Las tribulaciones de Emilio
?lvarez Icaza sabe que no ganar¨¢, pero cree importante impulsar la agenda democr¨¢tica
Emilio ?lvarez Icaza no cree en la astrolog¨ªa o al menos le tiene sin cuidado. Aquello de que todos los astros est¨¢n alineados para que Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, el l¨ªder de la izquierda, gane la presidencia de M¨¦xico el a?o pr¨®ximo no ha sido obst¨¢culo para que el activista lance su propia candidatura.
?lvarez Icaza se propone reunir las 80.000 adhesiones que exige la ley para convertirse en el primer candidato ciudadano que aspira a llegar a Los Pinos sin partido pol¨ªtico de por medio en la era moderna. Lo apoyan acad¨¦micos e intelectuales prestigiados, instituciones ciudadanas y ONG de distinta ¨ªndole, bajo la bandera del movimiento Ahora. ?l mismo es una figura reconocida y respetada en amplios c¨ªrculos relacionados con los derechos humanos y la lucha por la democracia. Ha sido consejero electoral en el Distrito Federal, presidente de la Comisi¨®n de Derechos Humanos en la Ciudad de M¨¦xico y secretario ejecutivo de la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos.
Esencialmente, Emilio ?lvarez Icaza es un buen tipo. Pero un buen tipo en proceso de convertirse en pluma de vomitar de buena parte de la izquierda mexicana. En opini¨®n de los seguidores de L¨®pez Obrador, el activista se presta al juego que sigue el PRI para mantenerse en el poder: fragmentar el voto de oposici¨®n.
El argumento de los militantes de Morena no es menor. Los sondeos de intenci¨®n de voto y los enormes ¨ªndices de reprobaci¨®n del Gobierno de Enrique Pe?a Nieto dejan claro que, hoy por hoy, el PRI perder¨ªa las elecciones a manos de L¨®pez Obrador. Salvo, claro, que el Gobierno logre pulverizar esa reprobaci¨®n en una mir¨ªada de candidatos.
Se afirma que el voto duro del PRI fluct¨²a entre el 25% y 27% del padr¨®n electoral efectivo, gracias a sus estructuras regionales y al corporativismo clientelar. Una proporci¨®n suficiente para derrotar a sus rivales si consigue que estos, los rivales, sean muchos y razonablemente atractivos. Tal abanico de opciones y una poderosa campa?a para hacer de L¨®pez Obrador "un peligro para M¨¦xico" pretender¨ªan que el voto de oposici¨®n no se concentre en el tabasque?o y, por ende, este no supere un 25%.
No es eso lo que se propone Emilio, desde luego. A su juicio, y al de muchos otros, las agendas democr¨¢ticas de L¨®pez Obrador, el llamado candidato de los pobres, dejan mucho que desear. Desconf¨ªan de sus pr¨¢cticas populistas, de su liderazgo vertical y su discurso mesi¨¢nico. Reprueban, en particular, las componendas que el tabasque?o suele hacer con exmiembros del PRI, algunos de p¨¦sima reputaci¨®n, para terminar encumbr¨¢ndolos en posiciones clave. Y, m¨¢s importante, cuestionan el desinter¨¦s tradicional que Andr¨¦s Manuel ha tenido por las nuevas agendas de la izquierda democr¨¢tica: ecolog¨ªa, derechos reproductivos, temas de g¨¦nero, construcci¨®n de la democracia y derechos humanos en general.
Justamente esos desencuentros provocaron que en 2006 Patricia Mercado y su Partido Socialdem¨®crata se presentaran a las urnas, tras no llegar a un acuerdo con L¨®pez Obrador. El tabasque?o perdi¨® por una pesta?a, al obtener 0,57% menos que Felipe Calder¨®n. El PSD obtuvo 2,7% de los votos, casi cinco veces lo que habr¨ªa necesitado Andr¨¦s Manuel para llegar a Los Pinos, a pesar, incluso, de las irregularidades de las que fue v¨ªctima.
Emilio sabe que no va a ganar las elecciones, pero considera importante impulsar la agenda democr¨¢tica. El problema es que los comicios son un juego de suma cero. Lo que ¨¦l gane se lo quita a otro; en este caso, muy probablemente a L¨®pez Obrador, quien s¨ª puede derrotar al PRI y al PAN, e intentar un gobierno de cambio.
En cierta forma, se tratar¨ªa de un debate entre el cambio deseable y el cambio factible. En su mejor escenario este dilema podr¨ªa zanjarse con una fusi¨®n de ambas plataformas. L¨®pez Obrador ha intentado mostrarse como un candidato conciliador e incluyente, lejos del pol¨ªtico belicoso de aquel 2006. Incorporar las agendas modernas de la izquierda democr¨¢tica podr¨ªa convertirlo en un mejor candidato y, eventualmente, en un mejor presidente.
Pero tambi¨¦n podr¨ªa darse el escenario opuesto: que el PRD (el partido del que sali¨® L¨®pez Obrador, cada vez m¨¢s cercano a Pe?a Nieto) y el movimiento Ahora obtengan los suficientes votos para contribuir a un triunfo del PRI. Y por m¨¢s buenos deseos que tengan ?lvarez Icaza y su grupo, es una posibilidad vigente y de enormes consecuencias para millones de mexicanos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.