Trump veta la entrada de refugiados e inmigrantes de varios pa¨ªses musulmanes

El decreto establece una prohibici¨®n indefinida a la entrada de refugiados de Siria. La guerra civil en este pa¨ªs ha dejado casi cinco millones de refugiados. De estos, EE UU ha acogido a unos 12.000, seg¨²n los ¨²ltimos datos disponibles.

Tambi¨¦n proh¨ªbe durante 90 d¨ªas la entrada de extranjeros de varios pa¨ªses. No los detalla, pero el decreto remite a otro texto que se aplica a Siria, Ir¨¢n, Sud¨¢n, Libia, Somalia, Yemen e Irak. El veto podr¨ªa ser indefinido para aquellos pa¨ªses que no entreguen informaci¨®n migratoria requerida por EE UU, lo que puede afectar especialmente a Ir¨¢n dado que no mantiene relaciones diplom¨¢ticas con Washington.

En una entrevista con Christian Broadcasting Network, Trump explic¨® que dar¨¢ prioridad en la solicitud de refugio a cristianos sirios. La preferencia para los cristianos y la exclusi¨®n de los musulmanes podr¨ªa interpretarse como una medida discriminatoria contraria a los valores constitucionales, seg¨²n organizaciones de derechos civiles como la ACLU. El decreto s¨®lo se refiere a minor¨ªas religiosas, sin especificar la confesi¨®n.

La prohibici¨®n a la inmigraci¨®n de pa¨ªses musulmanes durar¨¢ tres meses, y el veto a los refugiados de otros pa¨ªses que Siria, cuatro. La restricci¨®n, que tiene efecto inmediato, no afecta a los visados diplom¨¢ticos y se aplicar¨¢ mientras se efect¨²a una revisi¨®n completa de los programas migratorios. El decreto rebaja a 50.000 el m¨¢ximo n¨²mero de refugiados que se aceptar¨¢n este a?o fiscal, casi la mitad que el a?o anterior.

El veto es m¨¢s severo que el que se hab¨ªa filtrado en un borrador esta semana, que hablaba de una prohibici¨®n de un mes, no de tres, a los visitantes de determinados pa¨ªses.

Trump visit¨® el Pent¨¢gono para firmar esa orden ejecutiva o decreto y un memorando sobre el presupuesto militar que culminan una primera semana intensa en la presidencia. Ambas tiene que ver con uno de los temas que centr¨® su campa?a electoral: el peligro ¡ªno demostrado¡ª que la entrada de refugiados e inmigrantes musulmanes representa para EE UU.

La soluci¨®n de Trump es, como ante la inmigraci¨®n, echar el cerrojo hasta que EE UU mejore sus sistemas de control. El presidente quiere ¡°mantener a terroristas islamistas radicales¡± fuera de EE UU, seg¨²n dijo en un acto solemne en el Pent¨¢gono en el que el general James Mattis jur¨® el cargo como secretario de Defensa. ¡°Solo queremos a aquellos que apoyen a nuestro pa¨ªs y que quieran profundamente a nuestra gente¡±.

En la lista de la prohibici¨®n temporal de visado no figurar¨ªa Arabia Saud¨ª, pa¨ªs de procedencia de 15 de los 19 terroristas que atentaron con EE UU con aviones comerciales el 11 de septiembre de 2001. Tampoco incluir¨ªa a Emiratos ?rabes Unidos y Egipto, el pa¨ªs de procedencia de otros tres de los terroristas. Los tres pa¨ªses son estrechos aliados de seguridad de Washington en Oriente Pr¨®ximo.

Trump vincul¨® el veto a la inmigraci¨®n con la memoria a los cerca de 3.000 muertos en los atentados del 11-S en las Torres Gemelas en Nueva York, el Pent¨¢gono, a las afueras de Washington, y Pensilvania. ¡°Los honraremos no solo con nuestras palabras sino tambi¨¦n con nuestras acciones, y eso es lo que estamos haciendo hoy¡±, dijo.

El objetivo, seg¨²n reza el texto, es "proteger al pueblo estadounidense de ataques de extranjeros admitidos en Estados Unidos". El texto recuerda c¨®mo algunos de los terroristas del 11-S lograron visados. La orden ejecutiva justifica el veto en el hecho de que, tras los atentados de 2001, "numerosos" ciudadanos nacidos en el extranjero han estado relacionados con ataques terroristas en EE UU. La realidad es que algunos de los ¨²ltimos atentados en el pa¨ªs los han cometido ciudadanos de origen extranjero pero nacidos en EE UU, como el tiroteo de Orlando el pasado junio.

Organizaciones progresistas y de defensa de los derechos humanos criticaron el decreto. ¡°Excluir a la gente seg¨²n su nacionalidad -para lograr, de hecho, un veto basado en la religi¨®n- va en contra del tejido moral de nuestra naci¨®n y de nuestros intereses de seguridad nacional¡±, dijo, en un comunicado, la presidenta del Center for American Progress, Neera Tanden.

La prohibici¨®n no es una decisi¨®n sin precedentes aunque el contexto sea distinto. Tras el 11-S, el Gobierno del republicano George W. Bush paraliz¨® temporalmente el programa de acogida de refugiados. La ley vigente permite a un presidente suspender la entrada de cualquier inmigrante cuando considere que ¡°va en detrimento de los intereses de Estados Unidos¡±.

Trump ha repetido varias veces que con la Administraci¨®n Obama era ¡°casi imposible¡± para los cristianos de Oriente Pr¨®ximo entrar en EE UU, mientras que los musulmanes ten¨ªan las puertas abiertas. Se trata de un bulo. Seg¨²n datos del Pew Research Center, en 2016 EE UU admiti¨® casi el mismo n¨²mero de cristianos (37.521) que de musulmanes (38.901).

Al principio de su campa?a para la Casa Blanca, Trump prometi¨® vetar la entrada de musulmanes a EE UU. En contra de las acusaciones del republicano, EE UU ya somete a las personas que buscan refugio a controles estrictos que pueden prolongarse a?os.