Un juez a la mujer en un caso por violaci¨®n: ¡°?Por qu¨¦ no pudo simplemente tener las rodillas juntas?¡±
Renuncia en Canad¨¢ el magistrado que humill¨® durante una vista a una joven que hab¨ªa denunciado una agresi¨®n sexual
Era una vista por violaci¨®n y el juez canadiense Robin Camp se dirigi¨® a la supuesta v¨ªctima, de 19 a?os, y en voz alta le dijo: ¡°?Y por qu¨¦ simplemente no mantuvo las rodillas juntas?¡±. Luego, tras referirse a la joven como ¡°acusada¡±, insisti¨®: ¡°A las chicas j¨®venes les gusta tener sexo, sobre todo si est¨¢n bebidas; pero el sexo y el dolor a veces van de la mano, y no es necesariamente algo malo¡±.
Eso ocurri¨® hace dos a?os en un juzgado de Calgary (Canad¨¢). Este jueves el magistrado Camp, de 64 a?os, present¨® renuncia despu¨¦s de que un comit¨¦ recomendar¨¢ su destituci¨®n fulminante por considerar su conducta ¡°profunda y manifiestamente destructiva con el concepto de imparcialidad, integridad e independencia¡±. ¡°Estamos con las v¨ªctimas y no estamos dispuestos a aceptar de ning¨²n modo la violencia de g¨¦nero¡±, remach¨® la ministra de Justicia, Jody Wilson-Raybould.
El juicio que ha puesto fin a la carrera de Camp, recientemente ascendido a la Corte Federal de Alberta, se celebr¨® en junio de 2014. La joven hab¨ªa denunciado su violaci¨®n por un hombre de 29 a?os durante una fiesta en casa de unos amigos. El supuesto agresor la acorral¨® en el ba?o y, contra el lavabo, la penetr¨®. En la vista, el juez se mostr¨® ostensiblemente desconfiado hacia la mujer y la humill¨® verbalmente. No s¨®lo le recrimin¨® en p¨²blico, sino que insisti¨® en que podr¨ªa haber evitado el ataque ¡°simplemente moviendo la pelvis o metiendo sus nalgas en el lavabo¡±.
La v¨ªctima qued¨® en shock. ¡°Me hizo odiarme a m¨ª misma y sentirme como si fuera una puta¡±, dijo. Tras la vista, el acusado fue absuelto y, aunque el caso fue recurrido, en enero pasado una corte confirm¨® la primera sentencia.
Pero el esc¨¢ndalo, para entonces, ya hab¨ªa superado los confines de una sala de juicios. La v¨ªctima hab¨ªa intentado suicidarse y los comentarios de Camp hab¨ªan desatado tal espiral de quejas y reclamaciones que el Consejo Judicial Canadiense se vio forzado a abrir una investigaci¨®n. En sus declaraciones ante el comit¨¦, Camp reconoci¨® que era un hombre prejuiciado y que pensaba que ¡°todas las mujeres se comportaban del mismo modo y deb¨ªan resistirse¡±. Para demostrar su arrepentimiento y buena voluntad, asisti¨® a cursos de reeducaci¨®n e incluso llev¨® a declarar a su favor a su hija, v¨ªctima de una violaci¨®n.
Tras 15 meses de trabajo, el comit¨¦ concluy¨® que el juez era incapaz para el puesto y que deb¨ªa ser destituido. Sus disculpas no les bastaron. Era mayor el da?o causado.
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