?Fue un error publicar el informe de las aventuras de Trump en Rusia?
Los tambores de guerra entre el presidente y los medios suenan en Washington
Publicar documentos que est¨¢n en boca de todos, alertando de que su veracidad no ha podido ser corroborada, ?es una p¨¦sima idea o una manera de espolear la investigaci¨®n sobre la informaci¨®n en cuesti¨®n? Los debates sobre ¨¦tica period¨ªstica a menudo suenan a noticia gastada, pero con cada nuevo caso reciben una jugosa transfusi¨®n y recuperan el br¨ªo. Si est¨¢ de por medio el presidente de Estados Unidos, sus supuestos desfases er¨®tico-festivos y financieros en Rusia, y su beligerante enfrentamiento con los medios, la popularidad de la pol¨¦mica est¨¢ asegurada.
La cadena CNN solt¨® la liebre y public¨® 10 d¨ªas antes del desembarco de Trump en la Casa Blanca una informaci¨®n sobre una reuni¨®n en la que los altos mandos de la inteligencia estadounidense hab¨ªan entregado a Obama y a Trump un memor¨¢ndum que inclu¨ªa dos folios con el resumen de una serie de informaciones comprometedoras para el presidente electo en poder de la inteligencia rusa. Pocas horas despu¨¦s, BuzzFeed tiraba de la manta y publicaba el PDF del dosier de 35 p¨¢ginas en el que supuestamente se basaba el resumen que fue despachado con el presidente electo y el saliente, y que llevaba meses circulando entre periodistas, senadores y congresistas. La noticia alertaba de que los datos contenidos en el explosivo informe no hab¨ªan podido ser verificados, los nombres de los agentes aparec¨ªan tachados, determinadas acusaciones estaban subrayadas (por ejemplo, la informaci¨®n referente a las heterodoxas pr¨¢cticas sexuales de Trump en un hotel en Mosc¨²), y se ped¨ªa la colaboraci¨®n de los lectores que tuvieran m¨¢s pistas sobre el asunto.
La reacci¨®n no tard¨® en llegar. The Guardian, The New York Times y The Washington Post, entre otros, censuraron la decisi¨®n de BuzzFeed y aclararon que aunque ellos hab¨ªan tenido acceso al dosier no lo publicaron al no poder confirmar la informaci¨®n. Dos d¨ªas despu¨¦s, Trump cargaba contra James Acosta, el reportero de la CNN que cubri¨® su rueda de prensa y vociferaba contra las ¡°noticias falsas¡±. Ir¨®nico, pero no del todo sorprendente, que el nuevo presidente cuya campa?a se benefici¨® de palmarias y virales mentiras apelase a la verdad.
Pero antes de que Trump mandase callar a Acosta, Vanessa Gezari, en el Columbia Journalism Review, defendi¨® la decisi¨®n de publicar el informe: ¡°?Los medios que deciden frenar indefinidamente una posible gran historia inspiran mayor confianza entre el p¨²blico? Dif¨ªcilmente¡±. Frente al divide y vencer¨¢s que Trump parece estar empleando en su particular batalla medi¨¢tica, el veterano abogado Floyd Abrams, defensor de The New York Times en el caso de los papeles del Pent¨¢gono, hac¨ªa un llamamiento esta semana para defender la libertad: ¡°La prensa necesita unirse¡±. Los tambores de guerra empiezan a sonar en Washington y los reporteros, esta vez, tendr¨¢n que tratar de convencer a los ciudadanos para que escuchen, aunque sea por encima de los gritos del nuevo presidente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.