Starbucks y el racismo de la Liga Norte
La multinacional desembarca en la meca del espresso envuelta en una pol¨¦mica con los partidos xen¨®fobos y sus l¨ªderes
El ritual del espresso en Italia es sagrado. Se suele tomar de pie y en la barra, r¨¢pido y en pocos sorbos. Un caf¨¦ es una unidad de medida temporal perfecta. No lo pida y se distraiga con otra cosa, le mirar¨¢n extra?o. En algunos templos, como el m¨ªtico Sant¡¯Eustachio de Roma, las m¨¢quinas dan la espalda a los clientes y est¨¢n protegidas para que la legendaria t¨¦cnica, que lo convierte en uno de los mejores del pa¨ªs, nunca sea revelada a los mortales. Cada regi¨®n tuvo su tipo de caf¨¦ y su historia, una se?a de identidad, en suma. Por eso, la idea de una multinacional global dedicada a la producci¨®n en serie de toda suerte de productos relacionadas con esta infusi¨®n, pero que se sorben con pajita en un vaso gigante parec¨ªa impensable aqu¨ª. Pero Starbucks, tras 25 a?os de historia y mucho tiempo de tira y aflojas, desembarcar¨¢ en 2018 en Italia.
Ha sido un empe?o personal de Howard Schultz, el consejero delegado de la firma, que ha estado esta semana en Mil¨¢n para presentar la primera tienda. Y es evidente que entiende la dificultad del reto para una compa?¨ªa que tiene 18.000 locales en 72 pa¨ªses, pero que nunca se atrevi¨® con la meca del espresso. La idea es abrir un primer espacio de 2.400 metros cuadrados que tambi¨¦n se dedicar¨¢ a la torrefacci¨®n. Adem¨¢s, Starbucks ha llegado a un acuerdo con una empresa italiana que hornear¨¢ todos los productos de la cadena en el mundo. Toda una demostraci¨®n de afecto pensada para seducir a la clientela m¨¢s exigente y reacia a la fabricaci¨®n en serie de este delicado placer. ¡°Por eso nos hemos esforzado tanto hasta llegar hasta aqu¨ª, porque todo ten¨ªa que ser perfecto. Pero estoy confiado: tenemos tantos clientes italianos por el mundo que creo que nos ganaremos el respeto de los milaneses¡±, admite Schultz.
Pero todo eso no era suficiente. Queriendo seducirles m¨¢s, la campa?a con la que se ha planeado el desembarco tambi¨¦n ha sembrado la pol¨¦mica -nunca mejor dicho- entre los milaneses. Starbucks ha patrocinado un jard¨ªn de palmeras delante del Duomo como parte de la promoci¨®n de la marca. Pero se han topado con los partidos xen¨®fobos que cada vez tienen m¨¢s adeptos en Italia y han logrado convertir una cuesti¨®n bot¨¢nica y ornamental en un nuevo y grotesco episodio racista.
El secretario Liga Norte (LN), Matteo Salvini, calific¨® de "locura" esta remodelaci¨®n de la plaza y agreg¨® que "solo faltan la arena y los camellos para que los clandestinos se sientan como en casa¡±. En un tuit, Salvini a?adi¨® las etiquetas "motosierra" y "Starbucks vete a casa", ya que esta cadena estadounidense de cafeter¨ªas es la mecenas del proyecto, logrado tras un concurso p¨²blico para renovar los espacios verdes de la capital lombarda. El consejero regional del partido ultraderechista "Hermanos de Italia", Riccardo de Corato, dijo que "Mil¨¢n se est¨¢ transformando en una peque?a ?frica, abriendo la puerta a los inmigrantes y clandestinos, y quiere tambi¨¦n poner palmeras y bananos en la plaza del Duomo¡±. Azuzado por este torrente de disparates p¨²blicos, alguien tuvo la brillante idea de prenderle fuego una noche a uno de los ¨¢rboles.
Schultz, que asegura que un viaje de negocios que hizo hace ahora 33 a?os a Mil¨¢n y Verona le inspir¨® para crear Starbucks, ha alucinado y ha calificado el asunto ¡°pol¨¦mica est¨²pida¡±. En una entrevista con al Rep¨²blica ha resumido el sentimiento de la empresa. ¡°Cuando entramos en una ciudad nueva queremos dar alguna cosa para hacernos querer. Por eso nos ha impactado mucho la reacci¨®n de la ciudadan¨ªa. Pero Starbucks no ha dise?ado el jard¨ªn, nosotros somos solo el sponsor. [¡] Solo quer¨ªamos hacer algo ¨²til para la ciudad¡±. De momento no han empezado de la mejor manera. Veremos si la parte del caf¨¦ convence m¨¢s.
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