Muere M¨¢rio Soares, expresidente de Portugal
Luch¨® contra la dictadura de Salazar y despu¨¦s contra la deriva comunista de la revoluci¨®n de los claveles
El expresidente de Portugal M¨¢rio Soares ha fallecido este s¨¢bado en un hospital de Lisboa a la edad de 92 a?os. Soares,?fundador tambi¨¦n del Partido Socialista luso, se encontraba en estado cr¨ªtico desde que ingres¨® en el centro m¨¦dico el pasado 13 de diciembre. Es imposible comprender el ¨²ltimo medio siglo de Portugal sin M¨¢rio Soares. Noventa y dos a?os dan para mucho, m¨¢s a¨²n en un hombre inquieto desde joven, escritor infatigable (dec¨ªa que hab¨ªa escrito m¨¢s de un centenar de libros), de car¨¢cter fuerte, para aguantar las c¨¢rceles de la dictadura y tambi¨¦n para ralentizar la deriva comunista de la revoluci¨®n de los claveles.
¡°Portugal perdi¨® al padre de la libertad y la democracia¡±, ha se?alado su partido. ¡°La personalidad y el rostro que los portugueses m¨¢s identifican con el r¨¦gimen nacido el 25 de abril de 1974¡±. El primer ministro Ant¨®nio Costa, l¨ªder hoy del PS, ha decretado tres d¨ªas de luto nacional y velatorio en el Monasterio de los Jer¨®nimos. ¡°Su p¨¦rdida es irreemplazable. ¡°Toda su vida luch¨® por la libertad¡±. ¡°Un gran europe¨ªsta y una figura decisiva en la democracia portuguesa¡±, destac¨® en su p¨¦same el primer ministro espa?ol, Mariano Rajoy. ¡°Su tarea y legado pol¨ªtico¡±, escribi¨® en una misiva de p¨¦same Felipe VI, ¡°le convirtieron en uno de los grandes l¨ªderes portugueses y europeos del ¨²ltimo siglo¡±.
Soares (Lisboa, 1924) fue el primer ministro del primer Gobierno Constitucional, entre otros (1976-78 y 1983-1985), bajo su mandato se cre¨® la seguridad social y se ampli¨® la escuela p¨²blica para todos y se entr¨® en la Uni¨®n Europea. El gran patr¨®n del socialismo portugu¨¦s se afili¨® al PC con apenas 18 a?os, en la universidad, porque ve¨ªa que era la ¨²nica buena organizaci¨®n para luchar contra la dictadura de Salazar. El calent¨®n le dur¨® seis a?os, cuando se hart¨® de tantas reglas y reuniones, seg¨²n cuenta en uno de sus numerosos libros.
En 1964 fue uno de los fundadores de Acci¨®n Socialista, germen del PS. Abogado de profesi¨®n, entabl¨® amistad con el general Humberto Delgado, posteriormente asesinado por la PIDE, polic¨ªa pol¨ªtica de Salazar. Soares se encarg¨® de recuperar sus restos mortales en Extremadura, y a partir de ah¨ª entr¨® en la lista negra del r¨¦gimen.
En doce ocasiones fue a la c¨¢rcel, cumpliendo en total tres a?os de prisi¨®n. Fue deportado a Santo Tom¨¦ y Pr¨ªncipe, una de las colonias portugueses en las que Salazar enviaba a los presos pol¨ªticos. All¨ª se enter¨® de que el dictador se hab¨ªa ca¨ªdo de una silla, dej¨¢ndolo inhabilitado hasta su muerte.
Soares siempre conjug¨® la lucha con el pragmatismo. Aprovechaba cada grieta que le dejaban, por eso no desisti¨® de presentarse a las elecciones legislativas convocadas por Marcelo Caetano, el sucesor de Salazar, en 1969. Su organizaci¨®n, la Comisi¨®n Electoral de Unidad Democr¨¢tica (CEUD), se present¨® en Lisboa, Oporto y Braga, acompa?ado de su, no menos combativa, esposa, Maria Barroso, fallecida hace un a?o a los 90 a?os de edad. Fracasaron, claro, y Soares se exili¨® en Par¨ªs, donde contact¨® con la intelectualidad socialista internacional y comunistas huidos, como el espa?ol Santiago Carrillo, con quien trab¨® una fuerte amistad.
All¨ª estuvo hasta que estall¨® la Revoluci¨®n de los Claveles en su pa¨ªs; pero aquel 25 de abril de 1974 le sac¨® de la cama en Alemania. Su obsesi¨®n fue llegar el primero a Lisboa; vol¨® a Par¨ªs y de all¨ª en tren a Espa?a y despu¨¦s a Lisboa; fueron dos d¨ªas de viaje, en donde, para su sorpresa, iba recogiendo el respaldo de la gente y de los revisores, que se le cuadraban. Soares consigui¨® su objetivo: lleg¨® el d¨ªa 28, dos antes que el secretario general del Partido Comunista, ?lvaro Cunhal, su compa?ero-rival pol¨ªtico durante toda la transici¨®n de la dictadura a la democracia.
Fiel a su m¨¢xima de aprovechar las oportunidades, Soares acept¨® entrar en el Gobierno Provisional del general Sp¨ªnola. Fue la primera discrepancia con Cunhal y tambi¨¦n con su propio partido, que no quer¨ªa tanta implicaci¨®n.
