Buenos Aires, al borde del colapso total por los cortes diarios de las protestas

En Buenos Aires los cortes no son noticia. Lo que en otra ciudad ser¨ªa un esc¨¢ndalo, en esta es normal. La capital argentina se acostumbr¨® desde 2001 a sufrir manifestaciones diarias que retrasan hasta tres horas la entrada y salida del centro de los automovilistas. Pero esta vez parece diferente. Los cortes se acumulan desde hace tres semanas, y nada parece detenerlos. La situaci¨®n est¨¢ alcanzando tal nivel que ya ha llegado a las portadas de los diarios. Vuelve a ser un asunto de m¨¢xima relevancia pol¨ªtica que nadie sabe c¨®mo resolver. Seg¨²n un informe de una consultora privada, los bloqueos aumentaron un 20% en febrero con respecto al mes anterior. Y al 15 de marzo, ya fueron 62, por encima de los 53 registrados hace un a?o para el mes completo. El mi¨¦rcoles pasado fue un ejemplo de hasta donde ha aumentado la conflictividad, con decenas de miles de docentes marchando hacia la Plaza de Mayo. La ciudad reacciona con m¨¢s agentes de tr¨¢nsito. Pero no basta. Seg¨²n datos de la secretar¨ªa de Transporte de la ciudad de Buenos Aires, hoy trabajan en la calle un total de 1.840 agentes de tr¨¢nsito a los que se sumar¨¢n a otros 760. En 2015 hab¨ªa 1.400 y s¨®lo en el primer trimestre de 2017 ingresaron 900.

El Gobierno debate c¨®mo hacerle frente. Pero nadie se anima. El alcalde, Horacio Rodr¨ªguez Larreta, dice que la polic¨ªa est¨¢ disolviendo los cortes peque?os, de 20 personas que cortan una calle. Pero con los grandes nadie se atreve. "No entraremos en provocaciones", asegura. Todos temen una tragedia como la que en 2002 acab¨® con la vida de dos manifestantes, Maximiliano Kosteki, y Dar¨ªo Santill¨¢n, de poco m¨¢s de 20 a?os, a manos de la polic¨ªa. Fue el final de la carrera pol¨ªtica de Eduardo Duhalde, entonces presidente. Todos le temen a la polic¨ªa argentina, tambi¨¦n sus jefes pol¨ªticos, y nadie se atreve a ordenar una represi¨®n de consecuencias imprevisibles. Pero los ciudadanos afectados, hartos de pasar horas en el auto o el colectivo, exigen una soluci¨®n. La presi¨®n pol¨ªtica es muy fuerte.

¡°Durante 12 a?os la violaci¨®n de la ley fue constante y hasta premiada y reconocida¡±, expresa el ministro de Justicia de la Naci¨®n, Germ¨¢n Garavano, quien insta a la polic¨ªa a actuar para romper los bloqueos. ¡°Lo que vivimos en los ¨²ltimos d¨ªas es inaceptable. No s¨®lo perjudica a la gente en la vida diaria, sino que perjudica a este proyecto que estamos impulsando los argentinos¡±, asegura el presidente Macri; y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, advierte: ¡°Si nosotros actuamos (por la fuerza), que despu¨¦s no se critique¡±. Pero Rodr¨ªguez Larreta pide calma.

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Los primeros d¨ªas de marzo han encontrado a mucha gente en la calle, protestando, y el resto del mes seguir¨¢ igual. La triple jornada de protestas de los d¨ªas 6, 7 y 8 agruparon a docentes, sindicalistas y mujeres que coparon el centro de la Ciudad. Se ha intentado de todo sin ¨¦xito. Una prueba es el protocolo antipiquete ideado por Bullrich, a comienzos de 2016. El punto m¨¢s pol¨¦mico de la iniciativa ordenaba liberar en cinco minutos la arteria bloqueada mediante el uso de la fuerza. Se present¨® con gran bombo y pol¨¦mica pero nadie se atrevi¨® nunca a aplicarlo. La clave la da Garavano: "Las fuerzas de seguridad no est¨¢n preparadas para actuar en piquetes y manifestaciones, salvo algunos grupos peque?os de Gendarmer¨ªa que tuvieron varios procedimientos relativamente exitosos¡±.

Jos¨¦ Pepe Peralta es secretario general de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), una de las m¨¢s combativas en el conflicto que mantuvieron los funcionarios un a?o atr¨¢s. No obstante, en di¨¢logo con EL PA?S afirma que la tensi¨®n ¡°es mucho mayor este a?o, con una caracter¨ªstica que hay que tener en cuenta: las convocatorias ahora son masivas, con columnas mayores que el a?o pasado y eso marca el nivel de la conflictividad. El a?o pasado estuvimos todos los d¨ªas en la calle por los despidos de funcionarios pero eran marchas muy focalizadas¡±.

El problema afecta principalmente a los automovilistas pero tambi¨¦n a todo aquel que usa el transporte p¨²blico. Enrique Celi, due?o de la empresa de taxis P¨ªdalo, explica la situaci¨®n a EL PA?S: "Nos genera muchos problemas. La realidad es que nos cuesta llegar a los lugares, el centro est¨¢ totalmente cortado y estamos esperando a ver que va a pasar para poder circular. Los pasajeros se enojan porque piensan que uno no hace nada por llegar r¨¢pido pero las zonas est¨¢n totalmente congestionadas, al punto que viajes de 10 o 15 minutos hoy demoran entre 40 minutos y una hora. Cada d¨ªa est¨¢ empeorando y esto parece no tener fin. Esperamos que el gobierno trate de solucionar este tema¡±.

Durante la semana pasada, los bloqueos fueron peri¨®dicos y sorpresivos, perpetrados en su mayor¨ªa por peque?os grupos de organizaciones piqueteras. La Corriente Clasista y Combativa (CCC) es una de esas organizaciones. Juan Carlos Alderete, su coordinador nacional, justifica para EL PA?S los cortes: ¡°El Gobierno Nacional ha incumplido todos los compromisos asumidos y lejos de acercarse a la pobreza cero (en referencia a una de las promesas de campa?a hecha por Mauricio Macri) aumenta notablemente". El dirigente estima que la reactivaci¨®n de la obra p¨²blica -en particular la finalizaci¨®n de 85.000 viviendas sociales que se construyen en la zona metropolitana- ayudar¨ªa a poner pa?os fr¨ªos a la situaci¨®n.

Marzo contin¨²a su marcha, esta semana pas¨® la? doble jornada de protestas educativas, el viernes es el d¨ªa de la Memoria y se avecina la movilizaci¨®n de la CTA del d¨ªa 30. Llega el oto?o pero Buenos Aires est¨¢ empecinada en seguir ardiendo a fuego lento.