Davos invita a gobernar con br¨²jula y radar
El fundador del Foro Econ¨®mico Mundial explica en qu¨¦ consiste el lema de este a?o: "Liderazgo responsable y receptivo"
Klaus Schwab, de 78 a?os, fundador del Foro Econ¨®mico Mundial, y otrora profesor universitario, mantiene un marcado acento alem¨¢n mientras transmite en ingl¨¦s el entusiasmo y la frescura de un joven emprendedor. A pocos d¨ªas de comenzar la cita anual en los Alpes suizos, en la peque?a localidad de Davos, (del 17 al 20 de enero), el acad¨¦mico, en l¨ªnea con el lema de la conferencia de este a?o, asegura a EL PA?S que los l¨ªderes deben mantener un ¡°liderazgo sensible y responsable¡± para comprender que estamos viviendo en un mundo marcado por la incertidumbre y de profundos cambios.?
Los principales temas que se tocan cada a?o en Davos forman parte de la candente actualidad. Si en la pasada edici¨®n fue la cuarta Revoluci¨®n Industrial, el lema de la conferencia de 2017 es ¡®Liderazgo sensible y responsable¡¯ (Responsive and Responsible Leadership). Un tema escogido en una ¨¦poca en la que ¡°se est¨¢ quedando atr¨¢s la habilidad de los gobiernos para enfrentarse a la tecnolog¨ªa¡±, explica Schwab, a?adiendo que en ¡°Silicon Valley, todo lo que no est¨¢ prohibido, est¨¢ permitido, mientras que en Europa, todo lo que no est¨¢ expl¨ªcitamente permitido est¨¢ prohibido¡±.
Este alem¨¢n, afincado en Suiza, recuerda que, hoy m¨¢s que nunca, liderazgo significa asumir la responsabilidad. Por ello, ¡°tiene que haber un reconocimiento de que estamos en un territorio inexplorado, lo que cuestiona el statu quo y por extensi¨®n a los propios l¨ªderes¡±, explicaba en un comunicado d¨ªas previos a la cita anual de Davos. Para cumplir con esta tarea, los l¨ªderes necesitan sensibilidad y empat¨ªa para servir con radar y br¨²jula en mano. Ya que sin un sistema de radar, ¡°los l¨ªderes no pueden responder, y sin una br¨²jula, no pueden ejercer el liderazgo de manera responsable¡±.
El fundador de Davos enfatiza que hoy en d¨ªa el liderazgo no puede basarse s¨®lo en privilegios, sino en esfuerzos sostenidos y sinceros para ganar confianza, un respaldo que s¨®lo se puede obtener al servir a la sociedad de una manera que trascienda los intereses personales. Tanto es as¨ª que, para 2017, Schwab cree que hay cuatro objetivos para responder a las principales preocupaciones de la sociedad. En primer lugar, fortalecer el crecimiento econ¨®mico. En segundo, hacer m¨¢s inclusivos los sistemas basados en el mercado. Tercero, dominar la cuarta Revoluci¨®n Industrial. Y finalmente, redise?ar la cooperaci¨®n internacional.
Revoluci¨®n, desigualdad, nuevos retos
Es, precisamente, la cuarta Revoluci¨®n Industrial, el lema de la cita el pasado a?o, as¨ª como el t¨ªtulo del libro que public¨® (La Cuarta Revoluci¨®n Industrial, Debate 2016) y que hace un par de meses present¨® en Espa?a la editorial Random House Mondadori. En el ep¨ªlogo, el profesor explicaba que esta revoluci¨®n no tiene precedentes y que como sus predecesoras, ¡°tiene el potencial de aumentar los ingresos globales y mejorar la calidad de vida en el mundo¡±. Algo que hasta la fecha, se han beneficiado aquellos consumidores que han podido palpar con eficiencia y placer las bondades del mundo digital. ¡°Pidiendo un taxi, reservando un vuelo, comprando productos, realizando pagos, escuchando m¨²sica, mirando una pel¨ªcula o jugando un juego¡±, asuntos que se han realizado de forma remota desde un m¨®vil u ordenador¡±, resume.
