Chile recibe la mayor donaci¨®n de tierras privadas para parques naturales del planeta
La viuda de Tompkins, fundador de North Face y fil¨¢ntropo, entrega a Bachelet fincas para proteger 4,5 millones de hect¨¢reas
Hace 25 a?os, cuando vendi¨® su empresa de ropa, Esprit ¡ªantes hab¨ªa fundado y vendido The North Face¡ª y se fue a vivir a la Patagonia chilena, nadie le crey¨®. Douglas Tompkins gast¨® 380 millones de d¨®lares, buena parte de su fortuna, en comprar enormes estancias en Chile y Argentina. Ya entonces dec¨ªa que solo quer¨ªa protegerlas y despu¨¦s donarlas al Estado. Pensaron de todo; que quer¨ªa crear un estado jud¨ªo, quedarse con el agua, hacer minas, poner un cementerio nuclear. Nadie pens¨® ni por un momento que iba en serio. Pero 25 a?os despu¨¦s, su viuda, Kris ¡ª¨¦l falleci¨® en 2015 en un accidente de kayak en estas tierras a las que dedic¨® su vida¡ª, entreg¨® emocionada a Michelle Bachelet 400.000 hect¨¢reas (una superficie similar a la de la comunidad espa?ola de La Rioja, Cabo Verde o el estado de Rhode Island). Y gran parte de esas tierras est¨¢n dentro del Parque Pumal¨ªn, un enclave de gran riqueza ambiental donde donde est¨¢n los alerces de Chile ¡ª¨¢rboles protegidos que superan los 3.000 a?os¡ª, y donde se encuentran pumas y otro tipo de flora y fauna aut¨®ctona.
Ese territorio, sumado a lo ya donado en los ¨²ltimos a?os y a lo que aportar¨¢ el Estado chileno como contrapartida, conformar¨¢ un nuevo espacio protegido de 4,5 millones de hect¨¢reas; una superficie similar al de la comunidad aut¨®noma espa?ola de Arag¨®n o Dinamarca. Es la mayor donaci¨®n de tierras de un privado al Estado de la historia de la humanidad; y con la ¨²nica condici¨®n de que sean parques nacionales.
¡°Lo hab¨ªamos so?ado mucho tiempo. Hace 25 a?os Doug tuvo una idea audaz y ahora se cumple su sue?o. Es un acontecimiento hist¨®rico a nivel mundial. Es su legado¡±, clam¨® emocionada y llorosa su viuda, que dej¨® una vida de lujo en California ¡ªera CEO de Patagonia, otra marca de ropa de alta monta?a¡ª para acompa?arle en la aventura patag¨®nica. ¡°Es un gran d¨ªa para Chile. Est¨¢ en manos de la humanidad detener la destrucci¨®n del planeta. Honraremos la generosidad de Tompkins, un visionario que se arm¨® para hacer frente a las cr¨ªticas¡±, le contestaba Bachelet, que con esta decisi¨®n al final de su mandato deja un legado eterno: bajo su Gobierno se habr¨¢ doblado la superficie protegida.
El pa¨ªs austral pasar¨¢ a tener el 20% de su territorio bajo este r¨¦gimen, un ejemplo mundial. Y La presidenta conf¨ªa en que otros pa¨ªses y otros millonarios sigan este ejemplo. ¡°Esperemos que esto sea contagioso, es muy importante, hace a?os nadie cre¨ªa que esto fuera posible, Chile es ahora un modelo para el mundo en conservaci¨®n¡±, explicaba a EL PA?S tras el acto de entrega en un paraje ¨²nico de bosques y glaciares. La idea final, so?ada tambi¨¦n por el magnate californiano, es la de rematar una ruta tur¨ªstica que a lo largo de 2.500 kil¨®metros recorre 17 parques nacionales del pa¨ªs, un atractivo que puede ser definitivo para un pa¨ªs ya famoso por su belleza.
