Bronca telef¨®nica de Trump con el primer ministro de Australia
El presidente estadounidense defiende hacer "llamadas duras" a l¨ªderes internacionales
La charla con el presidente mexicano Enrique Pe?a Nieto el pasado viernes no fue la ¨²nica conflictiva que mantuvo Donald Trump en su primera semana en la Casa Blanca. Seg¨²n medios estadounidenses, el presidente republicano puso fin de forma abrupta a la llamada que mantuvo el pasado s¨¢bado con Malcolm Turnbull, el primer ministro de Australia, un aliado tradicional de EE UU. En un principio, se dijo que Trump incluso le colg¨® el tel¨¦fono al australiano, extremo que este ha negado en una entrevista con una radio de Sydney.
Lo que ninguna de las partes desmiente es que fue una conversaci¨®n agitada. Trump incluso defendi¨® este jueves su estilo ¡°duro¡± con l¨ªderes de todo el mundo.
¡°Cr¨¦anme, cuando oyen hablar de las llamadas telef¨®nicas duras que estoy teniendo, no se preocupen. No se preocupen¡±, dijo el presidente estadounidense durante el Desayuno Nacional de Oraci¨®n, una cita anual en Washington. ¡°Virtualmente, todos y cada uno de los pa¨ªses del mundo se han aprovechado de nosotros, pero eso no va a seguir sucediendo¡±, agreg¨®. ¡°El mundo tiene problemas, pero vamos a arreglarlos, ?ok? Eso es lo que yo hago, arreglo cosas¡±, insisti¨® Trump.
La conversaci¨®n del s¨¢bado deb¨ªa haber durado una hora, pero seg¨²n The Washington Post y CNN, Trump interrumpi¨® la llamada a los 25 minutos, un espacio de tiempo confirmado por la Casa Blanca, aunque esta no precisa si fue m¨¢s corta de lo previsto. Eso s¨ª, en esa escasa media hora, a Trump le dio tiempo a decirle a Turnbull que de las cuatro conversaciones que hab¨ªa mantenido ese d¨ªa con l¨ªderes mundiales, incluido el presidente ruso Vlad¨ªmir Putin, la suya era ¡°la peor, de lejos¡±, de acuerdo con el Post.
La airada respuesta del estadounidense se habr¨ªa debido a que el premier australiano intentaba asegurarse de que EE UU cumplir¨ªa su promesa de acoger a 1.250 refugiados que se encuentran en un centro de refugiados de su pa¨ªs, despu¨¦s de que Trump firmara, unas horas antes, el veto migratorio que tantas protestas internacionales ha generado.
Seg¨²n el Post, Trump lleg¨® a acusar a Australia de intentar exportar al "pr¨®ximo terrorista de Boston", en referencia al atentado contra el marat¨®n de la ciudad de la costa este estadounidense en 2013, perpetrado por dos hermanos de origen checheno cuyos padres llegaron como refugiados a EE UU.?
Turnbull asegur¨® este jueves desde Australia que ha recibido garant¨ªas tanto desde el Departamento de Estado como de la Casa Blanca de que Trump respetar¨¢ el acuerdo migratorio pactado con su predecesor, Barack Obama. Pero el nuevo presidente estadounidense lo puso p¨²blicamente en duda con un mensaje en las redes sociales, su medio m¨¢s habitual de expresarse, en el que calific¨® de "est¨²pido" el acuerdo y dijo que lo "estudiar¨¢".
Qui¨¦nes son los refugiados de la discordia
Los 1.250 refugiados en el origen de la trifulca telef¨®nica entre el presidente Trump y el primer ministro de Australia, Malcolm Turbull, son hombres, mujeres y ni?os que est¨¢n retenidos de manera indefinida en las islas de Nauru y Manus. Algunos llevan all¨ª meses, otros hasta tres a?os. Fueron enviados por las autoridades australianas, que en 2013 decretaron que cualquier migrante que fuera interceptado en una patera en ruta hacia las costas australianas jam¨¢s pisar¨ªa ese territorio y ser¨ªa enviado a las remotas islas. Australia subcontrataba as¨ª a pa¨ªses mucho m¨¢s pobres y con instituciones muy precarias la recepci¨®n de los migrantes que pretend¨ªan entrar irregularmente, incluidos los potenciales solicitantes de asilo. Son iran¨ªes, afganos, iraqu¨ªes... que quedaron atrapados en ese limbo de manera indefinida.
El pasado 13 de noviembre, cinco d¨ªas despu¨¦s de la inesperada victoria de Donald Trump, el primer ministro australiano anunci¨® que por fin hab¨ªa logrado un acuerdo para empezar a vaciar los centros de detenci¨®n de Nauru y Manus. La Administraci¨®n Obama aceptaba que Estados Unidos acogiera a parte de los internados en las remotas islas (dos meses antes Australia acept¨® recibir a refugiados de El Salvador, Honduras y Guatemala). No precis¨® Turnbull a cu¨¢ntas personas recibir¨ªa su tradicional aliado, con mediaci¨®n de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados; pero s¨ª explic¨® que las opciones que ten¨ªan los migrantes de Nauru y Papua eran tres: ir a Estados Unidos, regresar a sus pa¨ªses de origen y un visado de 20 a?os en Nauru, contaba el Sydney Morning Herald. Ya entonces el diario se hac¨ªa eco de las dudas sobre si el acuerdo sobrevivir¨ªa a relevo en la Casa Blanca. En vista de lo mal que acab¨® la conversaci¨®n telef¨®nica entre Trump y el conservador Turnbull el s¨¢bado (al d¨ªa siguiente de que el primero suspendiera la llegada de todo refugiado durante 120 d¨ªas) las probabilidades de que sobreviva parecen escasas o nulas.
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