El BCE y el FMI presionan para que se alivie la deuda griega
El Fondo apunta a que la deuda, que ya roza el 180% del PIB, es ¡°insostenible"
Grecia est¨¢, una vez m¨¢s, en el disparadero. El Fondo Monetario Internacional (FMI) public¨® anoche un informe sobre las negociaciones relativas a su participaci¨®n en el tercer rescate, cada vez m¨¢s difusa. El FMI apunta que la deuda p¨²blica roza el 180% del PIB y es ¡°insostenible¡±. La mayor parte del directorio del Fondo considera que es imprescindible una reestructuraci¨®n (un jubileo de la deuda) m¨¢s ambiciosa que las medidas cosm¨¦ticas aprobadas hace poco por el Eurogrupo. El BCE presiona cada vez m¨¢s en esa misma l¨ªnea, seg¨²n las fuentes consultadas. La deuda griega, en fin, es impagable. Los europeos han negado esa evidencia desde 2010 con una triple inyecci¨®n de fondos (que suman m¨¢s de 300.000 millones) y un mantra grabado en bronce: prolongar y fingir; patada hacia adelante cada vez que hay problemas y simular que todo est¨¢ perfecto.
Pero la realidad es tozuda y la crisis griega reaparece como un Guadiana balc¨¢nico. Hay desacuerdo sobre los objetivos fiscales, aunque los economistas de la instituci¨®n con sede en Washington creen que un super¨¢vit primario (sin contar el pago de intereses) del 3,5% del PIB a medio plazo es inviable. Europa, de nuevo, niega la mayor: se niega a relajar esa cifra, al igual que se niega a aprobar un alivio de la deuda m¨¢s ambicioso hasta que acabe el actual rescate (en 2018); en la pr¨¢ctica, Alemania se niega en redondo a discutir nada hasta que pasen sus elecciones. El tercer rescate, en fin, est¨¢ en la senda de los dos anteriores: camino del fracaso. Si el FMI no arrima el hombro el fiasco est¨¢ asegurado: el tercer rescate deber¨ªa tirarse al cubo de la basura y votar un cuarto programa, ya sin el FMI a bordo; es dif¨ªcil que en esas condiciones el Parlamento alem¨¢n lo apruebe. Grecia tendr¨¢ que sobrevivir en ese limbo no se sabe hasta cu¨¢ndo, con el Gobierno cada vez m¨¢s d¨¦bil, nuevas protestas en la calle por la en¨¦sima oleada de reformas que se acerca ¨Cen especial, una nueva reforma laboral¡ª y el agitador Yanis Varoufakis, exministro de Finanzas heleno, clamando por una moneda paralela que abrir¨ªa las puertas del Grexit: una salida del euro con consecuencias imprevisibles.
La Comisi¨®n Europea se ha puesto hoy la ya tradicional venda en los ojos y ha mostrado ¡°confianza¡± en que la revisi¨®n del tercer programa se cierre sin problemas. El brazo ejecutivo de la UE cree que sus n¨²meros siguen siendo v¨¢lidos. Pero Atenas desmiente a Bruselas: un informe interno explica que solo se han aprobado un tercio de las reformas necesarias para cerrar con ¨¦xito la revisi¨®n del rescate, lo que deja taponadas las l¨ªneas de liquidez europeas a Grecia. Esa revisi¨®n del rescate (un realidad, un pr¨¦stamo que exige al pa¨ªs cumplir las condiciones exigidas, con sucesivas oleadas de recortes y reformas) es importante: por un lado, permitir¨ªa al BCE comprar deuda griega dentro de su programa de adquisici¨®n de activos; por otra, eliminar¨ªa de un plumazo los riesgos de que la Hacienda griega se quede sin blanca este verano. Una vez m¨¢s, esa incertidumbre vuelve a estar sobre la mesa.
Grecia acab¨® 2016 con un ligero crecimiento, del 0,4%. El FMI espera que el PIB acelere el 2,7% en 2017. El paro sigue siendo elevad¨ªsimo, pero a la baja: pasar¨¢ del 23,2% al 21,3% este a?o. Y las cuentas p¨²blicas empiezan a salir de los n¨²meros rojos: tras un d¨¦ficit del 2,3% en 2016, el super¨¢vit primario rondar¨¢ el 1% del PIB en 2017. Las cifras macroecon¨®micas, en fin, mejoran, pero esa deuda del 180% del PIB sigue siendo una formidable losa. Europa insiste en las reformas en Grecia, a pesar de que esa p¨®cima no termina de dar los resultados esperados. Y saca pecho por la recuperaci¨®n cada vez m¨¢s consistente en la eurozona, que a pesar del Brexit, de Trump y de todos los riesgos que acechan sigue mostrando una resistencia tremenda. Bajo la superficie, sin embargo, hay varios problemas sobresalientes.
Grecia es solo uno de ellos. Italia es el elefante en la habitaci¨®n, con un estancamiento que dura tres lustros, enormes problemas en sus bancos y un debate cada vez m¨¢s audible sobre la posibilidad de salir del euro a la espera de soluciones m¨¢s radicales, de esas que Europa solo concede al borde del abismo. Portugal debate la posibilidad de pedir un segundo rescate, esta vez solo para sus bancos (controlados en m¨¢s de un 40% por la banca espa?ola, por cierto). La canciller Angela Merkel habl¨® en la ¨²ltima cumbre de Malta de la posibilidad de poner en marcha una Europa de dos velocidades, con Alemania y sus sat¨¦lites al mando de la primera velocidad ¨Cse supone¡ª y un pelot¨®n de los torpes en el que nadie quiere estar pero para el que hay numerosos candidatos en la periferia. No est¨¢ claro qu¨¦ quiso decir Merkel con sus dos velocidades: lo ¨²nico que a estas alturas parece indudable es que Europa no ha cerrado una sola de sus crisis y que todas ellas tienen visos de volver. La nueva Administraci¨®n de EE UU es menos favorable a Europa: a que el FMI arrime el hombro en Grecia. El superciclo electoral dejar¨¢ un aumento de los populismos, y est¨¢ por ver si los extremistas alcanzan esta vez el poder, pero Grecia no puede esperar una sola ayuda hasta que pasen los comicios alemanes. Eso ser¨¢ en oto?o. Hasta entonces, el objetivo es rebajar las nuevas dosis de drama que esperan en la pr¨®xima curva del camino.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.