El Constitucional alem¨¢n rechaza ilegalizar el partido neonazi NPD por su irrelevancia
Es la segunda ocasi¨®n en que fracasa el intento de las autoridades de vetar a los ultras
El segundo intento de acabar con una formaci¨®n heredera del nazismo ha acabado, como el primero, en fracaso. El Tribunal Constitucional de Alemania rechaz¨® el martes, la ilegalizaci¨®n del NPD. A los jueces de Karlsruhe no les cabe ninguna duda del radicalismo del partido ni su afinidad con el nacionalsocialismo. Pero argumentan que, gracias a su cada vez mayor irrelevancia, esta formaci¨®n nacida en los a?os sesenta no puede convertirse en un peligro para la democracia.
Radiograf¨ªa de los ultras alemanes
- El Partido Nacional Democr¨¢tico de Alemania (NPD) nace en 1964. Tras entrar en los parlamentos de siete l?nder, alcanza su mejor resultado en unas elecciones federales en 1969. Con el 4,3% de los votos, queda a solo siete d¨¦cimas de llegar al Bundestag.
- Basti¨®n oriental. Tras la reunificaci¨®n de 1990, el NPD logra sus mejores resultados en el este de Alemania. El a?o pasado perdi¨® sus ¨²ltimos representantes en un parlamento regional, el de Mecklemburgo-Pomerania Occidental.
- Formaci¨®n irrelevante. Con cerca de 5.000 afiliados, el NPD es ahora un partido muy debilitado. Le queda el eurodiputado que gan¨® en las elecciones de 2014, donde obtuvo poco m¨¢s de 300.000 votos, y un pu?ado de representantes locales en el este de Alemania.
El Partido Nacional Democr¨¢tico de Alemania (NPD), que nunca ha llegado al Bundestag, ha perdido importancia estos a?os en su ¨²ltimo reducto, los Estados orientales del pa¨ªs. La puntilla le lleg¨® con la aparici¨®n de Alternativa para Alemania (AfD), el partido ultraconservador antinmigraci¨®n que amenaza con convertirse en las elecciones de septiembre en la tercera fuerza del pa¨ªs, tras los democristianos y socialdem¨®cratas.
El Gobierno federal y las dos C¨¢maras del Parlamento ya trataron en 2003 de ilegalizar el NPD. Pero el proceso se sald¨® con un sonoro rid¨ªculo. El Constitucional no entr¨® a valorar el fondo de la cuesti¨®n, ya que se descubri¨® que algunos testigos eran informantes pagados con dinero p¨²blico.
Para evitar un fracaso similar, en esta ocasi¨®n la iniciativa no parti¨® del Gobierno. Fue el Bundesrat ¡ªla C¨¢mara Alta, que representa a los Estados Federados¡ª el que volvi¨® a la carga en 2013 contra la formaci¨®n ultraderechista fundada en 1964. Influy¨® entonces el shock que Alemania vivi¨® tras descubrir la decena de asesinatos perpetrados por los terroristas de la banda nazi NSU.
La competencia de AfD
Pero el panorama pol¨ªtico ha cambio mucho desde que se present¨® la demanda. El NPD se sentaba en 2013 en dos parlamentos regionales, y ahora en ninguno. Y entonces era la principal fuerza que agrupaba al voto m¨¢s derechista. Ahora le ha salido un competidor m¨¢s moderado, y mucho m¨¢s exitoso. Porque AfD re¨²ne a votantes ultras, pero tambi¨¦n a conservadores decepcionados con el giro centrista de la CDU de Angela Merkel, antiguos simpatizantes de partidos de izquierdas y ciudadanos que hasta ahora eran abstencionistas.
El Constitucional admite que el NPD trata de acabar con el ¡°sistema constitucional existente¡± y reemplazarlo por ¡°un Estado nacional autoritario que defienda la idea una comunidad definida a trav¨¦s de la etnia¡±. Y los servicios secretos alemanes le achacan v¨ªnculos con neonazis violentos.
Pero el alto tribunal rechaza dar un paso tan radical en una democracia como ilegalizar un partido. Esgrimen su escaso peso espec¨ªfico y sus nulas perspectivas de ganarlo en un futuro cercano. El NPD estuvo cerca de entrar en el Bundestag en 1969, pero desde entonces ha quedado muy lejos del 5% de votos necesario. En 2013 se qued¨® en el 1,3%. Con cerca de 5.000 afiliados, ahora solo tiene un eurodiputado y un pu?ado de representantes locales en Ayuntamientos del este.
Hace m¨¢s de 60 a?os que en Alemania no se ilegaliza un partido. El ¨²ltimo fue la formaci¨®n comunista KPD; y antes hab¨ªa corrido una suerte similar una formaci¨®n heredera del Partido Nacionalsocialista de Adolf Hitler.
El ministro del Interior, Thomas de Maizi¨¨re, respondi¨® que el veredicto del Tribunal confirma su idea de que la ideolog¨ªa del NPD es ¡°anticonstitucional, incompatible con los principios de la democracia y que viola los derechos humanos¡±. Y a?adi¨® que, por lo tanto, los servicios secretos seguir¨¢n vigilando al partido.
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