Historias que quedan lejos del ojo p¨²blico del Foro
D¨ªa 4. El caf¨¦ para el 18%?
Durante a?os el Foro Econ¨®mico Mundial ha insistido p¨²blicamente en su intenci¨®n de aumentar la presencia de mujeres en Davos. Con escaso ¨¦xito hay que decir. Apenas el 18% de los participantes de esta edici¨®n son mujeres, un techo que el Foro no logra romper y que ha dejado por tanto de exhibir.
?Pese a ello, muchas de las mujeres presentes en Davos intentan mantener viva la reivindicaci¨®n y han montado un caf¨¦ "La cuota femenina" en la calle m¨¢s c¨¦ntrica de la estaci¨®n de esqu¨ª, en Promenade, la misma donde los bancos de inversi¨®n y las grandes multinacionales montan sus sedes temporales en esta semana. El caf¨¦ para el 18%, reza su publicidad.
?Profesionales como Rebaca Grynspan, Susana Malcorra o Arancha Gonz¨¢lez han pasado por el caf¨¦, han participado en sus debates y en sus sesiones de networking. Pero al caer la tarde, cuando a la hora de las verdaderas relaciones p¨²blicas empiezan en Davos, el caf¨¦ cierra sus puertas. Lo que reduce claramente sus posibilidades de ¨¦xito, al menos aqu¨ª. Y eso que la desigualdad de g¨¦nero no discrimina a las grandes fortunas. De los 1.800 milmillonarios que hay en el mundo, apenas el 10% son mujeres, seg¨²n Eurasia Group.
D¨ªa 3. Davos, la ciudad del atasco permanente
Los atascos de limusinas al caer la tarde, cuando las cenas y las fiestas se amontonan a lo largo de la peque?a estaci¨®n de esqu¨ª eran una de las estampas tradicionales de Davos en los ¨²ltimos a?os, desde que la cita del Foro Econ¨®mico Mundial se convirti¨® en una convocatoria masiva. Tanto que los organizadores se propusieron que todos los veh¨ªculos del Foro ¨Ctanto los que trasladan a invitados y participantes como los que utilizan los ejecutivos en sus desplazamientos por la estaci¨®n de esqu¨ª-- solo fueran coches el¨¦ctricos. Pretend¨ªa ser una muestra del compromiso del Foro con el cambio clim¨¢tico y una forma de reconciliarse tambi¨¦n con los vecinos de la peque?a ciudad, que ven su vida alterada por el desembarco de miles de visitantes en apenas unos d¨ªas.?
Las buenas intenciones parecen haber quedado atr¨¢s. Las restricciones de acceso de los veh¨ªculos de combustibles f¨®siles al centro de la ciudad han sido pr¨¢cticamente inexistentes y la profusi¨®n de todo tipo de modelos de veh¨ªculos ha superado con creces las de a?os anteriores. Con tanto coche por la ciudad los atascos se han convertido en la t¨®nica tambi¨¦n a primera hora de la ma?ana, en torno a las 7, cuando los ejecutivos acuden a sus primeras reuniones o desayunos de trabajo. Las bajas temperaturas de esta edici¨®n, tampoco invitan a dar un paseo ma?anero. No es f¨¢cil caminar mucho tiempo con temperaturas rondando los 15 grados bajo cero.a
D¨ªa 2. La Casa Rusia
La delegaci¨®n rusa ha realizado este a?o un gran despliegue de relaciones p¨²blicas en el Foro de Davos. La presencia de directivos de las principales empresas rusas y de muchos funcionarios econ¨®micos en las mesas de debate del Foro contrasta con el repliegue del a?o pasado, cuando las sanciones contra Rusia y sus empresas por la invasi¨®n de Crimea causaron recelo entre los inversores y concentraron sus encuentros en los hoteles fuera del Centro de Congresos.
Animados por el cambio de tono que apunta el pr¨®ximo Gobierno de Estados Unidos, los ejecutivos rusos han vuelto a vender las posibilidades que presenta la inversi¨®n en aquel pa¨ªs. En lo que hasta hace una semana sol¨ªa ser uno de los caf¨¦s m¨¢s tradicionales de Promenade, la calle central de esta exclusiva estaci¨®n de esqu¨ª, han establecido la llamada Casa Rusia, un centro dedicado a realizar debates, que cada d¨ªa publica unas p¨¢ginas a modo de peri¨®dico y que ha acogido una de las grandes fiestas de bienvenida celebradas hasta el momento, apta para casi todos los p¨²blicos, con una barra libre de vodka como gancho. ¡°Sal de fiesta como un ruso¡±, era el reclamo del evento. Eso s¨ª, las grandes corporaciones, como el banco VTB, mantienen la tradici¨®n y siguen celebrando sus exclusivas fiestas para clientes en los hoteles fuera del ojo p¨²blico.
D¨ªa 1. Schwab, en la Torre Trump
El presidente del Foro Econ¨®mico Mundial (WEF, en sus siglas en ingl¨¦s), Klaus Schwab, era consciente de que acceder al deseo del presidente chino, Xi Jinping, de que el WEF 2017 se celebrara la misma semana de la inauguraci¨®n de la presidencia de Estados Unidos, y no en la ¨²ltima semana de enero como suele ser habitual, iba a hacer casi imposible la presencia de alg¨²n miembro de la nueva Administraci¨®n de Donald Trump en la estaci¨®n suiza de Davos. Para aclarar posibles malentendidos y estrechar lazos con el presidente electo, Schwab acudi¨® a la Torre Trump poco despu¨¦s de la victoria del republicano, una visita que entonces pas¨® m¨¢s o menos desapercibida.?
Interlocutores no le faltan a Schwab en el nuevo equipo de Trump. Sin ir m¨¢s lejos, el pr¨®ximo jefe de asesores econ¨®micos de la Casa Blanca, Gary Cohn, hasta ahora n¨²mero tres del banco de inversi¨®n Goldman Sachs, ha sido en numerosas ocasiones uno de los copresidentes del WEF y ha mantenido un papel muy activo dentro de la junta de administradores del Foro.
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