Pe?a Nieto cancela su reuni¨®n con Trump
La tensi¨®n entre Washington y M¨¦xico se dispara. La escalada amenaza con bloquear la negociaci¨®n del Tratado de Libre Comercio. La Casa Blanca planea un arancel del 20% para sufragar el coste de construir el muro en la frontera.
La tensi¨®n se ha disparado en Norteam¨¦rica. El presidente de M¨¦xico, Enrique Pe?a Nieto,?ha anunciado que suspende la reuni¨®n prevista el pr¨®ximo martes en Washington con Donald Trump para negociar el Tratado de Libre Comercio. La decisi¨®n, que abre una profunda crisis diplom¨¢tica entre ambas naciones, llega despu¨¦s de que el mandatario estadounidense firmase el mi¨¦rcoles la orden de construir un muro en la frontera y de que hoy afirmase por Twitter que si M¨¦xico no estaba dispuesto a pagar, era mejor cancelar el encuentro. La humillaci¨®n p¨²blica para Pe?a Nieto y su equipo fue de tal calibre que, pese a sus resistencias iniciales, decidieron cancelar la visita y adentrarse en territorio desconocido.Tanto que en respuesta a M¨¦xico, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, aument¨® a¨²n m¨¢s la presi¨®n y dijo que Trump ha decidido c¨®mo hacer pagar a M¨¦xico por el muro: imponiendo una tasa del 20% a todas las importaciones desde el pa¨ªs. "Si gravas con un 20% esos 50.000 millones de importaciones", dijo Spicer, "logras 10.000 millones al a?o y pagas f¨¢cilemente el muro con ese mecanismo". Las hostilidades han empezado.
Esta ma?ana hemos informado a la Casa Blanca que no asistir¨¦ a la reuni¨®n de trabajo programada para el pr¨®ximo martes con el @POTUS.
— Enrique Pe?a Nieto (@EPN) January 26, 2017
Nunca en las ¨²ltimas d¨¦cadas la relaci¨®n entre Estados Unidos y M¨¦xico hab¨ªa pasado por un momento tan cr¨ªtico. En el aire han quedado ahora mismo la supervivencia del Tratado de Libre Comercio para Am¨¦rica del Norte y la estabilidad de una relaci¨®n entre dos pa¨ªses que comparten m¨¢s de 3.100 kil¨®metros de frontera e inmensos nexos demogr¨¢ficos, culturales y econ¨®micos.
Para llegar a este punto, Trump se ha empleado durante meses a fondo y ha sacado sus peores modos. No s¨®lo al inicio de su campa?a a la presidencia, en que llam¨® violadores y asesinos a los inmigrantes mexicanos, sino ya en la Casa Blanca, escenificando con su vecino un juego de dominio y poder muy alejado de cualquier negociaci¨®n al uso.
El ¨²ltimo cap¨ªtulo de esta historia empez¨® a escribirse el martes cuando el secretario de Exteriores y hombre fuerte del Gobierno, Luis Videgaray, y el de Econom¨ªa, Ildefonso Guajardo, llegaron a Washington para iniciar las conversaciones y preparar el terreno para la visita oficial del 31 de enero. Enviados por Pe?a Nieto bajo el lema de ¡°ni sumisi¨®n ni confrontaci¨®n¡±, sobre ellos reca¨ªa el reto de revitalizar una relaci¨®n moribunda.
Pero su aterrizaje no pudo tener peor comienzo. La misma noche del martes, Trump anunci¨® por Twitter su intenci¨®n de firmar a la ma?ana siguiente la orden de construcci¨®n del muro. El golpe dej¨® en evidencia la escasa importancia que daba Washington a los intentos mexicanos por restablecer la confianza. Fiel a sus promesas, a la ma?ana siguiente Trump firm¨® los decretos para construir el muro e insisti¨® sin tapujos en que "de una manera u otra" lo iba a pagar M¨¦xico.
La andanada reson¨® en M¨¦xico. Las voces de protesta empezaron a multiplicarse. Casi todos los partidos de oposici¨®n exigieron al presidente que no acudiera a Washington por dignidad. Solo el favorito en las encuestas, el izquierdista Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, pidi¨® apoyo para Pe?a Nieto. Pero no se trat¨® s¨®lo de un repudio pol¨ªtico. Intelectuales y artistas se lanzaron a las redes para expresar su indignaci¨®n. "Es un insulto, M¨¦xico no puede vivir bajo esta amenaza permanente. Es inaceptable", se?al¨® a este peri¨®dico el excanciller Jorge Casta?eda.