Francisco Gonz¨¢lez (BBVA): "Toda transformaci¨®n provoca a corto plazo la destrucci¨®n de algunos empleos, pero tambi¨¦n la creaci¨®n de otros muchos nuevos que es imposible predecir¡±
Aunque Schwab tambi¨¦n alerta que la revoluci¨®n podr¨ªa traer desigualdad debido al protagonismo de las m¨¢quinas o robots en los trabajos. Y pone como ejemplo el impacto en el mercado laboral de Estados Unidos, con ¡°12 millones de personas que conducen taxis, un veh¨ªculo de Uber o camiones¡±. Un rubro que se ver¨¢ afectado por los coches que se conducir¨¢n autom¨¢ticamente. Y ¡°sin conductores, habr¨¢ gente sin trabajo, aunque la tecnolog¨ªa crear¨¢ nuevos puestos¡±.
Otra de las consecuencias de esta revoluci¨®n ata?e a nuestros gobiernos, ¡°ya que no son capaces de regular eficientemente, ni de crear estructuras para ello. As¨ª la gente cree que la tecnolog¨ªa se les escapa de control¡±. Pone como ejemplo, el conflicto entre Apple y el FBI por la clave de un iPhone encriptado.
Sin embargo, esta Cuarta Revoluci¨®n Industrial tambi¨¦n transformar¨¢ a las empresas en asuntos de seguridad cibern¨¦tica. Ya no es un secreto para nadie que los grandes fraudes del siglo actual se traman y se practican en la red.
Francisco Gonz¨¢lez, presidente de BBVA y asiduo invitado a Davos, considera que las grandes ventajas que ofrece la tecnolog¨ªa superan claramente a las amenazas que representa. ¡°No hay ninguna raz¨®n para pensar que esta vez, como en todos los procesos disruptivos tecnol¨®gicos precedentes, no podamos superar las nuevas dificultades. Es cierto que en ciberseguridad es necesario un esfuerzo global y coordinado, y ese es el camino en el que se est¨¢ avanzando¡±, explica.
Gonz¨¢lez a?ade que, as¨ª como ha sucedido en revoluciones anteriores, toda transformaci¨®n ¡°provoca a corto plazo la destrucci¨®n de algunos empleos, pero tambi¨¦n la creaci¨®n de otros muchos nuevos que es imposible predecir¡±. Y da como ejemplo la profesi¨®n de data scientist, labor que era imposible imaginar hace poco m¨¢s de un siglo. De la misma forma agrega: ¡°Estoy seguro de que la nueva econom¨ªa del siglo XXI acabar¨¢ por crear un gran n¨²mero de nuevos empleos en campos de la energ¨ªa, biolog¨ªa, sanidad, medioambiente y muchos m¨¢s¡±.
El presidente del BBVA tambi¨¦n considera que gracias a los avances tecnol¨®gicos se podr¨¢ llegar a ser m¨¢s productivo y eventualmente aumentar¨¢n ¡°las horas disponibles de ocio lo que, a su vez, tendr¨¢ un gran impacto indirecto en la estructura productiva mundial. Saber c¨®mo y a lo largo de cu¨¢nto tiempo se producir¨¢ este ajuste, depender¨¢ en parte de las pol¨ªticas que se instrumenten. Y aplicar las medidas adecuadas, permitir¨¢ paliar los impactos de la fase de transici¨®n en muchas personas, industrias y pa¨ªses¡±. Sin duda, Gonz¨¢lez es un optimista de las tecnolog¨ªas exponenciales como: ¡°Cloud computing, big data, blockchain, inteligencia artificial, internet de las cosas¡±, algo que el directivo est¨¢ convencido de que a medio y largo plazo ¡°esta revoluci¨®n acabar¨¢ teniendo un efecto muy positivo sobre el bienestar de las personas¡±. Con el gran reto de que la ¡°sociedad en su conjunto salga beneficiada y que todos los pa¨ªses y todos los estratos sociales participen de sus ventajas¡±.?
