Bogot¨¢ (a¨²n) no es ciudad para bicis

Enrique Pe?alosa, alcalde de Bogot¨¢, es un hombre pegado a una bicicleta. Durante la campa?a electoral a finales de 2015 y desde que asumiera en el cargo a principios de 2016, ha hecho de este transporte un emblema de su pol¨ªtica de movilidad. La diferencia entre el regidor y otro ciudadano bogotano es que cuando el primero usa la bici, lo hace acompa?ado de un s¨¦quito de funcionarios y c¨¢maras que ofrecen una realidad alternativa a la que viven el resto de vecinos. La inseguridad, las franjas pico dos veces al d¨ªa (llegan a sumar m¨¢s de cuatro horas de atascos), la contaminaci¨®n y la incapacidad de un sistema de transportes para dar respuesta a los casi ocho millones de habitantes de la ciudad son los obst¨¢culos con los que se topan los vecinos. Por estas razones, cuando Pe?alosa sugiri¨® que durante tres horas al d¨ªa, coincidiendo con los momentos de mayor tr¨¢fico, se evitara el uso del coche, la idea torn¨® en pol¨¦mica en vez de en alternativa.

La propuesta (solo eso) surgi¨® durante la jornada sin carro que se celebra el primer jueves de febrero desde el a?o 2000. Una periodista par¨® a Pe?alosa, y sin bajarse de la bici, con traje y casco puesto dijo: ¡°Lo que nosotros quisi¨¦ramos ensayar, en vez de m¨¢s d¨ªas sin carro, de pronto unos d¨ªas donde tuvi¨¦ramos una hora y media en la ma?ana y otra hora y media en la tarde coincidiendo con la hora pico, sin carros¡±. Lo que el alcalde hizo fue recordar una idea que no consigui¨® el respaldo de la mayor¨ªa en una consulta popular que se hizo a principios de siglo. Probablemente, lo hizo llevado por la euforia de una jornada sin coches que consigui¨® que se hicieran 1.796.251 viajes en bicicleta, un 19% m¨¢s que 2016, y el triple que en un d¨ªa normal, cuando hay 640.000 aproximadamente, seg¨²n datos de la Secretar¨ªa de Movilidad de Bogot¨¢. Los ciclistas ten¨ªan unos 500 kil¨®metros habilitados, 100 m¨¢s de los construidos para este uso.

El problema es que la prensa local le tom¨® la palabra a un alcalde que pasa por su peor momento de popularidad. Y con la ayuda de los expertos, el deseo se convirti¨® en el peor de los augurios para una ciudad donde la movilidad es un reto a la paciencia ciudadana. Limitar el uso de veh¨ªculos privados supondr¨ªa, en palabras de Juan Pablo Bocarejo, secretario de Movilidad de Bogot¨¢, "que se corriera el pico". Es decir, que las horas puntas se retrasaran o se adelantaran. Otra alternativa, que ya se estudia, es desincentivar el uso del coche con pol¨ªticas de cobro de estacionamiento por horas en determinadas zonas de la capital.

Todas estas posibles opciones deben adaptarse a una ciudad que est¨¢ considerada de las m¨¢s densas del hemisferio occidental. "Si se divide el n¨²mero de personas por el ¨¢rea se comprueba que superamos a algunas ciudades asi¨¢ticas y de la India", explica Bocarejo. "No tenemos mucho espacio vial para viajes cortos". El territorio para moverse se lo reparten 1,5 millones de coches y 460.000 motos. Y el d¨ªa sin carro, aunque los particulares ten¨ªan prohibido salir, los m¨¢s de 50.000 taxis que hay en Bogot¨¢, veh¨ªculos de emergencia, de seguridad, el servicio de Uber y el cuerpo diplom¨¢tico, entre otros, a menos que tuvieran la restricci¨®n del pico y placa (la circulaci¨®n seg¨²n el n¨²mero de la matr¨ªcula), pudieron circular. Y lo hicieron, a tenor de las im¨¢genes de atascos y ciclistas compartiendo las calles de la ciudad.

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El bogotano que no usa su autom¨®vil, dedica 97 minutos al d¨ªa a estar sentado en el transporte p¨²blico que, en esta ciudad, se reduce al autob¨²s, es decir, al Transmilenio. Este sistema, inaugurado en el a?o 2000 por el actual alcalde, se articula a trav¨¦s de corredores exclusivos y a¨²n as¨ª insuficientes. "Para ser competitivo hay que construir m¨¢s v¨ªas de este tipo", reconoce el responsable de transportes. El d¨ªa sin coches se hicieron 2.413.650 viajes en los buses que recorren las troncales, las v¨ªas principales, solo un 9,2% m¨¢s que en un d¨ªa normal (2.209.303 viajes). Cuando el habitante de esta ciudad opta por la bicicleta es propia. Las p¨²blicas dejaron de prestarse el pasado junio, seg¨²n un aviso del Instituto Distrital de Recreaci¨®n y Deporte.

"Queremos conseguir una movilidad donde el carro no sea tan importante", asegura Bocarejo, "por eso el plan de desarrollo de Pe?alosa es el m¨¢s ambicioso que ha tenido Bogot¨¢: de los 43 billones de pesos [15 millones de d¨®lares], casi la mitad se dedica a infraestructura y movilidad". El objetivo es construir 300 kil¨®metros m¨¢s de ciclov¨ªas, ampliar los corredores de Transmilenio y construir el ansiado metro de Bogot¨¢. La fecha es 2022. "En ese momento cada bogotano estar¨¢ a menos de un kil¨®metro de transporte masivo". Hasta entonces, la paciencia seguir¨¢ siendo la mejor compa?era de los habitantes de la ciudad.