Argentinos hubo siempre
La memoria de mi generaci¨®n calcula que fueron cientos de miles los exiliados que llegaron
G¨¢lvez. As¨ª se apellidaba el primer argentino de quien escuch¨¦ hablar de ni?o, en Caracas, mucho antes de enterarme con relativa precisi¨®n de qui¨¦nes fueron Jos¨¦ de San Mart¨ªn, Carlos Gardel, Eva Per¨®n o Julio Cort¨¢zar. ?Supe de ¨¦l casi 10 a?os despu¨¦s de la noche de noviembre de 1948 en que ?scar G¨¢lvez entr¨® a Caracas a bordo de un Ford acondicionado para la categor¨ªa de ¡°turismo carretero¡±.
Luego de 9.500 kil¨®metros, llegaba G¨¢lvez al final de una competencia automovil¨ªstica internacional entre Buenos Aires y Caracas. Su autom¨®vil, distinguido con el n¨²mero 3, cruz¨® la l¨ªnea final empujado por el sed¨¢n Buick de un particular, rodeado de una multitud que lo exalt¨® como ganador sentimental.
El auto de G¨¢lvez hab¨ªa sufrido la v¨ªspera un desperfecto que lo hizo perder la ventaja pocas horas antes de su llegada. Oficialmente, la carrera la gan¨® Domingo Marim¨®n, otro argentino. El detalle ¡°del Buick que empuj¨® a G¨¢lvez¡±, y cuya ayuda lo descalific¨® ante el jurado, no se borr¨® nunca de la memoria de mi primo Efra¨ªn, transmisor oral de la leyenda de unos ¡°argentinos locos¡± que cruzaron los Andes, bordearon el oc¨¦ano Pac¨ªfico y atravesaron Colombia y Venezuela mucho antes de que el Che Guevara lo hiciera en motocicleta.
De la existencia de muchos otros argentinos (?y argentinas!) notables me fui enterando con el tiempo. Entre los primeros que llegu¨¦ a tratar ¡°en corto¡± estuvo Juan Carlos Gen¨¦, gran actor, gran maestro de actores y dramaturgo que lleg¨® a nosotros aventado por la b¨¢rbara dictadura fascista inaugurada por Jorge Rafael Videla. El segundo fue el escritor Tom¨¢s Eloy Mart¨ªnez, que vino a Caracas por las mismas razones que Gen¨¦. ?El recuerdo de Gen¨¦ y Mart¨ªnez, ahora que miles de j¨®venes venezolanos han escogido la Argentina como lugar de exilio, es lo que mueve esta bagatela semanal.
Ya en 2015, seg¨²n cifras oficiales de aquel pa¨ªs, llegaban a 13.049. En 2016 alcanzaron a ser casi 25.000: un brinco del 140% respecto del a?o anterior. Argentina es hoy el destino suramericano preferido por nuestros chicos expatriados.
Seg¨²n cifras del desacreditado y poco fiable Instituto Nacional de Estad¨ªsticas (INE) venezolano, durante los a?os de la dictadura militar argentina se radicaron en nuestro pa¨ªs 1.964 argentinos. Parte importante de ellos fueron exiliados pol¨ªticos. La memoria colectiva de mi generaci¨®n descree de esa cifra y calcula que fueron cientos de miles, tan duradera ha sido la impronta que dejaron en mi patria.
En aquellos a?os setenta de la Venezuela saudita que sigui¨® al embargo petrolero dictado por la OPEP, nuestro pa¨ªs fue un islote democr¨¢tico y relativamente no-inflacionario para los perseguidos de Chile, Uruguay y Argentina. Los petrovenezolanos llegamos a sentirnos tan ricos que cada quien ten¨ªa su argentino propio. ?Ese argentino particular de cuya amistad cada quien se ufanaba, era, invariablemente, un argentino mamador de gallo. ¡°Mi pana es porte?o, pero no ejerce¡±, dec¨ªamos.
Lo cierto es que, para hablar solo del teatro y del periodismo, Gen¨¦, junto con decenas de talentos del Cono Sur, terminaron de hacer germinar en Caracas una perdurable afici¨®n por el teatro (actividad nocturna por excelencia) que caracteriza a los caraque?os, a despecho del toque de queda dictado por el hampa en la capital mundial del homicidio.
Mart¨ªnez, dicho llanamente, ense?¨® a hacer periodismo a dos generaciones. Lo sigue haciendo por emanaci¨®n, por ense?anza transfundida a trav¨¦s de sus agradecidos disc¨ªpulos.
La democracia volvi¨® a la Argentina en 1983, pero Gen¨¦ permaneci¨® entre nosotros hasta 1992, ense?ando, dirigiendo, escribiendo y actuando. Un d¨ªa le pregunt¨¦ por qu¨¦. ¡°No vine a escampar: vine a vivir¡±, fue su respuesta.
@ibsenmartinez
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