Trump regresa al mitin-espect¨¢culo hacia sus fieles en plena crisis interna
El presidente activa a sus seguidores en Florida tras una semana cr¨ªtica y con la sombra de la conexi¨®n rusa planeando sobre su cabeza
Con m¨²ltiples frentes de batalla abiertos, el principal la sombra de la conexi¨®n de su administraci¨®n con el Kremlin, Donald Trump regres¨® este s¨¢bado a la trinchera en la que se siente m¨¢s c¨®modo, el mitin-espect¨¢culo. Miles de seguidores lo aguardaban en un hangar del aeropuerto de Melbourne-Orlando (Florida) y el Comandante en Jefe, tambi¨¦n performer en jefe, apareci¨® en una escena milimetrada. El morro del Aire Force One entr¨® por el frente del hangar lento, majestuoso, con m¨²sica ¨¦pica a todo volumen.
Se fren¨®, la puerta de la nave se abri¨®, permaneci¨® en suspense unos minutos y al fin sali¨® Trump, acompa?ado por su esposa Melania, vitoreado por sus fieles, para bajar de la escalerilla del avi¨®n directo al estrado y lanzar un discurso de 45 minutos en el que desgran¨® los consabidos t¨®picos de su nacional-populismo ¨C¡°Hacer Am¨¦rica grande otra vez¡±, ¡°defender nuestra frontera¡±, ¡°darle trabajo de nuevo a nuestros mineros¡±, ¡°darle seguridad a nuestros barrios¡±, ¡°proteger a nuestros maravillosos ciudadanos¡±, "echar a los terroristas"¨C y abund¨® en los ataques a lo que defini¨® el viernes como ¡°el principal enemigo del pueblo americano¡±, los medios de comunicaci¨®n. ¡°Tienen su propia agenda y su agenda no es la vuestra¡±, dijo al entregado p¨²blico que acudi¨® el hangar, un espacio, en palabras de presidente, ¡°lleno de patriotas trabajadores¡±.
De traje y sin corbata, en¨¦rgico, tronante, el presidente regres¨® al rol de candidato en campa?a para electrizar a sus masas y repetirles que deben hacer o¨ªdos sordos a ¡°los medios deshonestos¡±. ¡°Son parte importante de los problemas de este sistema corrupto¡±. Afirm¨® que informan ¡°sin fuentes¡± y que ¡°en muchos casos inventan¡± las noticias, pese a que ¨¦l mismo asumi¨® en su cicl¨®nica conferencia de prensa del jueves, una hora de boxeo directo con los reporteros, que las revelaciones que est¨¢n publicando los medios salen de gargantas profundas del propio sistema que encabeza.
En su tercer fin de semana seguido en Florida, donde se recoge en su mansi¨®n-club de ¨¦lite Mar-a-Lago, una suntuosa casona de estilo hispano-morisco que su equipo llama la ¡°Casa Blanca de Invierno¡± (si bien Trump invent¨® esta ma?ana en un tuit un extra?o nuevo apodo, ¡°La Casa Blanca Sure?a¡±), el presidente busc¨® reconectarse a sus partidarios, a su ola pol¨ªtica, ¡°un movimiento¡±, glos¨®, ¡°nunca visto en este pa¨ªs y quiz¨¢s en ning¨²n otro lado¡±. Sus bases lo jaleaban. La luna de miel de Trump con su Am¨¦rica, una Am¨¦rica real y amplia, mayoritariamente blanca y de clase media, contin¨²a. "Pese a todas sus mentiras no nos han podido vencer", "y seguiremos ganando y ganando".
Igual que mucha gente de la costa Este baja a Florida a disfrutar el sol, el presidente Trump baj¨® este fin de semana a inyectarse trumpismo sobre el plat¨® del poder. Lejos por un par de d¨ªas de Washington, esa fr¨ªa capital tan poco de su gusto que desde el arranque de su campa?a compar¨® con ¡°un pantano¡± que se ocupar¨ªa de ¡°drenar¡±, Trump se dej¨® acariciar los o¨ªdos escuchando a su gente gritar, otra vez: ¡°?Drena el pantano! ?Drena el pantano!¡±.