La diplomacia mexicana se vio rodeada. Al igual que ocurriera en agosto pasado, cuando Trump humill¨® a M¨¦xico con su visita rel¨¢mpago, la historia volv¨ªa a repetirse. Trump hab¨ªa dado la espalda a su vecino justo cuando le tend¨ªa la mano. Las consecuencias del desaire, sin embargo, a¨²n tardar¨ªan en verse. Videgaray y Guajardo, reunidos en la Casa Blanca, mantuvieron las conversaciones hasta la tarde. Y al salir, seg¨²n fuentes cercanas, comunicaron el resultado a Los Pinos.
La noche del mi¨¦rcoles Pe?a Nieto vivi¨® uno de los momentos m¨¢s complejos de su presidencia. Ten¨ªa que decidir su pr¨®ximo paso. Ir a Washington significaba someterse a la humillaci¨®n p¨²blica de sentarse con quien no dejaba de insultar a M¨¦xico; quedarse implicaba perder la posibilidad de negociar un tratado vital para un pa¨ªs que dirige el 80% de sus exportaciones a Estados Unidos. La soluci¨®n que adopt¨® no content¨® a nadie.?
A trav¨¦s de un breve mensaje grabado en v¨ªdeo, el presidente mexicano se limit¨® a reprobar la construcci¨®n del muro, insisti¨® en que de ning¨²n modo M¨¦xico lo pagar¨ªa, pero mantuvo su agenda abierta. Para el equipo gubernamental, se trataba de evitar un fracaso hist¨®rico y, ante todo, demostrar, la buena voluntad de los mexicanos en un asunto crucial para su supervivencia econ¨®mica. El intento fue vano. Este jueves por la ma?ana siguiente, Trump, a trav¨¦s de Twitter, volvi¨® a las andadas y lanz¨® su amenaza a Pe?a Nieto.
El mensaje era tan n¨ªtido como salvaje: si no estaba dispuesto a pagar por el muro era mejor que no viniera a Washington. Con sus palabras, la segunda humillaci¨®n en 24 horas, el viaje del presidente mexicano se torn¨® imposible. A media ma?ana, ante un pa¨ªs estupefacto y dolido, Pe?a Nieto anunci¨® que desist¨ªa de la reuni¨®n de Trump ("Esta ma?ana hemos informado a la Casa Blanca que no asistir¨¦ a la reuni¨®n de trabajo programada para el pr¨®ximo martes"). Pocas horas despu¨¦s, el republicano trat¨® de ofrecer una versi¨®n dulcificada y mantuvo que se trataba una cancelaci¨®n por acuerdo mutuo. Nadie en M¨¦xico le refrend¨®. En cualquier caso, suspendida la reuni¨®n y quebrada la confianza, lo que ha quedado es una puerta abierta a una crisis cuyas consecuencias a¨²n son dif¨ªciles de calibrar.
En el campo interno, el fracaso negociador de Pe?a Nieto y su v¨¢lido, Luis Videgaray, marca el punto m¨¢s bajo de su mandato. Con una valoraci¨®n en m¨ªnimos hist¨®ricos, es dif¨ªcil que pueda recuperarse. Dos veces ha ca¨ªdo ya ante Trump. Y en el terreno bilateral, la inc¨®gnita queda abierta. Si no hay negociaci¨®n, presumiblemente el tratado, despu¨¦s de 23 a?os de vigencia, quede enterrado. Para Estados Unidos ser¨¢ un golpe, pero para M¨¦xico supondr¨¢ un terremoto. Tendr¨¢ que acogerse, seg¨²n los expertos, a las reglas arancelarias de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio y luego negociar acuerdos bilaterales. Pactos que pueden ser extremadamente dolorosos, tal y como dejo claro el portavoz de Trump al apuntar a un arancel del 20% a las exportaciones mexicanas.? Una cifra imposible pero que marca el nuevo rumbo de la relaci¨®n.
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