Medidas sociales para un pa¨ªs m¨¢s diverso

M¨¢s all¨¢ de su respaldo al matrimonio igualitario, Obama ha sido el primer presidente que ha apoyado abiertamente decisiones como la inclusi¨®n de medidas para abaratar los anticonceptivos en su reforma sanitaria o la ley de derecho al aborto; una normativa federal para la igualdad salarial entre hombres y mujeres y otra contra la violencia dom¨¦stica; una campa?a en contra de las agresiones sexuales, proponer una reforma de la regulaci¨®n de las armas o designar a dos mujeres como juezas del Tribunal Supremo. Un legado que no est¨¢ nada claro que sobreviva en su totalidad a la era de Donald Trump.

Las mujeres de Obamacare

El presidente defendi¨® el derecho de las mujeres a decidir sobre su salud al incluir apartados espec¨ªficos en la reforma sanitaria que garantizan el acceso a los anticonceptivos. Las demandas judiciales m¨¢s dif¨ªciles a las que se ha enfrentado la reforma sanitaria partieron del rechazo a este acceso, que Obama ha defendido en una apuesta sin precedentes y cediendo ¨²nicamente para permitir la objeci¨®n de organizaciones religiosas.

El control de armas

Desde 2011, EE UU ha sufrido una gran matanza por armas de fuego en cada a?o de la presidencia de Obama. Desde el tiroteo en Arizona, ese mismo a?o, en el que la congresista Gabrielle Giffords result¨® gravemente herida, hasta la matanza en la escuela infantil de Newtown (2012), el mandatario se ha mostrado abiertamente partidario de la regulaci¨®n del sector de las armas, algo que coincide con el cambio de postura entre los ciudadanos. Esa reforma nunca sali¨® adelante por la oposici¨®n republicana, pero Obama pasar¨¢ a la historia por ser el primer mandatario que plante¨® cambiar estas leyes y desafi¨® la fuerza del lobby de las armas.

Los otros so?adores

Obama se marcha sin haber visto entrar en vigor una reforma migratoria que creci¨® en apoyo ciudadano conforme avanzaba su presidencia, pero que desde 2014 ha podido cambiar la vida de cerca de un mill¨®n de j¨®venes conocidos como dreamers, que entraron ilegalmente en el pa¨ªs siendo ni?os y han crecido y estudiado en EE UU.

El matrimonio igualitario

Mientras la postura del dem¨®crata ¡°evolucionaba¡±, seg¨²n ¨¦l, acerca del matrimonio igualitario, el pa¨ªs registr¨® en apenas unos a?os un giro dr¨¢stico en el apoyo ciudadano a los derechos de los homosexuales. Obama fue el primer mandatario en negarse a defender en los tribunales leyes federales por considerarlas discriminatorias, en decir que ¡°deber¨ªa ser legal¡± que los homosexuales pudieran casarse y en declarar este derecho ¡°una victoria para Am¨¦rica¡± el mismo d¨ªa que la Casa Blanca se ti?¨® con los colores del arco¨ªris tras la decisi¨®n del Tribunal Supremo (2015).

Respuesta al racismo

La llegada del primer afroamericano a la Casa Blanca fue interpretada por muchos como el inicio de una era posracial que la realidad ha mostrado a¨²n incipiente. Desde la muerte del joven Trayvon Martin en 2012 ¡ª¡°Podr¨ªa ser mi hijo¡±, dijo¡ª hasta la de nueve afroamericanos en una iglesia de Charleston ¡ªa la que reaccion¨® cantando el himno Amazing Grace¡ª, el mandatario se ha visto empujado a hablar de un racismo que ha intentado combatir tambi¨¦n por otras v¨ªas. La estrategia dem¨®crata ha abarcado desde la reforma del sistema judicial para rebajar las sentencias por posesi¨®n de drogas, renunciar al uso de prisiones privadas y destinar el mayor n¨²mero posible de cargos judiciales a profesionales de minor¨ªas raciales, que tuvo como broche la llegada de dos mujeres m¨¢s ¡ªincluida la primera hispana¡ª al Tribunal Supremo.

?Mi pelo es como el tuyo?

El legado de Obama que m¨¢s impronta dejar¨¢ en muchos ciudadanos tambi¨¦n quedar¨¢ grabado en el imaginario de una generaci¨®n para la que la palabra presidente ha sido sin¨®nimo de Obama desde que naci¨®. Es el presidente que se sent¨® en el autob¨²s de Rosa Parks, s¨ªmbolo de la segregaci¨®n racial, y el que mir¨® al cielo para apreciar el monumento a Martin Luther King en Washington. Pero de entre todas las im¨¢genes y an¨¦cdotas que pasar¨¢n a la historia en el retrato de la presidencia del dem¨®crata, ¨¦l siempre ha mostrado preferencia por una instant¨¢nea en la que se agacha para dejar que un ni?o afroamericano le toque el pelo. Le acababa de preguntar si era como el suyo. Obama pidi¨® que la imagen permaneciera enmarcada hasta el final de su presidencia.