El bloqueo del tercer rescate dispara de nuevo las alarmas de ¡®Grexit¡¯

Para el 49,2% de los hogares griegos, que dependen de una pensi¨®n como principal ingreso, la perspectiva de un nuevo recorte de las prestaciones ¡ªha habido una docena desde 2010, fecha del primer rescate¡ª est¨¢ fuera de lugar: ya no hay de donde recortar. Algo que corrobora el hecho de que en 2016 el 75% de los hogares viera reducidos sus ingresos respecto al a?o anterior, o que el 37% tenga ingresos anuales inferiores a los 10.000 euros, seg¨²n un reciente informe de la c¨¢mara de pymes helena. El a?o ha arrancado, adem¨¢s, con una subida de impuestos a los carburantes, los autom¨®viles, la telefon¨ªa fija, la televisi¨®n, el tabaco, el caf¨¦ y la cerveza.

Al Gobierno tampoco le salen las cuentas. Dos tercios de las medidas exigidas para desembolsar el siguiente tramo del rescate no se han implementado, seg¨²n un informe de Bloomberg asumido por el Ejecutivo, mientras el fondo de privatizaciones, que iba a recaudar 50.000 millones en 30 a?os, s¨®lo ha logrado 4.000 desde agosto de 2015; la pr¨®xima gran liquidaci¨®n puede ser la del 67% de las acciones del puerto de Sal¨®nica, el segundo del pa¨ªs, en marzo.

Con la segunda revisi¨®n del tercer rescate bloqueada desde diciembre por falta de avances, Atenas deber¨¢ afrontar en julio pagos por m¨¢s de 7.000 millones, de ah¨ª la premura por zanjar el asunto antes del Eurogrupo del 20 de febrero. ¡°Si el bloqueo contin¨²a m¨¢s all¨¢ de marzo, las cosas se van a poner dif¨ªciles. Deber¨ªa alcanzarse un compromiso antes de las elecciones holandesas, a mitad de mes¡±, apuntan fuentes cercanas al Gobierno, que conf¨ªan en una soluci¨®n. ¡°Las posibilidades de un colapso [del tercer rescate] son muy, muy peque?as. Eso ser¨ªa un desastre para la eurozona entera y un serio rev¨¦s para [la canciller alemana Angela] Merkel, que por primera vez ve a su partido en segundo lugar en las encuestas de intenci¨®n de voto¡±, a?aden las fuentes citadas.

Una respuesta indirecta al ministro de Econom¨ªa alem¨¢n, Wolfgang Sch?uble, quien reiter¨® ayer que una hipot¨¦tica salida del Fondo Monetario Internacional (FMI) del rescate griego ¡ªen consideraci¨®n¡ª supondr¨ªa el colapso del programa. El Fondo exige nuevos ajustes (sobre todo en reforma laboral y de pensiones) una vez finalizado el rescate (2018) para alcanzar los objetivos fiscales fijados (un super¨¢vit primario ese a?o del 3,5% del PIB), algo que Atenas rechaza.

Tres rescates despu¨¦s, y miles de sacrificios sociales que han dibujado un panorama casi de posguerra en ¨¢mbitos como la educaci¨®n o la salud, Grecia parece volver hoy al punto muerto que, en 2011 y luego en 2015, la acerc¨® peligrosamente al borde de la eurozona. La palabra Grexit resucita entre el alud de titulares monopolizados hoy por Donald Trump y el Brexit, y no s¨®lo en el exterior (algunos medios alemanes airean golosamente la duda) sino tambi¨¦n como fuego amigo en las filas del Gobierno.

La semana pasada, el exministro alterno de Cultura, y actual secretario de Estado para Europa, Nikos Xydakis, abog¨® por romper definitivamente el tab¨² del Grexit y hablar sin tapujos, desde la tribuna del Parlamento, de una vuelta a la dracma. La oposici¨®n se ha lanzado en tromba contra el Gobierno, que, como el propio Xydakis, ha tratado de apagar el nuevo foco de tensi¨®n matizando las declaraciones y abogando claramente por la pertenencia a la eurozona. Pero el germen de la duda persiste.

El tab¨² del Grexit, el miedo a un salto al vac¨ªo, impidi¨® que en julio de 2015, tras el refrendo del 62% de la poblaci¨®n en refer¨¦ndum a una nueva relaci¨®n con la troika, el pa¨ªs franqueara la puerta de salida de la moneda ¨²nica. Pero, en palabras de Xydakis, la tozuda realidad se impone y ¡°Grecia ha llegado a un punto en que la poblaci¨®n ya no tiene m¨¢s aguante¡±. Las movilizaciones de jubilados y agricultores vuelven a las calles tras el par¨¦ntesis navide?o. El campo, tradicional vivero de votos, ha incrementado su campa?a de protestas contra la subida de impuestos (que se homologar¨¢n al r¨¦gimen general), del precio del gas¨®leo (hasta ahora generosamente subvencionado) y de las cotizaciones a la seguridad social con bloqueos en numerosas carreteras y el cierre de algunos pasos fronterizos en el norte.

La oposici¨®n reclama elecciones anticipadas

La conclusi¨®n de la segunda revisi¨®n del rescate ha encallado, entre otros puntos, en las encontradas posturas existentes sobre la reforma laboral (Atenas no est¨¢ dispuesta a renunciar a la protecci¨®n frente a despidos colectivos ni a su intenci¨®n de restaurar la negociaci¨®n colectiva), diferencias sobre la cuant¨ªa de la base m¨ªnima imponible, que actualmente favorece a la mitad de la poblaci¨®n, o sobre el ¡ªpara las instituciones acreedoras¡ª abultado peso de las pensiones, que representan el 11% del PIB.

En este panorama, desde la oposici¨®n s¨®lo se escucha desde hace meses un clamor: la convocatoria de elecciones anticipadas. Mientras el centroizquierda se reorganiza ¡ªYorgos Papandreu, que dio el portazo al Pasok en 2015 y cre¨® su propio partido, ha regresado a la hoy alica¨ªda formaci¨®n que cre¨® su padre¡ª, la conservadora Nueva Democracia lidera casi todas las encuestas de intenci¨®n de voto, con una media de diez puntos de ventaja sobre Syriza. El Gobierno insiste en que las elecciones se celebrar¨¢n al t¨¦rmino de la presente legislatura (septiembre de 2019) pero, a la vista de los nubarrones que se ciernen sobre la econom¨ªa, nadie parece dispuesto a apostar por ello. "Es demasiado pronto para plantearse si Syriza estar¨ªa dispuesta a ir a elecciones. La cuesti¨®n es preguntarse por qu¨¦ habr¨ªa de fracasar el programa, [dado] que todas las partes, incluida Alemania, est¨¢n trabajando para lograr un compromiso", concluye la fuente pr¨®xima al Gobierno.