La ONU ve cerca un acuerdo en Chipre pero pide cautela

El intercambio de mapas, la v¨ªspera, entre las dos delegaciones ¡ªla hipot¨¦tica cartograf¨ªa que dibujar¨¢ un Chipre confederado por dos comunidades en pie de igualdad¡ª fue otro gesto simb¨®lico al que en los pr¨®ximos meses los equipos de negociaci¨®n intentar¨¢n dar continuidad. De ah¨ª que la ONU, patrocinadora del proceso y que prest¨® su sede en Ginebra del Palacio de las Naciones para la sesi¨®n, no haya querido cerrar un calendario para evitar influir en su marcha. ¡°El acuerdo est¨¢ cerca, pero no esperen milagros o soluciones inmediatas [porque] lo que buscamos es una soluci¨®n duradera y s¨®lida¡±, ha advertido el secretario general de la ONU, Ant¨®nio Guterres, para rebajar las expectativas generadas por la pompa de la convocatoria. Una reuni¨®n calificada de hist¨®rica por juntar por vez primera a representantes de las dos comunidades con los de los tres pa¨ªses garantes: Grecia, Turqu¨ªa y Reino Unido.

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Que subsisten diferencias entre las partes no es un secreto; por ejemplo, asuntos de seguridad, como el futuro de las tropas turcas desplegadas en la mitad septentrional (30.000 soldados, a los que se a?ade un n¨²mero indeterminado de colonos turcos que han alterado el equilibrio demogr¨¢fico). Tambi¨¦n es motivo de disenso el propio sistema de garantes, articulado en 1959 y que justifica la intervenci¨®n de cualquiera de ellos para defender el orden constitucional chipriota. Se trata de Reino Unido como antigua potencia colonial, de la que Chipre se independiz¨® en 1960; Grecia como alma m¨¢ter de los grecochipriotas, y Turqu¨ªa como pa¨ªs ocupante, que invoc¨® precisamente el convenio de 1959 para desplegar su Ej¨¦rcito tras un intento de anexi¨®n de la isla por parte de Grecia.

Para griegos y grecochipriotas este sistema es un anacronismo que deber¨ªa superarse, lo que no obsta para que a Ginebra hayan acudido los titulares de Exteriores de esos tres pa¨ªses, incluido el ¨ªnclito Boris Johnson en pleno pre¨¢mbulo del Brexit. Tambi¨¦n han asistido dos representantes de la Uni¨®n Europea (Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisi¨®n Europea, y la jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini), muy necesitada de apuntarse un tanto o recibir una buena noticia, y, finalmente, en su primera misi¨®n, Guterres, que para a?adir otro dato simb¨®lico desempe?¨® en 1999, como primer ministro de Portugal, un papel decisivo en la pacificaci¨®n de Timor Oriental. Pero los protagonistas han vuelto a ser Nikos Anastasiadis y Mustaf¨¢ Akinci, l¨ªderes greco y turcochipriota, que se sumaron a tres d¨ªas de trabajo previo de sus equipos.

¡°Juntos podemos¡±

Esta semana arranc¨® en Nicosia, como otras previas, con una manifestaci¨®n conjunta de griegos y turcochipriotas en pro de la reunificaci¨®n. La marcha discurri¨® ante el hist¨®rico hotel Ledra, sede del contingente de cascos azules de la ONU que durante d¨¦cadas ha vigilado la l¨ªnea de demarcaci¨®n, o l¨ªnea verde, entre las dos mitades de la isla. Al d¨ªa siguiente, los peri¨®dicos de ambas comunidades coincid¨ªan al titular ¡°Juntos s¨ª podemos¡±, un remedo del obamiano Yes we can que reson¨® hasta en Suiza.

Pero como sucedi¨® en la ronda de di¨¢logo de noviembre, rodeada de optimismo y que a la postre qued¨® en tablas, la pompa fue este jueves equidistante de la ausencia de triunfalismo (o del peso de un cierto fatalismo). Una de las inc¨®gnitas principales es el papel de Turqu¨ªa, ensimismada en su orden interno tras el intento de golpe de Estado de julio y de cuya voluntad real de implicaci¨®n se duda m¨¢s all¨¢ de su inter¨¦s por las grandes reservas de gas en aguas chipriotas, o por contrarrestar el cada vez m¨¢s pujante eje estrat¨¦gico, y energ¨¦tico, Grecia-Chipre-Israel. La zanahoria de la integraci¨®n en la UE, pr¨¢cticamente paralizada en torno a la exigencia turca de exenci¨®n de visados y por la purga desatada tras la intentona golpista, tampoco es un est¨ªmulo para coadyuvar a una soluci¨®n inmediata.