Pero si hay algo que est¨¢ marcando esta revoluci¨®n, es nuestra identidad, enfatiza Schwab. ¡°Hoy, en mi opini¨®n, la pregunta no es qui¨¦n es de derechas o izquierdas. Lo vemos en Espa?a, tambi¨¦n lo vimos en Portugal¡±. Sin ir muy lejos, explica que en los debates presidenciales que vio de Hilary Clinton y Donald Trump, fueron ¡°discusiones de dos identidades norteamericanas¡±. Nada tuvo que ver con ser de derechas o izquierda, que sol¨ªa ser la tradici¨®n. ¡°Ciertamente el mundo ha cambiado¡±, asegura. Y el orden pol¨ªtico tambi¨¦n.
Marc Benioff: "Al igual que en per¨ªodos anteriores de transformaci¨®n econ¨®mica, la Cuarta Revoluci¨®n Industrial va a desatar nuevos niveles de innovaci¨®n y productividad"
Precisamente sobre la velocidad de estos cambios, basta recordar que el Amazon de Jeff Bezos comenz¨® vendiendo libros, y ahora es un negocio que compite con Hollywood, FedEx y Apple en entretenimiento, log¨ªstica y el negocio del streaming. Asimismo, Travis Kalanick quiso facilitar la vida de la gente para encontrar un taxi y ahora Uber, su compa?¨ªa, compite con la industria del coche autom¨¢tico, y no solo con las tradicionales f¨¢bricas de Ford o General Motors, sino que tambi¨¦n con Tesla e incluso Google. Por su parte, Mark Zuckerberg cre¨® una red social para facilitar la comunicaci¨®n entre compa?eros de su universidad. Doce a?os m¨¢s tarde, Facebook ha cambiado la manera de comunicarnos, sacudiendo a medios de comunicaci¨®n y a la industria publicitaria.
La gente que construye nuestro futuro es muy consciente de este s¨²per-acelerado mundo. Un escenario donde todos compiten con todos. En la sede de Facebook, cuelga de la pared un famoso cartel blanco escrito con letras rojas que dice ¡®Move fast and break things¡¯ (Mu¨¦vete r¨¢pido y rompe cosas), un credo muy profesado por su fundador. Y un mantra que repiten miles de emprendedores en el mundo.?
Es el caso de Marc Benioff, consejero delegado de la empresa de software en la nube, Saleforce, compa?¨ªa que estuvo a un paso de adquirir Twitter y uno de los consejeros de Schwab en temas tecnol¨®gicos, vaticina que "Al igual que en per¨ªodos anteriores de transformaci¨®n econ¨®mica, la cuarta Revoluci¨®n Industrial va a desatar nuevos niveles de innovaci¨®n y productividad¡±, aunque, agrega, estos ser¨¢n de formas ¡°sutiles y expl¨ªcitas, algo que cambiar¨¢ lo que significa ser humano¡±.
Esta revoluci¨®n, adem¨¢s, traer¨¢ muchas preguntas existenciales sobre la antigua relaci¨®n entre el hombre y la m¨¢quina, lo que alterar¨¢ a las industrias, con la dislocaci¨®n de sus trabajadores. Coincidiendo con Gonz¨¢lez, de BBVA, Benioff estima que ¡°como internet hace 20 a?os, las tecnolog¨ªas como la inteligencia artificial, la impresi¨®n 3D y la ingenier¨ªa gen¨¦tica, tambi¨¦n aumentar¨¢n puestos de trabajo existentes y se crear¨¢n otros nuevos¡±. Por esa raz¨®n el ejecutivo considera que las empresas, los gobiernos y otras organizaciones "necesitan adaptarse coordinadamente para capacitar a los empleados del ma?ana y se deben crear redes de seguridad para aquellos que se van quedando atr¨¢s".?
