El muro de Trump abre una era hostil con M¨¦xico
La orden ejecutiva para construir la divisoria echa por tierra a?os de estabilidad y dinamita la visita de Pe?a Nieto a Washington
Donald Trump cumple sus promesas. A tan solo cinco d¨ªas de jurar el cargo, el presidente de Estados Unidos ha firmado la orden ejecutiva para construir el muro con M¨¦xico. La decisi¨®n abre una inmensa fisura entre ambos pa¨ªses. Aunque ya exista una divisoria f¨ªsica de casi 1.100 kil¨®metros, la medida echa por tierra a?os de estabilidad y buena vecindad. A cambio impone una vuelta al pasado y dinamita los intentos de Enrique Pe?a Nieto por encauzar las relaciones con el incontenible republicano. Una era de hostilidad ha dado comienzo.
La orden va mucho m¨¢s all¨¢ del problema migratorio. Este apenas existe. O al menos ya no es masivo. Desde hace a?os el saldo migratorio es negativo y salen m¨¢s mexicanos de Estados Unidos que los que entran (140.000 m¨¢s solo en 2014). Pero eso, en el contexto trumpiano, pesa poco. El muro m¨¢s que una obra, es un s¨ªmbolo.
Como buen constructor, Trump sabe que la pol¨ªtica necesita cemento. Tiene que verse y tocarse. El muro sirve a este fin. Y la andanada no viene sola. Le acompa?an la demolici¨®n del Tratado de Libre Comercio, las restricciones a la inmigraci¨®n y la amenaza fiscal para aquellas empresas que busquen abaratar costes en M¨¦xico. Los pilares de su nacionalismo proteccionista. El credo que le ha permitido ganar el voto de las masas blancas empobrecidas.
Lejos de la caricatura con que se suele retratar a Trump, su decisi¨®n no es fruto del impulso, sino de la estrategia. "Es una conducta autoritaria y c¨ªnica, pero tiene un prop¨®sito", se?ala la experta en Migraci¨®n y Seguridad Eunice Rend¨®n.
Con el muro, el republicano abre el interrogante sobre las relaciones futuras. Todo est¨¢ en cuesti¨®n y eso le permite avanzar en sus fines, entre ellos, frenar la inversi¨®n hacia el vecino y reequilibrar una balanza comercial que en estos momentos es favorable a M¨¦xico (120.000 millones de d¨®lares en 2015). Un golpe que, pese a sus efectos sociales, los mercados estadounidenses llevan meses esperando, como demostr¨® el m¨¢ximo hist¨®rico registrado por el Dow Jones tras anunciarse la orden.
Para M¨¦xico, el muro condensa la peor de las pesadillas. Es la expulsi¨®n de la tierra prometida. La entrada en el Tratado de Libre Comercio le abri¨® las puertas a la modernidad. Las exportaciones a Estados Unidos pasaron de 3.800 millones de d¨®lares en 1994 a 20.000 millones en la actualidad. Un pa¨ªs con fuertes trazas de subdesarrollo ingres¨® en un ¨¢rea donde se sent¨ªa proyectada y con un porvenir.
La reactivaci¨®n de la divisoria oscurece ese futuro. El tratado se hunde y la frontera se vuelve un muro. Los fantasmas del pasado emergen otra vez. M¨¦xico nunca ha olvidado la anexi¨®n territorial de 1846 ni la ocupaci¨®n estadounidense de Veracruz de 1914. Con el America First, el peor de los rostros de Washington vuelve a vislumbrarse en el horizonte.
¡°Regresa el paradigma del maltrato al d¨¦bil, de la amenaza y la persecuci¨®n. Con Trump hay un rechazo a la vecindad misma. Pero es una medida contra la ley de la gravedad. Un intento de frenar la historia. La integraci¨®n es irreversible. M¨¦xico es parte de Estados Unidos y a la inversa¡±, se?ala el escritor y pensador H¨¦ctor Aguilar Cam¨ªn.
"Aunque s¨®lo se construyan dos metros de muro, har¨¢n da?o. Pero al final tambi¨¦n sufrir¨¢ Estados Unidos. La frontera es una regi¨®n muy integrada y hay ciudades netamente binacionales", indica Rend¨®n.
Pero la jugada no se limita al giro estrat¨¦gico. En el corto plazo, supone una bomba para Enrique Pe?a Nieto y arruina su reuni¨®n con el presidente estadounidense prevista el martes pr¨®ximo para revisar el tratado. Al anunciar la construcci¨®n del muro e insistir en que lo deber¨¢ pagar "de una manera u otra", la Casa Blanca ha humillado p¨²blicamente a su vecino.
Lo mismo ocurri¨® en su visita rel¨¢mpago a finales de agosto. En aquella cita lo hizo a las pocas horas de haber estrechado la mano de Pe?a Nieto. En un multitudinario mitin en Phoenix (Arizona), cuando en Los Pinos se pensaba que la partida estaba ganada, el magnate proclam¨®: ¡°M¨¦xico pagar¨¢ el muro. Al 100%. Todav¨ªa no lo saben, pero pagar¨¢n por el muro¡±.
Ahora la estocada ha sido a priori. Antes de su reuni¨®n, ha puesto la p¨®lvora bajo los pies de Pe?a Nieto. Le ha dejado inerme ante una opini¨®n p¨²blica cada vez m¨¢s enfurecida y ha empeque?ecido cualquier avance que pueda obtener de la negociaci¨®n. Si el presidente mexicano persiste en su visita, le espera el peor de los escenarios posibles.
"Ha anunciado el muro justo cuando el secretario de Exteriores, Luis Videgaray, y el de Econom¨ªa, Ildefonso Guajardo, llegaban a Washington para iniciar la negociaci¨®n. Es un insulto e instala un clima de enfrentamiento en la apertura de las conversaciones. Pe?a Nieto deber¨ªa cancelar su viaje. M¨¦xico no puede vivir bajo esta amenaza permanente. Es inaceptable", se?ala el excanciller Jorge Casta?eda. En el mismo sentido se expresaron el patriarca de la izquierda mexicana, Cuaht¨¦moc C¨¢rdenas, y la aspirante presidencial del PAN (derecha), Margarita Zavala, y el l¨ªder de Morena, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, ahora mismo favorito en las encuestas.
Bajo esta presi¨®n, las apelaciones de Pe?a Nieto a negociar sin ¡°sumisi¨®n ni confrontaci¨®n¡± no parecen suficientes. En su ¨²ltimo a?o de mandato pleno y con su valoraci¨®n en m¨ªnimos hist¨®ricos, el presidente mexicano ha entrado de la mano de Trump en territorio desconocido. La econom¨ªa atraviesa un periodo de fuerte inestabilidad, con p¨¦rdida de inversi¨®n extranjera, aumento de la inflaci¨®n y depreciaci¨®n del peso. La posibilidad de protestas masivas, como ha alertado el servicio de inteligencia estadounidense, es cada vez m¨¢s pr¨®ximo. Y en el terreno pol¨ªtico, los embates del estadounidense est¨¢n beneficiando al gran rival del PRI, el izquierdista Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador.
Por mucho que lo quiera minimizar el Gobierno de Pe?a Nieto, cualquier movimiento de Trump es ahora mismo pol¨ªtica interna mexicana. Y de momento se est¨¢n cumpliendo las peores expectativas. M¨¦xico est¨¢ siendo vapuleada y no se ve paz en el horizonte. Una era de inestabilidad ha comenzado.
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