Necesitaba o¨ªrlo. Su semana hab¨ªa sido un martirio. El lunes dimiti¨® su consejero de Seguridad Nacional, el general Michael Flynn, por ocultar informaci¨®n al Gobierno sobre sus conversaciones con el embajador ruso. El martes The New York Times ahond¨® en esa llaga publicando que varios miembros de la campa?a del presidente hab¨ªan tenido contacto con altos funcionarios del espionaje de Mosc¨². El mi¨¦rcoles su nominado para secretario de Trabajo, Andrew Pudzer, un midas de la comida r¨¢pida demasiado expuesto por un viejo esc¨¢ndalo matrimonial y por haber empleado en su hogar a una indocumentada, tir¨® la toalla y renunci¨® a intentar ser confirmado por el Senado.
El mismo mi¨¦rcoles se acost¨®, adem¨¢s, con una bofetada cortes¨ªa de The Wall Street Journal, que revel¨® que los servicios de inteligencia le est¨¢n ocultando secretos porque temen que los filtre. El jueves, el hombre al que quer¨ªa como sustituto de Flynn, el vicealmirante retirado Robert Haward, le dijo que no. Fue la jornada en que dio la rueda de prensa de 77 minutos en la que se desat¨® contra los medios, a los que acus¨® de lo mismo que los medios y buena parte de la opini¨®n p¨²blica, no s¨®lo dem¨®crata sino tambi¨¦n republicana, lo acusa: de estar ¡°fuera de control¡±. El viernes respir¨® un poco al ver confirmado a su nominado a la Agencia de Protecci¨®n del Medio Ambiente y se qued¨® a¨²n m¨¢s a gusto al acu?ar su nuevo insulto a los medios: ¡°El enemigo del pueblo¡±.
Eso tra¨ªa a la espalda el Donald Trump que dio hoy en Florida su primer mitin como presidente de los Estados Unidos, el episodio uno de lo que asoma como una campa?a permanente, una presidencia entera subido al ring. Ante su p¨²blico cogi¨® aire y volvi¨® punto por punto a las ideas que ganaron su confianza y su ilusi¨®n. Proteccionismo econ¨®mico?¨C"compra americano, contrata americano"¨C, creaci¨®n de empleos "como no hab¨¦is visto nunca", incremento en el gasto militar, menos impuestos y regulaciones empresariales, mano dura policial, medidas severas contra la inmigraci¨®n ilegal ¨Ccon ¡°un maravilloso muro¡±¨C y la promesa de una Am¨¦rica ¡°grande¡± y ¡°segura¡± frente a las amenazas que la asedian. Los ¡°carteles transnacionales¡± que meten la droga ¡°que envenena a nuestra juventud¡±, los terroristas que quieren infiltrarse por las fronteras para cometer atentados. ¡°Queremos gente que pueda compartir las tradiciones de nuestro pa¨ªs¡±, reclam¨®, ¡°no gente que traiga muy malas ideas¡±.
Esta semana se espera que el presidente vuelva a presentar, de alguna manera suavizada tras haber sido congelada por el sistema judicial, su agresiva orden-ejecutiva para la paralizaci¨®n preventiva de la entrada de refugiados y de inmigrantes de siete pa¨ªses de mayor¨ªa musulmana. Hoy en Florida avanz¨® que contempla la idea de que se creen zonas seguras en Siria para que los sirios que sufren la guerra puedan cobijarse sin que Estados Unidos tenga que acogerlos, y a?adi¨® que la factura correr¨¢ a cargo de los opulentos pa¨ªses petroleros del Golfo P¨¦rsico. Un detalle muy en l¨ªnea con sus cr¨ªticas a las naciones de la OTAN por ¨Ca su parecer¨C no aportar suficiente dinero a la coalici¨®n militar.
Tras rearmarse entre los suyos, regres¨® a su para¨ªso de Mar-a-Lago. El lunes volver¨¢ a Washington, donde borbotean las filtraciones. Trump se tendr¨¢ que poner la corbata y calzarse las botas de barro. El pantano lo espera.
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