De ministro a director de peri¨®dico

La m¨¢xima de que los mundillos de la pol¨ªtica y la prensa pueden interactuar, colisionar o incluso entenderse a veces, pero nunca dormir en la misma cama (al menos ante los focos), acaba de ser echada por tierra en Reino Unido con la elecci¨®n de George Osborne como nuevo director del Evening Standard. Hablamos del anterior ministro de Econom¨ªa brit¨¢nico y todav¨ªa diputado conservador, que pretende retener su esca?o al tiempo que toma las riendas del vespertino de referencia de los lectores londinenses. La noticia que ayer le¨ªan los usuarios del metro de forma gratuita ha devenido en un terremoto pol¨ªtico-medi¨¢tico.

¡°El nombramiento de Osborne es una burla a la independencia de los medios y un insulto a los electores para los que se supone que trabaja¡±, ha salido al trapo el mism¨ªsimo l¨ªder de la oposici¨®n laborista, Jeremy Corbyn, reclamando al tiempo una elecci¨®n parcial en la circunscripci¨®n de Tatton, representada desde hace tres lustros por el excanciller del Exchequer. La diatriba de Corbyn apunta a las puertas giratorias que han permitido buscarse una nueva vida al hasta hace pocos meses responsable de los asuntos econ¨®micos de un Gobierno aniquilado por el voto a favor del Brexit.

Desde que se vio forzado a abandonar la primera l¨ªnea de la pol¨ªtica a ra¨ªz de la dimisi¨®n del Gobierno proeuropeo ¡ªaunque con muchos matices¡ª de David Cameron, quien fuera el responsable de las finanzas brit¨¢nicas durante seis a?os ha ejercido despu¨¦s de profesor visitante en universidades estadounidenses y de asesor de un fondo que le garantiza 650.000 libras por cuatro jornadas laborales al mes. Osborne tiene por tanto resueltos sus honorarios, pero aspira a m¨¢s.

Y el propietario del Evening Standard, el magnate ruso Evgeny Lebedev, le procura ahora la tribuna de ese peri¨®dico con una circulaci¨®n de casi 900.000 ejemplares y la potencial lectura de millones de viandantes en el Tube de Londres. George Osborne ejercer¨¢ de editor de ese gratuito que mantiene las formas de un s¨®lido y legendario vespertino de difusi¨®n gratuita. ¡°Soy un londinense que entiende el papel que juega el Standard en la vida de la ciudad¡±, ha dicho el interesado, subrayando su vocaci¨®n de independencia a pesar de estar determinado a retener al tiempo su esca?o como diputado.

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Su designaci¨®n, m¨¢s all¨¢ de las cr¨ªticas desde el espectro laborista, puede suponer un torpedo en la l¨ªnea de flotaci¨®n de la primera ministra, Theresa May, porque Osborne encarna el posibilismo de aquellos brit¨¢nicos que no adoran la UE, pero que tampoco conciben la idea de sobrevivir fuera de Europa. Otra cosa son sus haberes, muy magros a la hora de hablar de periodismo. Despu¨¦s de graduarse en Oxford, el pol¨ªtico que acab¨® dirigiendo la econom¨ªa brit¨¢nica durante seis a?os no consigui¨® ser reclutado por The Times para participar en unas pr¨¢cticas period¨ªsticas que quiz¨¢ habr¨ªan definido otro fututo.

Una serie de colaboraciones para el conservador Daily Telegraph en calidad de columnista resumen su ¨²nica experiencia en el medio period¨ªstico. Quien fuera prohombre del anterior Gobierno de David Cameron acaba de presentarse ante la Redacci¨®n del legendario Evening Standard con toda humildad. ¡°Tengo mucho que aprender porque, a pesar de haber llevado las riendas econ¨®micas de la naci¨®n durante unos cuantos a?os, no s¨¦ nada sobre el funcionamiento de un diario. Tengo tanto que aprender¡­¡±. Lo dice un personaje que la primera ministra, Theresa May, va a tener muy en cuenta a partir de ahora.