Trump juega a dos manos en Twitter

El 20 de enero, d¨ªa de la toma de posesi¨®n de Trump, la cuenta oficial del presidente de EEUU en Twitter, @POTUS, pas¨® a manos de su equipo de comunicaci¨®n. Desde entonces, el perfil sirve para difundir comunicados, anunciar reuniones oficiales y publicitar encuentros de Trump. Esto es lo habitual para una cuenta del presidente.

Pero adem¨¢s de esa, Trump mantiene con un alto nivel de actividad su cuenta personal, @realDonaldTrump, aquella con la que durante la campa?a electoral critic¨®, insult¨® y desacredit¨® a la prensa, rivales pol¨ªticos y empresas. Y con la que a d¨ªa de hoy contin¨²a revelando su car¨¢cter irreflexivo, preocupado por su ego y su af¨¢n por tener la ¨²ltima palabra en cualquier cr¨ªtica que se le haga.

En una semana cualquiera, en la cuenta @realDonaldTrump se pueden leer cr¨ªticas contra publicaciones como CNN o The New York Times, a los que acusa de publicar ¡°fake news¡± o noticias falsas; ataques a personas que le critiquen como el actor Arnold Schwarzenegger; o alguna que otra agresi¨®n impl¨ªcita o expl¨ªcita hacia algo que no le guste. La semana pasada le toc¨® a la empresa estadounidense Nordstrom, a la que Trump critic¨® por su ruptura comercial con su hija Ivanka Trump. Tambi¨¦n carg¨® contra el poder judicial por haber denegado la petici¨®n del ejecutivo de restaurar el veto migratorio que Trump impuso por orden semanas atr¨¢s.

Son mensajes expresivos, acompa?ados a menudo por puntos de exclamaci¨®n, que muestran una actitud reactiva. Por contraste, los mensajes de la cuenta oficial son protocolarios, calculados y diplom¨¢ticos. Pero, aunque el contraste entre los mensajes de una cuenta con la otra es fuerte, siguen proviniendo del mismo individuo.

El presidente prefiere tuitear desde su tel¨¦fono personal en su cuenta privada, a la que da m¨¢s actividad que a la oficial. Tanto que, en numerosas ocasiones, los papeles parecen invertidos: la cuenta oficial difunde (retuitea) un mensaje de la cuenta personal. Seg¨²n expertos, este h¨¢bito se debe a que la cuenta oficial est¨¢ sujeta a ciertas normativas legales, algo de lo que est¨¢ exento en una cuenta privada como es @realDonaldTrump.

En actos y eventos, Trump ha moderado algunas expresiones de sus frases m¨¢s radicales, como los insultos abiertos a los inmigrantes mexicanos o a rivales pol¨ªticos, que en campa?a causaron tanta pol¨¦mica. Sin embargo, la figura no ha cambiado en su interacci¨®n a trav¨¦s de Twitter, un mundo en el que se sumerge todas las tardes en la residencia de la Casa Blanca, donde seg¨²n le cont¨® al Times ve programas de televisi¨®n acompa?ado por su tel¨¦fono Android. Desde ¨¦l, como har¨ªa cualquier millenial, Trump de 70 a?os, tuitea sin contenerse en reacci¨®n a los programas y reportajes de cada noche.