¡°El presidente argentino tiene que estar muy celoso con esto, a ver si ellos siguen el camino¡±, se re¨ªa Yvon Chouinard, aventurero, amigo de Tompkins y millonario como ¨¦l gracias a Patagonia, la compa?¨ªa que fund¨®, mientras admiraba el paisaje del parque Pumal¨ªn, el m¨¢s grande de los que cre¨® el fil¨¢ntropo, el lugar en el que empez¨® su proyecto. Ambos eran deportistas extremos, escaladores, que inventaron ropa y materiales para su pasi¨®n ¡ªTompkins fue el primero en dise?ar la tienda igloo¡ª y se hicieron muy ricos. Ambos estaban juntos en otra de sus aventuras, a sus 72 a?os, cuando el kayak de Tompkins volc¨® y muri¨® congelado en diciembre de 2015. ¡°Fue una fatal combinaci¨®n de vientos¡±, recuerda Chouinard.
Pero curiosamente, su muerte aceler¨® su gran proyecto: la entrega al Estado chileno y argentino de sus parques, a cambio de que ellos sumen tambi¨¦n tierras p¨²blicas para hacer otros parques y ampl¨ªen la protecci¨®n de las reservas naturales. Una vez fallecido, la pol¨ªtica aceler¨® los tiempos. ¡°Su muerte fue el gran catalizador. Se acabaron las dudas, las suspicacias. Hace 25 a?os, lo que dec¨ªa Doug sobre el cambio clim¨¢tico chocaba, ahora est¨¢ aceptado. Entonces nadie cre¨ªa que compraba para donar. Y para los empresarios chilenos tambi¨¦n fue muy disruptivo. Ellos nunca hicieron algo as¨ª. Al principio no le gust¨® a nadie, ahora todos aplauden¡±, asegura Hern¨¢n Mladinic, director ejecutivo de Pumal¨ªn.
En Argentina tambi¨¦n est¨¢ avanzada la donaci¨®n de las tierras en los esteros del Iber¨¢, otro para¨ªso que los Tompkins ayudaron a salvar y en el que est¨¢n reintroduciendo el jaguaret¨¦. En esta ola conservacionista, Mauricio Macri acaba de prometer que doblar¨¢ la superficie protegida, menos de la mitad que la chilena en proporci¨®n. ¡°Doug y yo ¨¦ramos muy pesimistas sobre el futuro del planeta, las cosas est¨¢n muy mal, y m¨¢s ahora con Trump en EE UU, pero bueno, al menos est¨¢n estos proyectos en Sudam¨¦rica. Es importante¡±, remata Chouinard.
¡°Estamos recibiendo otras donaciones para comprar m¨¢s terrenos en Argentina que acabar¨¢n como parque nacional y se unir¨¢n al que hay en Chile para hacer uno binacional. Doug inici¨® una rueda imparable, esto empuja a muchos millonarios a plantearse qu¨¦ hacer con su dinero¡±, se emociona Sof¨ªa Heinonen, responsable de la fundaci¨®n en Argentina.
A todos, tambi¨¦n los trabajadores, m¨¢s de 200, que dedicaron su vida al proyecto, les daba pena que ¡°el jefe¡± no estuviera para verlo. Pero Chouinard, que le conoc¨ªa bien, asegura que ¨¦l nunca habr¨ªa parado, que ni siquiera esta entrega ser¨ªa el final, seguir¨ªa comprando fincas hasta el fin de sus d¨ªas para protegerlas. En el coraz¨®n del Parque Pumal¨ªn, en medio de un para¨ªso de bosques y r¨ªos perfectamente conservados gracias a la pasi¨®n del californiano, muchos de sus amigos y de quienes se entregaron a su idea se preguntaban si no habr¨¢ otros, millonarios que quieran dedicar una m¨ªnima parte de su fortuna a conservar el planeta.
Dago Guzm¨¢n, ahora administrador del Parque Patagonia, otro de los que entra en la donaci¨®n, trabaj¨® desde el principio con el magnate. ¡°?l ten¨ªa la angustia de que por edad no podr¨ªa ver terminada su obra. Al final fue por un accidente. Pero se hizo. Algunos le hemos dedicado media vida, nuestros hijos crecieron aqu¨ª. Nos dijeron que quer¨ªamos esconder extraterrestres, robar el agua, de todo. Parec¨ªa incre¨ªble, pero era verdad. Siempre supimos que acabar¨ªa en manos del Estado porque es el ¨²nico que puede garantizar que va a perdurar en el tiempo. Ahora esto es para siempre. Y ese era el plan¡±.
