa¨ªs que se confunde en las redes sociales mostrando asaltos y tumultos en ¨¢rabe como si fueran im¨¢genes en vivo desde Tlacotalpan y luego no saber si son ver¨ªdicos los balazos y el sinsentido irracional de la anarqu¨ªa desatada que consta ha lastimado la calma y sosiego de otras no pocas ciudades aut¨¦nticamente mexicanas, en vivo y a todo color, sin la menor conciencia o posibilidad de comprensi¨®n de que incluso la tentaci¨®n de la anarqu¨ªa es no s¨®lo enga?osa sino traicionera.
En su an¨¢rquico acercamiento a la toma de posesi¨®n el propio Trump act¨²a como loco de motoneta a las afueras de un comercio rampante. Creyendo que beneficia a los Good Ol¡¯ United States con fara¨®nicas amenazas al gigante automotriz que fundara Henry Ford, cae en el enga?o absurdo de que esa empresa tendr¨¢ que enfrentar los altos salarios y el mercado abatido con el que hundir¨¢n sus propias expectativas y en su an¨¢rquico enga?o, el anaranjado Trump de la desgracia universal ha tenido que ver con sus propios ojos la confirmaci¨®n innegable de que efectivamente hubo espionaje ruso a la sovi¨¦tica durante su an¨¢rquica campa?a que ¨Cir¨®nicamente¡ªresult¨® triunfal y ut¨®pica.
A cientos de ciudadanos inconformes (no necesariamente automovilistas, sino usuarios de transporte p¨²blico que tambi¨¦n tiemblan ante el alza en los precios de todo por el solo aumento en el precio de la gasolina) se les ocurri¨® que una medida digna para mostrar su inconformidad sea la de cortar carreteras principales del pa¨ªs y calles circundantes a las gasolineras en no pocas ciudades. No les importa que la protesta perjudique a millones de vidas ajenas a la pol¨ªtica, a las ambulancias que ya no circulan y a los ni?os que ten¨ªan la ilusi¨®n de ir a casa de un abuelo. A otro tanto de no pocos ciudadanos se les ocurre subir al feis todas las fotos posibles de Emiliano Zapata o Francisco Villa y exhortar revolucionariamente a la enga?osa anarqu¨ªa de que sus fantasmas vuelvan del m¨¢s all¨¢ con el machete de la justicia desenvainado, sin importar los miles de heridos, el mill¨®n de muertos y el verdadero horror que transpiraban las asonadas, saqueos, quemazones y balazos de otros tiempos.
Esta carta quer¨ªa aguantarse a la madrugada de Reyes para pedir alg¨²n dulce en el zapato y se ha convertido en desaforada exhalaci¨®n de l¨¢stima y desasosiego en medio del silencioso dolor que se fermenta en un M¨¦xico envuelto en la enga?osa tentaci¨®n de la anarqu¨ªa sin m¨¢s rumbo aparente que la delgad¨ªsima paciencia de la mayor¨ªa de sus ciudadanos.
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