Barnier avisa a Londres de las ¡°graves consecuencias¡± de no pactar el ¡®Brexit¡¯
El negociador europeo insta a "decir la verdad" sobre lo que implica la salida brit¨¢nica
La UE muestra por primera vez sus cartas frente al Brexit. Y el mensaje inicial resulta, de entrada, duro. El negociador europeo para el divorcio brit¨¢nico, Michel Barnier, ha alertado este mi¨¦rcoles sobre las consecuencias de torpedear el acuerdo de salida del club comunitario. Pese a admitir un perjuicio para todos, Barnier subraya: ¡°Reino Unido se ver¨¢ gravemente afectado¡± si no hay pacto, con problemas de aprovisionamiento, controles aduaneros y graves perturbaciones del tr¨¢fico a¨¦reo, entre otros inconvenientes. Frente a los intentos iniciales de Londres de negociar bilateralmente con algunos Estados, el negociador de la UE exige ahora evitar discusiones secretas y tambi¨¦n alejarse de los eufemismos: ¡°Tenemos que decir a nuestros ciudadanos la verdad sobre lo que significa el Brexit¡±.
El pol¨ªtico franc¨¦s que llevar¨¢ las riendas de la negociaci¨®n con Londres ha pasado meses prepar¨¢ndose para lidiar con el mayor reto que ha afrontado nunca la UE. Este mi¨¦rcoles ha abandonado un silencio mantenido desde diciembre para perfilar la postura europea a una semana de que el Gobierno brit¨¢nico notifique el proceso de salida. Lo ha hecho en una comparecencia ante el Comit¨¦ Europeo de las Regiones, un ¨®rgano consultivo de la UE. Barnier ha asumido que habr¨¢ dos fases durante los pr¨®ximos dos a?os: la primera, pactar la salida brit¨¢nica; la segunda, definir la nueva relaci¨®n con Reino Unido. Y ha puesto ¡°tres condiciones¡± para que el divorcio fructifique: mantener la unidad de los 27, eliminar la incertidumbre que rodea a los ciudadanos europeos y no mezclar la salida con la negociaci¨®n del acuerdo futuro.
Salida de Gibraltar
Michel Barnier quiso dejar claro que el abandono de Reino Unido de la UE afecta tambi¨¦n a Gibraltar. En el turno de preguntas del Comit¨¦ de las Regiones, el secretario general de Acci¨®n Exterior del Gobierno andaluz, ?ngel Luis S¨¢nchez, pregunt¨® al negociador europeo sobre el futuro de los 10.000 tr¨¢nsitos diarios que cada d¨ªa se producen entre Andaluc¨ªa y la colonia brit¨¢nica. Barnier respondi¨® lac¨®nicamente: ¡°Gibraltar saldr¨¢ de la UE al mismo tiempo que Reino Unido¡±.
Consciente de que Londres desea solapar ambas fases para obtener los mejores resultados, el jefe de la misi¨®n europea ha exigido transparencia y ha plantado cara a la insinuaci¨®n brit¨¢nica de que, sin un buen acuerdo comercial, Londres no cooperar¨¢ en garantizar la seguridad europea (es decir, en la lucha antiterrorista). ¡°No se comercia con la seguridad de nuestros conciudadanos. La seguridad no puede ponerse en la balanza con los intereses comerciales y econ¨®micos¡±, ha subrayado casi al final de un discurso en el que ha intercalado el franc¨¦s y el ingl¨¦s.
Barnier tambi¨¦n ha aludido a otra amenaza aireada por los dirigentes brit¨¢nicos: la de convertir la isla en una especie de para¨ªso fiscal ¡ªy tambi¨¦n en otros ¨¢mbitos, como el medioambiental¡ª, de forma que atraiga empresas afincadas en el resto de Europa hacia Reino Unido. El negociador alerta contra un posible ¡°dumping reglamentario¡± por parte de Londres y le recuerda que eso solo dificultar¨ªa las opciones de alcanzar un acuerdo comercial futuro con Bruselas, que ¡°debe ser ratificado por todos los Estados miembros y por sus Parlamentos nacionales¡±.
?Los ciudadanos primero!
El equipo encargado de pactar la salida sabe que Londres puede intentar quebrar la posici¨®n de la UE negociando bilateralmente con cada socio. Por eso exhorta, una y otra vez, a mantener la unidad. ¡°Tambi¨¦n est¨¢ en el inter¨¦s brit¨¢nico. Porque al final ambas partes, vosotros y nosotros, necesitaremos una Europa unida para alcanzar un acuerdo¡±, ha argumentado Barnier, fijando ya oficialmente los dos bandos de la negociaci¨®n: Reino Unido y la UE de 27 Estados.
El excomisario europeo confirma la idea de que ser¨¢n precisamente las dos cuestiones m¨¢s espinosas ¡ªla cuenta pendiente del socio brit¨¢nico al dejar la UE y los derechos de los ciudadanos europeos¡ª las que abrir¨¢n la negociaci¨®n. Barnier ha puesto sobre la mesa los m¨¢s de cuatro millones de brit¨¢nicos que viven en la UE y los europeos residentes en Reino Unido -no los cuantifica- para pedir claridad. ¡°?Los ciudadanos primero!¡±, ha enfatizado. Como ejemplos de europeos afectados por la incertidumbre que deja el Brexit, el negociador ha citado a los estudiantes polacos que viven en Reino Unido, pero tambi¨¦n a los ¡°pensionistas brit¨¢nicos que residen en Espa?a y que se benefician del sistema sanitario en las mismas condiciones que los pensionistas espa?oles¡±.
La misma trascendencia tendr¨¢ la discusi¨®n sobre la llamada factura que deber¨¢ pagar Londres cuando abandone el club comunitario. Se trata de saldar compromisos que fueron adquiridos por los 28 Estados miembros antes del Brexit, con pagos previstos despu¨¦s de la fecha de salida. Barnier intenta neutralizar la tentaci¨®n brit¨¢nica de eludir cualquier pago. ¡°Cada pa¨ªs debe honrar sus compromisos mutuos. Cuando un pa¨ªs abandona la UE, no hay castigo. No se paga un precio por salir. Pero tenemos que saldar las cuentas¡±, ha advertido.
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