La UE se prepara por si Trump se retira del acuerdo de Par¨ªs

Europa se prepara ante un m¨¢s que posible rev¨¦s en la lucha mundial contra el cambio clim¨¢tico: la retirada de Estados Unidos del acuerdo de Par¨ªs. Los recelos que ya anticip¨® Donald Trump durante la campa?a presidencial inquietan a la Uni¨®n Europea, principal impulsora de los esfuerzos contra el calentamiento global. Bruselas pretende ahora aliarse con China, el gran gigante de la contaminaci¨®n junto con Estados Unidos, e intensificar las pol¨ªticas internas para capear una eventual salida estadounidense del pacto global del clima, que entr¨® en vigor el pasado noviembre.

Antes incluso de que el nuevo presidente ganara las elecciones, algunos altos cargos en la Comisi¨®n Europea intentaron adelantarse a lo que se avecinaba. El comisario europeo de Acci¨®n por el Clima y Energ¨ªa, Miguel Arias Ca?ete, tiene previsto un viaje a Estados Unidos en febrero para testar las aguas de la nueva Administraci¨®n estadounidense. Y en marzo se desplazar¨¢ a Pek¨ªn con la misi¨®n de aquilatar los compromisos del Gobierno chino en la lucha contra el cambio clim¨¢tico, seg¨²n explican fuentes comunitarias. En abril, Arias Ca?ete visitar¨¢ Ir¨¢n en el marco de un foro entre empresas europeas e iran¨ªes para fomentar las energ¨ªas renovables y la eficiencia energ¨¦tica.

Aunque Bruselas ya pretend¨ªa tejer alianzas con otras potencias emisoras de gases contaminantes, el cambio radical de escenario en Estados Unidos obliga a acelerar esa estrategia. Y despu¨¦s de que Trump haya anunciado su retirada de uno de los principales s¨ªmbolos de la pol¨ªtica exterior de Barack Obama, el acuerdo comercial con el Pac¨ªfico, el Ejecutivo comunitario teme que el de Par¨ªs sea una de las pr¨®ximas v¨ªctimas de este nuevo enfoque aislacionista.

Las condiciones del acuerdo del clima, el intento m¨¢s ambicioso de luchar contra el calentamiento global ¨Ccon la implicaci¨®n, por primera vez, de China y Estados Unidos-, dificultan la retirada unilateral. Hay que esperar al menos hasta noviembre de 2019 para abandonar oficialmente sus compromisos, que buscan impedir que la temperatura global suba m¨¢s de dos grados a finales de siglo. Pero dada la trayectoria de Trump, no es osado pensar que el dirigente se sienta poco vinculado por esa letra peque?a y opte por una salida brusca del marco que suscribieron 195 pa¨ªses en diciembre de 2015.

En ese contexto, Bruselas tratar¨¢ de involucrar al m¨¢ximo a China, responsable de m¨¢s de una cuarta parte de las emisiones mundiales. Pek¨ªn ha mostrado en los ¨²ltimos a?os un mayor inter¨¦s medioambiental (por ejemplo, como principal inversor en energ¨ªas renovables) y la UE instar¨¢ a sus autoridades a continuar esa senda.

Objetivos m¨¢s lejanos

Aun as¨ª, los esfuerzos europeos no podr¨¢n suplir del todo la falta de compromiso estadounidense. ¡°Ser¨¢ mucho m¨¢s dif¨ªcil alcanzar los objetivos de Par¨ªs. La Uni¨®n Europea no puede hacerlo todo si Estados Unidos no aplica su parte¡±, vaticina el director de la Agencia Europea de Medio Ambiente, Hans Bruyninckx, en un encuentro con EL PA?S. Pese a todo, este experto matiza que la lucha contra el cambio clim¨¢tico no se libra solo en el ¨¢mbito de los jefes de Estado y de Gobierno. La agencia pone como ejemplo los esfuerzos que realiza el Estado de California en la promoci¨®n de energ¨ªas renovables o las alianzas de grandes urbes contra el calentamiento global.

Incluso si Washington no se retira formalmente, su inacci¨®n puede herir de muerte el acuerdo de Par¨ªs. En primer lugar porque el propio texto recoge que los esfuerzos pactados no bastan para lograr los objetivos de reducci¨®n de gases y compromete a los firmantes a revisar al alza los programas de mitigaci¨®n en 2018. Resulta dudoso que Trump acepte esa mayor ambici¨®n, as¨ª como los desembolsos que el pacto exige a los pa¨ªses m¨¢s desarrollados (100.000 millones de d¨®lares anuales, casi 93.000 millones de euros) a partir de 2020.

Hay un segundo elemento que puede entorpecer el acuerdo. Los pr¨®ximos cuatro a?os -previsiblemente, la legislatura de Trump- resultar¨¢n claves para definir el control de las emisiones y la financiaci¨®n de las pol¨ªticas de adaptaci¨®n al cambio clim¨¢tico. Y Washington, primera potencia mundial, podr¨ªa bloquear unas negociaciones basadas en el consenso.