Mauricio Macri: ¡°La principal herramienta de inclusi¨®n es siempre la educaci¨®n, y desde ya, se debe tener cada vez m¨¢s en cuenta tambi¨¦n la tecnolog¨ªa¡±
La Cuarta Revoluci¨®n en Am¨¦rica Latina
¡°All¨ª, todo lo que no est¨¢ prohibido, est¨¢ permitido¡±, dice Schwab, quien cree que si comparamos Latinoam¨¦rica con Europa, es una sociedad mucho m¨¢s flexible que cuenta con una poblaci¨®n muy joven. Y lo dice una persona que toda su vida se ha rodeado de j¨®venes, convencido de que son ellos quienes ense?an a los mayores. ¡°Yo cada vez que viajo me re¨²no con un grupo de Global Shapers (comunidad de j¨®venes talentos seleccionados por el Foro Econ¨®mico Mundial), es muy refrescante¡±.
Sin embargo, a pesar de la juventud y flexibilidad, la regi¨®n a¨²n necesita mucho que avanzar. Para tratar temas de futuro, el pr¨®ximo a?o (5 al 7 de abril) Argentina ser¨¢ el pa¨ªs anfitri¨®n de la decimosegunda cumbre que el Foro Econ¨®mico Mundial realiza en Am¨¦rica Latina. El presidente argentino Mauricio Macri, quien el pasado septiembre se reuni¨® en Nueva York con el profesor Schwab, ha asegurado que van a ¡°abordar el impacto de la cuarta Revoluci¨®n Industrial y el desaf¨ªo de Am¨¦rica Latina para generar crecimiento inclusivo y desarrollo sostenible¡±.
No obstante, ¡°la principal herramienta de inclusi¨®n es siempre la educaci¨®n, y desde ya, se debe tener cada vez m¨¢s en cuenta tambi¨¦n la tecnolog¨ªa¡±, ha explicado Macri a EL PA?S.
Michelle Bachelet: ¡°A?partir de la tecnolog¨ªa, cada vez m¨¢s personas tienen acceso a m¨¢s y mejor informaci¨®n, a mayor conectividad, a nuevos servicios financieros...¡±
La regi¨®n, que vislumbra un acercamiento entre el tradicional bloque Mercosur con la joven Alianza del Pac¨ªfico, uni¨®n que de momento incluye a Chile, Per¨², Colombia y M¨¦xico, es una sociedad muy abierta a la cultura del emprendimiento. Y ¡°espero que esa fuerza tambi¨¦n pueda llegar a Venezuela¡±, anhela el fundador de Davos.
En el informe de competitividad que cada a?o presenta El Foro Econ¨®mico Mundial, desafortunadamente muestra a una ¡°Latinoam¨¦rica que va quedando atr¨¢s" en contraposici¨®n con "algunos pa¨ªses europeos, por supuesto los n¨®rdicos, EE UU, e incluso los asi¨¢ticos que avanzan con mayor velocidad¡±, asegura Schwab. Sin embargo, ¡°nuestra reuni¨®n no ser¨¢ tanto de invertir en Argentina, sino de buscar oportunidades regionales¡±.
El pa¨ªs latinoamericano con mejores proyecciones de competitividad en el estudio es Chile, en el puesto n¨²mero 33, Espa?a le antecede en el 32, y el puesto n¨²mero uno, de 138 pa¨ªses, lo ocupa Suiza. En palabras de la presidenta Michelle Bachelet, Chile est¨¢ ¡°apoyando la innovaci¨®n abierta en la industria minera y de servicios de la miner¨ªa¡±, para ¡°fomentar el desarrollo tecnol¨®gico en energ¨ªa solar, generar investigaci¨®n y desarrollo en materia de alimentos saludables y crear capacidades para nuevas industrias inteligentes¡±.