Kris Tompkins: ¡°Dijeron que ¨ªbamos a traer residuos nucleares, pero quer¨ªamos donarlo para que quede por generaciones¡±
Pregunta: ?Se imagin¨® todo esto hace 25 a?os cuando vino a vivir a este lugar?
Respuesta: Es un logro de todos los que trabajaron ac¨¢. Me impacta el tama?o del proyecto. Y que hay un Gobierno que est¨¢ trabajando a full para hacer esto con nosotros. Es ¨²nico. Doug empez¨® en el 92 con la compra de un campo, yo vine en el 93. No ten¨ªamos un gran plan pensado, fue un proceso. Poco a poco empezamos a comprar h¨¢bitats importantes. Nos dimos cuenta de que pod¨ªamos crear parques nacionales, donarlos.
P. ?C¨®mo se toma una decisi¨®n de dejar el mundo de los negocios en California y venir a conservar tierras a Chile y Argentina?
R. Yo era m¨¢s la que hac¨ªa las cosas. Fue un cambio de vida grande, yo dedicaba mi vida a la empresa, Patagonia. Era la que hac¨ªa las cosas, mientras Yvon Chouinard (due?o de Patagonia) y Doug siempre fueron los visionarios. Lo dej¨¦ un viernes y el domingo estaba en Chile con proyectos de recuperaci¨®n. ?ramos unos saltamontes, Chile, Argentina, Europa.
P. ?Qu¨¦ le dir¨ªa a los millonarios que no se deciden a gastar su dinero en esto?
R. Lo importante no es cu¨¢nto dinero tienes sino qu¨¦ haces con el dinero que tienes. Esa es la verdad. Un amigo suizo dice ¡°tu ¨²ltima camisa no tiene bolsillos¡±. Cuando ¨¦ramos m¨¢s j¨®venes no entend¨ªamos qu¨¦ estaba pasando con el medio ambiente, el cambio clim¨¢tico. A los 20 a?os yo no ten¨ªa ni idea. Cuando lo conoces, tienes que actuar.
P. ?Puede haber m¨¢s Tompkins en el mundo?
R. Hay algunos, no muchos. Doug siempre intent¨® convencer a muchos, no siempre lo logr¨®. A Yvon siempre le dec¨ªa que vendiera Patagonia y se viniera ac¨¢. Por suerte no le hizo caso, porque Patagonia es un modelo empresarial mundial. Y eso tambi¨¦n es un valor indispensable.
P. ?Por qu¨¦ nunca les creyeron que iban a donarlo todo?
R. Dijeron muchas cosas, que quer¨ªamos hacer el basurero nuclear de EEUU, que ¨ªbamos a hacer un estado jud¨ªo nuevo, aunque crecimos como anglicanos. Esto siempre pasa cuando hay cosas nuevas. Cuando no se entiende algo como esto, hay que fabricar realidades.
P. ?Hablaron muchas veces de este d¨ªa?
R. Cientos de veces. ?l estar¨ªa sorprendido de que llegara. Era uno de sus sue?os. Crear cinco parques nacionales de golpe es extraordinario. Es la donaci¨®n m¨¢s grande de la historia. Doug gast¨® 300 millones de d¨®lares en esto, pero hay fortunas mucho m¨¢s grandes. Espero que los que las tienen piensen que es necesario proteger la tierra, deben usar sus bienes para todos, no solo para uno. . Hagan algo ¨²til con su dinero.
P. ?Vali¨® la pena dejarlo todo por esto?
R. S¨ª claro, por supuesto. Fue un cambio grande, pero vali¨® la pena. La idea es que esto quede para generaciones. Nosotros creemos en la figura de los parques nacionales. Es para siempre. Mucho mejor que en manos de una fundaci¨®n.
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