La oscura relaci¨®n con Rusia sacude de lleno a la Administraci¨®n de Trump

La presidencia de Obama termin¨® en medio de una de las crisis con Rusia m¨¢s graves desde la Guerra Fr¨ªa. La de Donald Trump ha comenzado tambi¨¦n con un incendio ruso, pero desde un ¨¢ngulo completamente opuesto, el de la presunta conchabanza con ese viejo enemigo de Estados Unidos que era Mosc¨². Michael Flynn, consejero de Seguridad Nacional, ha dimitido?en la noche de este lunes?por mentir sobre unas conversaciones no autorizadas con un diplom¨¢tico ruso, en una reverberaci¨®n del esc¨¢ndalo de ciberespionaje de las elecciones americanas. El FBI investig¨® a Flynn en los primeros d¨ªas de la presidencia de Trump sobre su conversaci¨®n con el embajador ruso.

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El espectro del Kremlin se proyecta a lo largo y ancho de la nueva etapa pol¨ªtica de Estados Unidos, cuyo parte de guerra acumula ya dos graves resbalones en menos de un mes bajo el nuevo gobierno. Despu¨¦s del bloqueo judicial a su sonado decreto migratorio, al presidente estadounidense le ha estallado en las manos el ¡°caso Flynn¡±. Es un episodio especialmente envenenado para el mandatario: aviva las sospechas de connivencia con Rusia y emana precisamente del caso de espionaje que los servicios de inteligencia de EE UU atribuyen a Vlad¨ªmir Putin para favorecer la llegada de Trump a la Casa Blanca.

¡°No hay nada ilegal en lo que hizo el general¡±, recalc¨® este martes el portavoz del Gobierno, Sean Spicer, sobre el cese de Flynn, pero Trump ha pedido su dimisi¨®n porque ¡°la erosi¨®n de la confianza en ¨¦l era un problema¡±, recalc¨®. Spicer, no obstante, admiti¨® que Trump hab¨ªa sabido "hace semanas" de esta mentira, aunque el cese no se produjo hasta el lunes.

El pasado diciembre Flynn mantuvo una charla poco ortodoxa con el embajador ruso en Washington, Sergei Kislyak, sobre las sanciones impuestas por Obama a Rusia por el caso los mencionados ciberataques y minti¨® sobre esto a altos cargos del nuevo Gobierno de Trump, incluido el vicepresidente, Mike Pence. Y este, para m¨¢s inri, se enter¨® de todo semanas despu¨¦s que Trump y otros miembros del gabinete, seg¨²n The Washington Post. Esos contactos, adem¨¢s, tuvieron lugar cuando Flynn no estaba autorizado a ellos porque a¨²n estaba en funciones la Administraci¨®n de Obama. Otras fuentes citadas por The New York Times se?alaron que el FBI interrog¨® a Flynn sobre ello.

Es la tercera retirada en el historial de Trump con la pista rusa de por medio: Paul Manafort tuvo que dejar su puesto como jefe de campa?a por asesorar al presidente prorruso de Ucrania, V¨ªktor Yanuk¨®vich, y el asesor energ¨¦tico Carter Page se ape¨® del proyecto tambi¨¦n por sus clientes en el pa¨ªs.

Adem¨¢s de la falta de franqueza con sus jefes en la Administraci¨®n y lo inoportuno de la reuni¨®n con el embajador ruso, en el cese fulminante de Flynn tambi¨¦n asoma el temor a futuros problemas, a unas relaciones con Mosc¨² m¨¢s estrechas de lo esperado y deseado incluso por Trump, quien ¨¦l mismo ha mostrado una inusitada cercan¨ªa con Rusia.

El departamento de Justicia hab¨ªa advertido a finales de la presidencia de Obama de que el general retirado no hab¨ªa sido del todo veraz respecto a sus conversaciones Kislak y que eso le convert¨ªa en candidato para el chantaje por parte Rusia. Seg¨²n The Washington Post, la CIA y el servicio de Inteligencia compartieron tambi¨¦n este an¨¢lisis.

Los informes del servicio de Inteligencia durante la campa?a presidencial de 2016 mostraban, seg¨²n el Post, que el embajador ruso hab¨ªa mantenido el contacto con Flynn tras la victoria del 8 de noviembre. La preocupaci¨®n de estos agentes creci¨® cuando vieron que Putin, en lugar de responder con la misma fuerza a las sanciones de Obama por el ciberespionaje (el presidente dem¨®crata expuls¨® a 35 diplom¨¢ticos, entre otras medidas), evit¨® las represalias. El 30 de diciembre presidente ruso dijo abiertamente que aguardar¨ªa a la llegada formal a la Casa Blanca a Trump para dar futuros pasos. Y el estadounidense lo alab¨® en su cuenta de Twitter.

El gesto de Putin conced¨ªa a Trump margen de maniobra para rebajar las tensiones una vez ya sentado en el Despacho Oval, a partir del 20 de enero. Si la sanci¨®n de Obama dejaba al empresario neoyorquino la relaci¨®n crispada con el Kremlin y la papeleta de no poder retirar o suavizar las sanciones, el gesto de buena voluntad le daba al republicano una buena excusa para empezar a trabajar en la reconciliaci¨®n. La sospecha ahora es cu¨¢nto tuvo que ver Flynn en esta jugada. Trump, siempre excesivo en su uso de la red social Twitter, se limit¨® a quejarse de la informaci¨®n: ¡°La verdadera historia aqu¨ª es la cantidad de filtraciones que vienen de Washington. ?Ocurrir¨¢ tambi¨¦n mientras negocio tambi¨¦n con Corea del Norte, etc¨¦tera¡­?".