En diciembre de 1974, en el primer congreso del PS en la legalidad, Soares tuvo que mostrar todo su coraje para imponerse a las corrientes proclives a la uni¨®n con las fuerzas comunistas. Eran d¨ªas muy revueltos, con gobiernos multicolores que ca¨ªan en semanas, con las calles llenas de protestas protagonizadas por alguno de los m¨²ltiples partidos marxistas. Soares gan¨® y su siguiente pas¨® fue poner distancia con el PC, lo que no era f¨¢cil en aquellos tiempos, donde te marcaban r¨¢pido con la cruz de contrarrevolucionario.
Soares aguant¨® el tir¨®n, tambi¨¦n se opuso a la unidad sindical ¡ªen torno al PC¡ª?Las fuerzas comunistas m¨¢s heterog¨¦neas dominaban la calle y, en esos d¨ªas, la calle lo era todo, incluso cerc¨® la Asamblea de la Rep¨²blica que ten¨ªa que redactar la Constituci¨®n y no dej¨® salir a sus diputados.
Pero una cosa era llenar la calle y otra llenar las urnas. Las elecciones constituyentes del 25 de abril de 1975 le dieron la victoria al Partido Socialista (38% de los votos), quedando el PCP apenas con el 12,5%. El resultado no acab¨® con las disputas, pues con la ayuda de las fuerzas armadas se instal¨® en el pa¨ªs?el PREC?(el Proceso Revolucionario en Curso) ¡ªen especial durante el verano de 1975, el "verano caliente"¡ª?un a?o durante el cual se nacionaliz¨® desde la banca a la cerveza, y con unos Gobiernos de unidad nacional bajo la vigilancia de las Fuerzas Armadas.
Aquel primer Primero de Mayo bajo un r¨¦gimen democr¨¢tico despu¨¦s de medio siglo fue la ruptura absoluta con las fuerzas a la izquierda del PS. Soares y su partido fueron impedidos de participar en los actos sindicales unitarios. Soares decidi¨® un paso que ser¨ªa decisivo: salir a la calle solo el PS, sin apoyo de m¨¢s fuerzas pol¨ªticas o sindicales. Su primera manifestaci¨®n, la de la Fuente Luminosa, qued¨® en la memoria de su transici¨®n. ¡°Marc¨® el punto de viraje de la l¨ªnea revolucionaria insensata que, si no hubiera sido detenida como fue, hubiera arrastrado a Portugal al abismo¡±, recordaba Soares en uno de sus libros de memorias.
Las elecciones de meses despu¨¦s, confirmaron el cambio de rumbo de Soares. Nueva victoria del PS (35%), seguido de los partidos conservadores PPD (24%) y CDS (16%) y, en cuarto lugar, el PC (14%). Aun en minor¨ªa, Soares form¨® los primeros gobiernos en solitario (1976-78).
Felipe Gonz¨¢lez lamenta la muerte de un "luchador por la democracia y el progreso"
El expresidente del Gobierno Felipe Gonz¨¢lez ha calificado en un comunicado a M¨¢rio Soares como un "luchador" por la democracia y el progreso social: "M¨¢rio era, ante todo, un amigo. Por eso cuesta hablar desde la ausencia. Era un dem¨®crata, convencido de que s¨®lo acabando con la dictadura salazarista y enfrentando luego la deriva autoritaria comunista, podr¨ªa desarrollar sus ideas: el socialismo democr¨¢tico.
Por esas convicciones luch¨® siempre, durante m¨¢s de 70 a?os. Sab¨ªa que s¨®lo en un espacio de libertades democr¨¢ticas pod¨ªan avanzar sus proyectos pol¨ªticos.
En el momento de su muerte, el mejor homenaje a este patriarca de la Democracia portuguesa, es recordar su tes¨®n, su coraje pol¨ªtico, incluso en los momentos en que muchos bajaron los brazos y vieron inevitable la llegada de una dictadura militar comunista.
Era un europe¨ªsta convencido. Con esa visi¨®n que lo llev¨® a ser muy cr¨ªtico con las pol¨ªticas de la UE tras el estallido de la crisis financiera en 2008.
Nunca desfalleci¨®. Nunca dejo de ser un hombre libre que luchaba contra todas las formas de autoritarismo. Nunca dejo de luchar por el socialismo democr¨¢tico. As¨ª vivi¨® y as¨ª ha muerto M¨¢rio Soares".
Soares asent¨® a Portugal en democracia, le dot¨® de las infraestructuras b¨¢sicas (del Servicio de Salud Universal a la entrada en la Uni¨®n Europea) y permiti¨® que comenzaran a sucederse gobiernos de uno y otro color. Fue presidente de Portugal (1986-1996), eurodiputado, y se retir¨® de la primera l¨ªnea pol¨ªtica tras el fracaso en 2006 de su tercera candidatura a la presidencia del pa¨ªs, ya con 82 a?os de edad. Retirado de los cargos, no significaba estar retirado de la pol¨ªtica. Por las cosas de la historia, en el ¨²ltimo a?o vio lo que hab¨ªa protagonizado 40 a?os atr¨¢s, un Gobierno socialista gracias al apoyo de comunistas cl¨¢sicos y neocl¨¢sicos. Desde su Fundaci¨®n, Soares no se asust¨®, todo lo contrario, le pareci¨® correcto. M¨¢rio Soares ha sido hasta el ¨²ltimo d¨ªa el or¨¢culo de Portugal y del socialismo, en definitiva del soarismo portugu¨¦s.
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