En uno de los continentes m¨¢s desiguales del planeta, Bachelet agrega que ¡°sin duda, la tecnolog¨ªa est¨¢ permitiendo acortar brechas de manera acelerada¡±. Afirma que "a partir de la tecnolog¨ªa, cada vez m¨¢s personas tienen acceso a m¨¢s y mejor informaci¨®n, a mayor conectividad, a nuevos servicios financieros, y a mejores servicios de salud, por nombrar s¨®lo algunos¡±.
La semilla de Davos
El mejor conectado del planeta
Reinventarse y adaptarse son dos palabras que Schwab ha sabido manejar en su vida profesional. Se doctor¨® en Econom¨ªa por la Universidad de Friburgo y en Ingenier¨ªa por el Instituto Federal Suizo de Tecnolog¨ªa. Luego curs¨® un m¨¢ster en administraci¨®n p¨²blica en la escuela John F. Kennedy de la Universidad de Harvard para convertirse con 33 a?os en el profesor m¨¢s joven de su generaci¨®n.
Pero su esp¨ªritu inquieto de b¨²squeda emprendedora le llev¨® a ir m¨¢s all¨¢ para volcar sus ideas en el libro ¡®Gesti¨®n de la empresa moderna en la ingenier¨ªa mec¨¢nica', una publicaci¨®n de 1971 que le abri¨® grandes puertas tanto en lo acad¨¦mico como en lo social, ya que se convirti¨® en un invitado de ¨¦lite. Grandes empresarios y pol¨ªticos quer¨ªan contar con su opini¨®n. ¡°La gente quer¨ªa hablar conmigo, no por verme, sino porque quer¨ªan mi punto de vista intelectual¡±, recuerda Schwab.
Tras el ¨¦xito de aquel libro, y con la idea de ir m¨¢s all¨¢ del ¨¢mbito de la academia, el profesor se pregunt¨® por qu¨¦ no crear una plataforma donde se reunieran pol¨ªticos con gente de negocio. Una pregunta que plant¨® su semilla en las g¨¦lidas monta?as de Davos y que comenz¨® con 444 participantes. Hoy en d¨ªa, cada enero, se re¨²nen m¨¢s de 2.500 personas en la peque?a y nevada ciudad que acoge a jefes de estado, banqueros, consejeros delegados, magnates tecnol¨®gicos, artistas, gur¨²s de autoayuda, celebridades, modelos y hasta alg¨²n que otro arzobispo enganchado a las nuevas tendencias mundiales.
Una cita de altura, a 1.560 metros, y de gran envergadura que nadie quiere perderse, pese al alto coste del entrada que puede llegar incluso a los 17.000 euros y los precios de las habitaciones de hotel que cuestan hasta 500 euros la noche (por no hablar de un tradicional chal¨¦ suizo de monta?a a unos 140.000 euros la semana). As¨ª que no es ninguna sorpresa que algunas empresas gasten millones en la reuni¨®n anual de Davos.
Se dice que Schwab es una de las personas mejor conectadas del planeta. Sin embargo, este disciplinado hombre que se levanta a las seis de la ma?ana para nadar en una piscina interior de sistema contracorriente, mira las noticias, luego toma desayuno con su mujer Hilde, se despide y camina cinco minutos hasta su oficina, no se considera un animal social. "Nunca me ver¨¢s en fiestas ni cocktails", asegura.
De la cuarta Revoluci¨®n Industrial, ser¨¢ dif¨ªcil prever el escenario que nos encontraremos, pero s¨ª hay algo de lo que Schwab afirma estar convencido y es que en el futuro ¡°el talento, m¨¢s que el capital, ser¨¢ un factor crucial en la producci¨®n¡±.
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