Impostores con jeringas
Una salvaje oferta de retoques est¨¦ticos sin garant¨ªas causa estragos entre las j¨®venes de Albania
Nada m¨¢s cruzar la frontera de Grecia con la Antigua Rep¨²blica Yugoslava de Macedonia (FYROM, en sus siglas en ingl¨¦s), se encuentra una abundante oferta de cl¨ªnicas dentales, a las que los locales, y muchos griegos, acuden movidos por las bajas tarifas. Numerosos profesionales de la medicina griega pasan consulta peri¨®dicamente en capitales de los Balcanes orientales (Skopje, Tirana o Belgrado, distantes entre s¨ª unos cientos de kil¨®metros; aquello es un pa?uelo). El desplazamiento de pacientes entre estos pa¨ªses es una pr¨¢ctica habitual: un kosovar que viaja a Skopje para tratarse con un especialista visitante, por ejemplo. Todo ello indica la carencia de servicios b¨¢sicos en la regi¨®n ¡ªno hay nada comparable a la sanidad espa?ola, ni siquiera al depauperado NHS brit¨¢nico¡ª, pero tambi¨¦n la movilidad de profesionales por la crisis.
Pero si a la falta de infraestructuras sanitarias y los codazos por repartirse el mercado se a?ade una normativa laxa, cuando no inexistente, el resultado puede llegar a ser dram¨¢tico. Decenas de chicas albanesas, de entre 20 y 30 a?os, se han visto obligadas a recibir tratamiento m¨¦dico por los efectos colaterales de un retoque de labios o de p¨®mulos. No es que hayan quedado con morro de pato o un rostro apergaminado, es que las intervenciones han derivado en abscesos, fiebre, cicatrices, edemas o incluso par¨¢lisis faciales; estragos muchos de ellos con car¨¢cter permanente. Al dolor f¨ªsico se a?ade el shock por verse de repente con la cara hecha un mapa, o el pecho hinchado y sangrante por culpa de productos de dudosa inocuidad, como la silicona l¨ªquida inyectable (prohibida en Francia e Italia desde hace 15 a?os) o la acrilamida, procedentes de China o de Turqu¨ªa. Profesionales ¡ªo aficionados¡ª sin escr¨²pulos han dejado un reguero de deformidades tal que muchos hablan de epidemia.
El (dudoso) modelo est¨¦tico en boga en Albania ¡ªy, mucho nos tememos, tambi¨¦n en otros pagos¡ª es la abundante carnalidad de Kim Kardashian, y a su reclamo decenas de albanesas han desembolsado de media entre 40 y 50 euros por retoques aparentemente sin importancia (para eliminar unas arruguitas incipientes, o moldear los p¨®mulos) en centros de est¨¦tica sin supervisi¨®n m¨¦dica y en medio de un absoluto vac¨ªo legal. El Parlamento de Tirana prev¨¦ solventarlo en los pr¨®ximos meses, con la adopci¨®n de una normativa espec¨ªfica, acorde con la de la UE, para evitar la pirater¨ªa y el intrusismo. El sector de la est¨¦tica registr¨® en Albania un incremento del 50% s¨®lo en 2015, seg¨²n medios locales. Pero mientras la ley se impone, y la justicia interviene ¡ªahora mismo no puede perseguir de oficio ning¨²n fraude, por el agujero legal existente¡ª, en muchas peluquer¨ªas y salones de belleza de Albania contin¨²an vigentes ofertas del tipo ¡°tr¨¢ete a tres amigas y benef¨ªciate de una rebaja del 30%¡±.
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