Ley y mujeres en la academia de polic¨ªa de Palestina

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En la Universidad al Istiqlal (Independencia) de Jeric¨® est¨¢n prohibidas las armas. Parece lo normal en cualquier campus, pero este centro situado a orillas del r¨ªo Jord¨¢n en Cisjordania es tambi¨¦n la academia de polic¨ªa palestina. Desmilitarizada de conformidad con los Acuerdos de Oslo de 1993 suscritos con Israel, la Autoridad Palestina naci¨® sin Ej¨¦rcito y con unas fuerzas de seguridad que solo disponen de armas ligeras y est¨¢n limitadas al mantenimiento del orden p¨²blico. As¨ª que no es de extra?ar que sus alumnos-cadetes tengan que desfilar marcando el paso con fusiles de madera.

El general Twafiq Tirawi, de 69 a?os, antiguo jefe de la muhabarat (inteligencia) y fundador de la academia en 1998, lo advierte de entrada: ¡°Somos una naci¨®n bajo ocupaci¨®n¡±. Es un lema que repiten de carrerilla todos los estudiantes. El centro de formaci¨®n policial se transform¨® hace una d¨¦cada en una universidad que agrupa los estudios de seguridad en Palestina. ¡°Tenemos que seguir construyendo nuestras instituciones mientras tanto¡±, sentencia, antes de insistir en que los futuros polic¨ªas palestinos deben educarse en el ¡°respeto a la ley y los derechos humanos para mejorar el trato dado a los detenidos¡±.

Amnist¨ªa Internacional constataba en su ¨²ltimo informe que la tortura y los malos tratos sufridos bajo custodia policial siguen siendo pr¨¢ctica habitual tanto en Cisjordania (179 denuncias), bajo control del Gobierno de Fatah, el partido del presidente Mahmud Abbas; como en Gaza (434 casos recopilados por la Comisi¨®n Independiente de Derechos Humanos), donde ejerce el poder el grupo islamista Ham¨¢s.

Los nuevos agentes de seguridad llegan ahora a las comisar¨ªas palestinas con doble titulaci¨®n en ciencias de la seguridad y en derecho, criminolog¨ªa, psicolog¨ªa o lenguas (ingl¨¦s y hebreo). ¡°Mi sue?o es doctorarme en Estados Unidos¡±, revela Ahmed Rencano, de 22 a?os, en fluido ingl¨¦s. A punto de licenciarse en Derecho, este estudiante de Ramala aspira a poder completar en el exterior su ¡°formaci¨®n militar y civil¡±.

En la Segunda Intifada (2000-2005), el aparato de seguridad palestino qued¨® pr¨¢cticamente arrasado por el Ej¨¦rcito de Israel tras haberse puesto del lado del levantamiento popular. Desde entonces el Gobierno de Abbas ha impulsado la preparaci¨®n de los nuevos agentes como uno de los pilares de la construcci¨®n del Estado palestino.

Mientras los m¨¢s de 2.000 alumnos de la Universidad al Istiqlal desfilaban recientemente ante el claustro de profesores durante la visita de un grupo de periodistas extranjeros, un caza israel¨ª atraves¨® con atemorizador estruendo en vuelo casi rasante el campo deportivo de la academia sobre las columnas de cadetes.

El general Tirawi se ufana de que en sus aulas hay un 27% de alumnas. ¡°Este es uno de nuestros mayores ¨¦xitos¡±, confiesa el fundador del centro. En comparaci¨®n con el en torno a un 10% de agentes enroladas en los cuerpos policiales espa?oles, las fuerzas de seguridad palestinas parecen tender a feminizarse, aunque a¨²n quedan por debajo del nivel de las fuerzas policiales de Israel, con un 30% de f¨¦minas en plantilla.

La ense?anza, el alojamiento y la manutenci¨®n en las instalaciones del campus ¡ªque destaca sobre los est¨¢ndares palestinos por la amplitud de sus instalaciones¡ª son pr¨¢cticamente gratuitos durante los cuatro a?os de duraci¨®n de la carrera. Pero antes hay que superar duras pruebas selectivas.

¡°La nota de corte de secundaria es de 6,5, pero yo me present¨¦ con 9,4¡±, precisa tambi¨¦n en impecable ingl¨¦s Hanna Qalaq, de 21 a?os, originaria de Tulkarem, en el norte de Cisjordania. Conf¨ªa en obtener este curso el diploma en Derecho y Ciencias de la Seguridad. ¡°Mi vocaci¨®n me lleva ahora a trabajar para evitar la discriminaci¨®n de las mujeres en la sociedad de la que formo parte¡±, explica cubierta con el velo isl¨¢mico de su uniforme, como casi todas las dem¨¢s alumnas. ¡°Pero sobre todo quiero ayudar a que mi pa¨ªs sea independiente¡±.?