Como ciervos abrumados
La campa?a electoral francesa para las presidenciales sigue produciendo da?os en los bandos conservador y socialista
Para Tzvetan Todorov,
in memoriam.
La campa?a electoral francesa para las presidenciales sigue produciendo da?os en los bandos conservador y socialista. La victoria de Benoit Hamon, candidato oficial vinculado a Martine Aubry, ex primera secretaria del partido socialista, firma el fracaso de la estrategia de centro izquierda ¡°neoliberal¡± de Fran?ois Hollande. Para asegurar su posible pero hipot¨¦tica plaza en la segunda vuelta de las presidenciales, el candidato socialista tiene que reunificar a su partido, desgarrado entre social- liberales y social-dem¨®cratas y, sobre todo, distanciarse del balance del gobierno del que fue ministro, sin renegar de ¨¦l. Ejercicio peligroso. Sus adversarios se encuentran en una emboscada. Si no llega a la segunda vuelta, se puede tener por seguro un terremoto en el Partido Socialista. Manuel Valls, cuyo programa era coherente con la pol¨ªtica que llev¨® como primer ministro, pedir¨¢ leg¨ªtimamente cuentas¡
En la derecha, el ¡°Penelope Gate¡±, asunto de presumida corrupci¨®n en el que Fran?ois Fillon, su mujer Pen¨¦lope y sus dos hijos est¨¢n implicados, ha trastornado la campa?a victoriosa que el candidato conservador hab¨ªa lanzado. Hasta la fecha, seg¨²n las cifras oficiales desveladas, Fillon ha repartido en torno de un mill¨®n de euros de dinero p¨²blico entre los miembros de su familia. La justicia deber¨¢ comprobar si se trata de corrupci¨®n, pero en cualquier caso, es arriesgado apostar por un candidato cercado de sospechas. Aunque ahora los conservadores cierran filas, Fillon est¨¢, desde la opini¨®n p¨²blica, manchado. Le resultar¨¢ muy dif¨ªcil proponer su dr¨¢stico programa de recortes sociales: la supresi¨®n de 500. 000 puestos de funcionarios, la reducci¨®n del seguro social para los m¨¢s necesitados, la liberalizaci¨®n violenta del mercado de trabajo, as¨ª como muchas otras medidas ¡°thatcherianias¡±, mientras est¨¢ acusado de ejercer una gesti¨®n nepotista del dinero p¨²blico.
Varios aspirantes ya se perfilan para sustituirle, pero no hay duda de que, en caso de retiro del candidato oficial, el ¨²nico que puede salvar a la derecha del fracaso es Alain Jupp¨¦, quien, desde su refugio en el Aventino, repite que no aceptar¨¢ ser ¡°el plan B¡±, lo que significa, si se interpreta bien la f¨®rmula, que podr¨ªa volver, pero solo bajo una renegociaci¨®n del programa electoral conservador.
Ser¨¢n finalmente los parlamentarios quienes decidir¨¢n el porvenir tanto de Fillon como de Hamon. Si en las pr¨®ximas semanas el electorado de las circunscripciones de derechas da muestra de desconfianza hacia Fillon, muchos diputados, para salvar sus puestos, pedir¨¢n su cese. Por otro lado, si Hamon no aumenta en los sondeos, varios diputados socialistas se unir¨¢n a Emmanuel Macron, quien ha creado un partido, En marcha, abierto a quienes quieran sumarse a ¨¦l, desde la izquierda a la derecha. Hasta la fecha, para conseguir amplios apoyos, evita cuidadosamente presentar un programa, pero prev¨¦ publicar pr¨®ximamente propuestas ¡°macro econ¨®micas¡±. Mientras tanto, los sondeos dan por ganadora de la primera vuelta a Marine Le Pen. Es decir que, hoy por hoy, los dos candidatos de los grandes partidos parecen ciervos abrumados por una jaur¨ªa. Sorpresas, muchas sorpresas llegar¨¢n¡
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