Declaraci¨®n de Roma: la UE pasa al ataque en la agenda de seguridad
Europa se declara ¡°dispuesta a asumir m¨¢s responsabilidades¡± e incluso capaz de ¡°promover la estabilidad en su vecindario¡±, seg¨²n el borrador del texto
Europa presum¨ªa de poder blando ¡ªno env¨ªa tanques, sino legislaci¨®n¡ª, pero los tiempos est¨¢n cambiando. Los l¨ªderes preparan una declaraci¨®n solemne para el 60? aniversario del club en la que la UE pasa literalmente al ataque. Las pol¨ªticas de seguridad y defensa son ya, claramente, la prioridad. El giro ret¨®rico es radical: Europa se declara ¡°dispuesta a asumir m¨¢s responsabilidades¡±, ¡°orgullosa de proteger sus valores y a su gente¡±, e incluso capaz de ¡°promover la estabilidad en su vecindario¡±, seg¨²n el borrador del texto, al que ha tenido acceso EL PA?S.
El Brexit fue el ¨²ltimo clavo en el ata¨²d de una ¡°uni¨®n cada vez m¨¢s estrecha¡±. La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha encendido las alarmas en asuntos tan medulares como el comercio o las relaciones con la OTAN y Rusia. La minicumbre de Versalles, a principios de semana, dio un impulso que se antoja definitivo a la Europa de ¡°distintas velocidades¡±, a la carta, con cooperaciones reforzadas, geometr¨ªas variables, c¨ªrculos conc¨¦ntricos o como quiera llamarse a la consagraci¨®n del m¨¦todo intergubernamental. Y Roma, con el 60? aniversario de la UE, ser¨¢ en apenas un par de semanas el acta de nacimiento de la Europa a 27, ya sin Reino Unido.
Los l¨ªderes debatir¨¢n en la cumbre de hoy y ma?ana, en Bruselas, los retos m¨¢s inminentes y la declaraci¨®n que llevar¨¢n a la capital italiana. Esa declaraci¨®n muestra una Europa con ganas de pasar al ataque. Literalmente: la prioridad es avanzar en la Europa de la seguridad y de la defensa, ¡°con distintos ritmos e intensidades cuando sea necesario¡± ¡ªgui?o a la Europa de las m¨²ltiples velocidades consagrada en Versalles entre Francia, Alemania, Italia y Espa?a¡ª, y poner fin a la era del poder blando.
¡°Europa tiene valores e intereses¡±, sol¨ªan decir los l¨ªderes. La policrisis de los ¨²ltimos tiempos ha alterado el orden en esa frase: el texto que se prepara para Roma seguir¨¢ teniendo el tono declarativo de la ¡°Uni¨®n Europea pr¨®spera y sostenible¡±, la p¨¢tina keynesiana de la econom¨ªa social de mercado y las habituales referencias a los valores europeos, que tanto se echan de menos ¨²ltimamente en algunas agendas. Pero todo eso pasa a un segundo plano. La prioridad es ahora una UE ¡°segura¡±, en la que sus ciudadanos ¡°se sientan protegidos¡±. Una Europa en la que ¡°las fronteras sean seguras y donde la emigraci¨®n se gestione humanamente y con efectividad¡±, y en la que el continente luche ¡°contra el terrorismo y el crimen organizado¡±.
Las declaraciones solemnes suelen ser pasto del habitual lenguaje de madera, grandilocuente y esdr¨²julo de los aniversarios que se lleva el viento. Pero el borrador del texto de Roma, sujeto a cambios, muestra un giro en la narrativa de la nueva UE a 27, ya sin Reino Unido, y en lo que parece un nuevo orden internacional en el que el papel de los EE UU de Trump es menos predecible que anta?o. Entre las prioridades destaca la necesidad de activar ¡°una Uni¨®n m¨¢s fuerte en el mundo¡±. Y a partir de ah¨ª aparece una suerte de declaraci¨®n de intenciones que habla de una Europa ¡°dispuesta a asumir m¨¢s responsabilidades, comprometida a reforzar su defensa y seguridad¡±. ¡°Una Europa con una industria de defensa m¨¢s integrada, que proteja un sistema multilateral basado en reglas, orgullosa de sus valores y capaz de proteger a su gente¡±. ¡°Una Europa que promueva la estabilidad y la prosperidad en su vecindario y globalmente¡±, apunta ese borrador, marcado por una ret¨®rica que hace oblicuas referencias a la situaci¨®n cada vez m¨¢s complicada en el avispero de los Balcanes, a los conflictos en Ucrania, Siria y Libia y al nuevo rol de Estados Unidos en su relaci¨®n con Rusia y China.
M¨²ltiples velocidades
Reforzar la seguridad y la defensa de Europa se ha convertido casi en el ¨²nico elemento que no genera controversias entre los l¨ªderes. Parad¨®jicamente, ese modelo de cooperaci¨®n en asuntos militares ejemplifica tambi¨¦n el nuevo rumbo europeo: los avances a varias velocidades. Porque el elemento estrella de la mayor integraci¨®n militar es la creaci¨®n de un n¨²cleo duro de pa¨ªses dispuestos a trabajar m¨¢s estrechamente, con la posibilidad de que el resto se incorpore m¨¢s tarde.
¡°No es una cuesti¨®n binaria entre avanzar juntos o por separado. Hay necesidad de unidad en muchos asuntos, pero tambi¨¦n hay que reservar espacios para quienes quieran avanzar m¨¢s. Unidad no es igual a uniformidad¡±, destacan fuentes diplom¨¢ticas. Con matices, casi todos los socios defienden esa v¨ªa con el argumento de que Europa lleva a?os avanzando as¨ª en el euro, Schengen o las pol¨ªticas de justicia e interior. Los pa¨ªses del Este, temerosos de quedar rezagados, alertan contra el intento de convertir las m¨²ltiples velocidades en la nueva etiqueta de la UE. ¡°Eso nos llevar¨ªa a la desintegraci¨®n¡±, alertan.
¡°Los miedos del Este son l¨®gicos, pero el tren europeo no puede avanzar a la velocidad del ¨²ltimo vag¨®n¡±, cierra un diplom¨¢tico de uno de los grandes socios.
Polonia enturbia la reelecci¨®n de Tusk
Polonia se dispone a sentar un precedente ins¨®lito en el nombramiento de cargos europeos. El Gobierno ultraconservador de Beata Szydlo rechazar¨¢ la continuidad de Donald Tusk ¡ªel polaco de m¨¢s alto rango en la esfera internacional¡ª al frente del Consejo Europeo. Se espera que Tusk gane holgadamente porque la reelecci¨®n requiere mayor¨ªa cualificada y lo m¨¢s probable es que solo Polonia se oponga. Pero la ofensiva lanzada por meras razones de pol¨ªtica interna ¡ªel Ejecutivo polaco quiere desterrar a la derecha moderada que representa el ex primer ministro Tusk¡ª contamina el debate en la instituci¨®n que representa a los pa¨ªses miembros.
La extensi¨®n del mandato de Tusk otros dos a?os y medio amenaza con enturbiar una cumbre en la que los l¨ªderes desean mostrar unidad ante el Brexit que se avecina. Varsovia aparecer¨¢ aislada, previsiblemente sin el apoyo siquiera de Hungr¨ªa, el otro Gobierno que ha convertido en bandera el desaf¨ªo a Bruselas. M¨¢s dudas genera la postura de la brit¨¢nica Theresa May, cuyo partido tory pertenece a la misma familia pol¨ªtica que el polaco Ley y Justicia.
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